(LSN/InfoCatólica) En un correo electrónico firmado por monseñor John Kennedy, de la Sección Disciplinaria del dicasterio, y enviado al arzobispo italiano, que fue nuncio papal en Estados Unidos de 2011 a 2016, el dicasterio citó a Viganò en el Vaticano el 20 de junio para que «tome conocimiento de las acusaciones y pruebas relativas al delito de cisma.»
En concreto, el dicasterio notificó al arzobispo que se le acusa de hacer «declaraciones públicas que tienen como resultado la negación de los elementos necesarios para mantener la comunión con la Iglesia católica; la negación de la legitimidad del papa Francisco, la ruptura de la comunión con Él y el rechazo del Concilio Vaticano II»
El propio arzobispo ha comunicado la noticia en las Redes Sociales:
𝗔𝗻𝗻𝗼𝘂𝗻𝗰𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁 𝗿𝗲𝗴𝗮𝗿𝗱𝗶𝗻𝗴 𝘁𝗵𝗲 𝘀𝘁𝗮𝗿𝘁 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗲𝘅𝘁𝗿𝗮𝗷𝘂𝗱𝗶𝗰𝗶𝗮𝗹 𝗰𝗿𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝗹 𝘁𝗿𝗶𝗮𝗹 𝗳𝗼𝗿 𝘀𝗰𝗵𝗶𝘀𝗺 (art. 2 SST; can. 1364 CIC)
— Arcivescovo Carlo Maria Viganò (@CarloMVigano) June 20, 2024
The Dicastery for the Doctrine of the Faith has informed me, with a simple email, of the initiation of… pic.twitter.com/sVQmV2U4Af
Dado lo que Mons. Viganó indica en su comunicado, y que traducimos a continuación, parecen evidentes las consecuencias dada su reafirmación:
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe me ha informado, con un simple correo electrónico, del inicio de un proceso penal extrajudicial contra mí, con la acusación de haber cometido el delito de cisma y de haber negado la legitimidad del “Papa Francisco”. ” de haber roto la comunión “con Él” y de haber rechazado el Concilio Vaticano II. He sido citado al Palacio del Santo Oficio el día 20 de junio, personalmente o representado por un canonista. Supongo que la sentencia ya está preparada, dado que es un proceso extrajudicial.
Considero las acusaciones contra mí como un honor. Creo que la formulación misma de los cargos confirma las tesis que he defendido repetidamente en mis distintos discursos. No es casualidad que la acusación contra mí se refiera al cuestionamiento de la legitimidad de Jorge Mario Bergoglio y al rechazo del Vaticano II: el Concilio representa el cáncer ideológico, teológico, moral y litúrgico del que la “Iglesia sinodal” bergogliana es la necesaria metástasis.