(InfoCatólica) Según el arzobispado, las monjas de ambos monasterios, quince en total, han estado recibiendo asistencia regular y continua por parte de sus capellanes sin haber manifestado previamente descontento alguno. De hecho, las últimas relaciones con el delegado episcopal para la vida consagrada reflejan una actitud de gratitud por parte de las religiosas. Sin embargo, la situación ha dado un giro radical cuando el 13 de mayo se hizo pública, a través de medios digitales, una carta y un manifiesto que el arzobispado no ha recibido de manera oficial y que plantean acusaciones de herejías contra todos los Papas desde Pío XII así como contra el resto de autoridades eclesiales.
Las monjas, lideradas por Sor Isabel, critican lo que describen como «silencio y aquiescencia» de los pastores y «contradicciones, lenguajes dobles y confusos, ambigüedad y lagunas de doctrina» en las altas esferas de la Iglesia. Además, informan de su intención de abandonar la comunión con la Iglesia Católica bajo la tutela de D. Pablo de Rojas Sánchez-Franco, que afirma haber sido ordenado obispo por Mons. Williamson (antiguo obispo de la FSSPX y expulsado de la misma en el 2012) y que fue excomulgado en 2019. Diversas fuentes indican a este medio que Williamson niega haber realizado tal ordenación y que el tal Rojas es un personaje absolutamente tóxico.
La cuestión se complica aún más con la situación legal y financiera del Monasterio de Orduña. Según el comunicado, la comunidad de Belorado firmó en 2020 un acuerdo de compra del Monasterio de Orduña, que se encontraba suprimido y en venta desde 2002. A pesar de un acuerdo inicial, los pagos acordados no se han realizado, llevando a la comunidad de clarisas de Vitoria a convocar a la comunidad de Belorado ante un notario para rescindir el contrato de compraventa, lo cual ha sido rechazado y llevado a instancias judiciales por Sor Isabel.
Ante estos hechos, el Arzobispo de Burgos ha iniciado una investigación con la aprobación de la Santa Sede y ha informado al Nuncio Apostólico, al Presidente de la Conferencia Episcopal Española, al Presidente de la Comisión de Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal y a los obispos de Vitoria y de Bilbao. Se procederá según las indicaciones de la Santa Sede, la cual probablemente procederá a la excomunión de las religiosas si no dan marcha atrás. Igualmente se ha exhortado a los fieles a que se abstengan de participar en cualquier acto litúrgico en los monasterios afectados.