(CNA/InfoCatólica) En un carta publicada el domingo por el periódico «Rzeczpospolita», el obispo Georg Bätzing criticó que Gądecki, durante conversaciones personales en el Sínodo Mundial de octubre en Roma, «no mencionó una sola palabra sobre esta carta» al Papa:
«En lugar de un diálogo, el arzobispo eligió escribir una carta al Papa Francisco, en la que se queja con gran vehemencia y con afirmaciones incorrectas y falsas sobre el Camino Sinodal de la Iglesia Católica en Alemania».
Bätzing señaló a Gądecki:
«En tu descripción, enfatizas mucho tu propia catolicidad en contraposición a la supuesta contradicción con la doctrina católica que acusas a la Iglesia católica en Alemania. Sin embargo, me pregunto con qué derecho el presidente de la conferencia episcopal de una iglesia se atreve a juzgar la catolicidad de otra iglesia y su episcopado. Permíteme aclarar que considero la carta del arzobispo como una grave transgresión de su autoridad».
Bätzing enfatizó que en los textos del Camino Sinodal no se encuentra en ningún lugar «la intención de provocar una revolución en la Iglesia mundial».
La realidad es exactamente la contraria. Varios textos han pedido un cambio en la enseñanza tradicional y bíblicamente fundamentada de la Iglesia, incluida la aceptación y bendición de uniones homosexuales, la ordenación de mujeres como diaconisas o incluso como sacerdotisas, así como la predicación regular y la administración del bautismo por parte de laicos.
El Vaticano ha criticado repetidamente el Camino Sinodal, tanto a través de los prefectos de varios organismos de la curia como del Papa Francisco en persona. Recientemente, el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin enfatizó que temas como la ordenación de mujeres y actos homosexuales no están sujetos a discusión.
Sin embargo, Bätzing argumentó en su carta que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe había declarado recientemente que la enseñanza de la Iglesia sobre la ordenación de mujeres podría ser «objeto de investigación». Respecto a la homosexualidad, el presidente de la DBK se refirió al documento final del Sínodo Mundial de octubre y subrayó:
«Se requiere la renuncia a la valoración en lugar de, por ejemplo, la equiparación malintencionadamente difamatoria con delincuentes, que lamentablemente percibo en la argumentación del arzobispo».
«Bajo ninguna circunstancia en Alemania se tiene el más mínimo interés en debilitar la 'resistencia de los fieles' (ndr:al mundo)», dijo Bätzing, a pesar de que numerosas novedades, como la bendición de uniones homosexuales, se han implementado oficialmente en muchos obispados en Alemania en contra de la prohibición romana de 2021:
«Estos malentendidos podrían haberse resuelto fácilmente en una conversación».
En su carta, Bätzing asegura:
«En ningún lugar de las decisiones del Camino Sinodal en Alemania se cuestiona fundamentalmente la estructura jerárquica de la Iglesia católica. El objetivo del Camino Sinodal es fortalecer el episcopado y el papado, no debilitarlos. Por supuesto, debe ser posible un discurso sobre la organización contemporánea del liderazgo. La Iglesia siempre ha realizado los ajustes necesarios aquí».
Y continua:
«Estoy preocupado por la actitud distante del arzobispo hacia la democracia parlamentaria moderna, que, además del reconocimiento de la dignidad humana y los derechos humanos, considera especialmente importantes los principios del orden constitucional, la soberanía popular, el estado de derecho, la separación de poderes, la protección de las minorías y el estado social».
Por último, Bätzing indica:
«Solo puedo animar a reconocer la catolicidad de la Iglesia en su totalidad y la catolicidad de las iglesias locales individuales, y a buscar el diálogo sin difamación ni prejuicios».
Contenido de las cartas de Mons. Gadecki al Papa y la de Monz Bätzing a Mons. Gedecki (en polaco)