(Fides/InfoCatólica) El prelado ha hablado del plan bueno y armonioso de Dios Creador, de la herida del pecado y de la «nueva armonía» que entró en el mundo con Jesús, ante una audiencia de dignatarios musulmanes y procedentes de otras comunidades religiosas.
En su discurso en esta ocasión y contexto, el obispo Martinelli, siguiendo el «hilo conductor» de la armonía, ha destacado los rasgos de la fe cristiana relativos al misterio de la creación y a la historia de la salvación. «Según la fe cristiana, Dios creó todas las cosas en orden y armonía, como fruto de las distinciones: entre el cielo y la tierra, la luz y la oscuridad, la noche y el día, el agua y la tierra, las plantas y los animales, etc». La creación del hombre y de la mujer –ha añadido el obispo Martinelli, citando el Génesis- también «se caracteriza por la distinción. Pero todos están llamados a vivir en armonía».
En la armonía que caracteriza el orden de la Creación –ha indicado el obispo-, la posición del hombre es única. El ser humano tiene «la tarea de cuidar y cultivar la creación armoniosa» y está llamado a responder ante Dios de todas sus acciones. La obediencia a Dios es «la condición para vivir en armonía con toda la creación». Porque «el ser humano no es el Creador, sino una de las criaturas», y «sólo dependiendo del Creador puede salvaguardar verdaderamente la armonía de toda la creación».
La desobediencia del hombre, «que la tradición espiritual llama 'pecado' conduce a la ruptura de la armonía con Dios, que se traduce en una relación desordenada entre la creación. La pérdida de armonía causada por los hombres en su intento de ponerse en el lugar de Dios ha conducido a la violencia y a la crisis medioambiental».
Para la fe cristiana, la nueva armonía sólo se produce por la intervención gratuita de Dios en la historia para liberar al ser humano del pecado. Una intervención esperada y anunciada por los Profetas, como Isaías, y que se produce en «Jesús crucificado y resucitado», que hace «posible el perdón y la reconciliación».
«En la visión cristiana – ha destacado además el Vicario Apostólico de Arabia del Sur - la armonía sólo puede alcanzarse aceptando el perdón de Dios, que nos convierte en nuevas criaturas». Jesús quien revela «el destino último de todas las criaturas: entrar en la vida divina». En la teología cristiana, «Dios se presenta como la armonía infinita entre el Padre y el Hijo en el Espíritu Santo». Y los primeros grandes autores cristianos –ha recordado Martinelli, citando en particular a Basilio- llaman al Espíritu Santo mismo Armonía en sentido absoluto». Sus enseñanzas reconocen que «el Espíritu de Dios actúa siempre en el cosmos y en las almas para lograr la armonía entre todas las criaturas vivientes».
El obispo Martinelli, que es franciscano capuchino, ha propuesto como «ejemplo de Armonía» a San Francisco de Asís, autor del Cántico de las Criaturas, que «experimentó la armonía en la fraternidad universal: toda persona humana y toda criatura es un hermano y una hermana». Y para cerrar su discurso, el Obispo ha expresado «la alegría de la Iglesia católica por la inauguración de este nuevo templo en Abu Dhabi».
El nuevo templo hindú de Abu Dhabi – ha querido remarcar el Vicario Apostólico- representa «una contribución a la armonía basada en la relación con Dios. Todo lugar de culto recuerda a la gente que, sin Dios, el ser humano está perdido. Con Dios, la humanidad puede renacer. Este nuevo templo es un lugar donde mis hermanos y hermanas hindúes pueden rezar y fortalecer la armonía con Dios». La apertura de este –ha añadido- expresa también «la libertad de culto en los Emiratos Árabes Unidos, donde la tolerancia y la coexistencia se consideran valores fundamentales, y se anima a los creyentes de diversas confesiones a dialogar y construir un mundo más fraterno, en paz y armonía».
No existe un Dios hindú, sino miles
Cabe recordar que el hinduismo no cree en un solo Dios, pues es una religión politeísta en la que algunos de sus miles de dioses son literalmente seres de maldad, como es el caso de la diosa Kali.