(Fides/InfoCatólica) Según informan los medios turcos, empezando por el diario Yeni Safak, la fecha ya está fijada: el próximo 23 de febrero, la iglesia de Chora (KariyeCami) abrirá sus puertas para la oración de los viernes.
El plan para reutilizar el museo de Chora como lugar de culto islámico se remonta a 2020, y se suponía que iba a hacerse realidad en octubre de ese año. Posteriormente, la operación se congeló para llevar a cabo obras de restauración.
Ahora, los medios de comunicación turcos informan de que «la larga restauración» de la llamada «mezquita de Kariye» ha concluido.
La iglesia de Chora está situada en la parte noroccidental del centro histórico de Estambul, a poca distancia de la puerta bizantina de Adrianópolis. Está reconocida como uno de los ejemplos más importantes de arquitectura sagrada bizantina que se conservan.
El antiguo complejo monástico se fundó en el siglo VI. En el siglo XII se construyó la iglesia, que fue completamente renovada a principios del siglo XIV.
Tras la conquista otomana de Constantinopla, el edificio siguió funcionando como iglesia, y sólo se convirtió en mezquita en 1511. Tras la transformación en mezquita, los mosaicos y frescos se cubrieron de cal, pero no se destruyeron.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, el edificio fue restaurado por arqueólogos y expertos del Instituto Bizantino de América y el Centro de Estudios Bizantinos de Dumbarton Oaks, y en 1945 se convirtió en museo estatal por orden del entonces Consejo de Ministros.
Los mosaicos y frescos que decoran su interior están considerados entre las obras más importantes del arte bizantino. En el centro de los frescos y mosaicos está la encarnación de Cristo como acontecimiento de salvación. El nombre griego de la basílica es «iglesia del Santo Salvador fuera de la ciudad». «En te Chōra», expresión utilizada entonces siempre para referirse al edificio, significa literalmente «en el campo».
En agosto de 2020, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan confirmó la sentencia del Consejo de Estado, que el 19 de noviembre de 2019 había anulado la decisión de 1958 de convertir el lugar de culto en museo.
Durante el uso del edificio -que se llama «mezquita de Kariye»- para el culto islámico, los frescos se cubrirán con alfombras rojas diseñadas especialmente para ello.