(Agencias/InfoCatólica) La Iglesia Siro-Malabar, una de las más antiguas ramas del catolicismo oriental, ha alcanzado finalmente un acuerdo en la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly, resolviendo temporalmente un conflicto de tres años sobre la liturgia «unificada». Este acuerdo se formalizó justo a tiempo para el 3 de julio, día de la fiesta del apóstol Tomás, cumpliendo así con el ultimátum del arzobispo mayor Raphael Thattil.
Como informa la Agencia Zenit raíz del conflicto estaba en la negativa de una de las 36 diócesis a adoptar la nueva modalidad de la Sagrada Qurbana, el rito eucarístico, que estipula que el sacerdote debe volverse hacia el altar durante la consagración en lugar de mirar a los fieles. Bajo el mandato del Sínodo, una comisión elaboró un acuerdo de última hora el 1 de julio, que fue clave para evitar el cisma en esta comunidad religiosa.
El padre Kuriakose Mundadan, secretario del Consejo Presbiteral de la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly, explicó a AsiaNews que «el conflicto sobre la liturgia se ha resuelto temporalmente». El acuerdo, discutido extensamente por un grupo sinodal, incluye la obligación de que cada iglesia parroquial celebre una misa en la forma sinodal todos los domingos y días festivos. Durante el resto de los días, las parroquias pueden continuar celebrando la Qurbana dirigiéndose al pueblo.
El acuerdo no solo establece la nueva estructura litúrgica, sino que también incluye la pronta ordenación de ocho diáconos cuya consagración había sido postergada. Además, en parroquias con protestas o litigios civiles, los párrocos pueden optar por no seguir el rito sinodal, informando al administrador apostólico. Esta flexibilidad busca evitar conflictos directos y mantener la paz dentro de la comunidad.
A pesar de la implementación de la liturgia sinodal en muchas parroquias el 3 de julio, la asistencia fue menor de lo esperado, según el padre Mundadan. No obstante, la primera parte del acuerdo se cumplió y ahora se espera que los demás puntos se apliquen en los próximos días.
El Movimiento de Laicos por la Transparencia, un grupo crítico del rito sinodal, aceptó los términos del acuerdo con ciertas condiciones sobre su implementación. Han enfatizado que no se debe utilizar la fuerza ni involucrar a la policía para imponer la liturgia unificada. Sin embargo, se reservan el derecho de retirarse del acuerdo si el Sínodo toma medidas que consideren una violación de la conciliación alcanzada.
En su comunicado, el Movimiento expresó su esperanza de que «prevalezca la paz en la arquidiócesis», advirtiendo al mismo tiempo sobre la posible retirada de su apoyo si se perciben infracciones al acuerdo.