(ABC/InfoCatólica) Según cuenta en exclusiva el periodista José Ramón Navarro-Pareja en el diario ABC, un grupo de católicos en verano de 2022 decidieron inventarse la historia de un ficticio abusado, Sergio Gámez, tras una larga conversación en la que se mostraron preocupados por la «deriva» que estaban tomando las investigaciones sobre abusos.
Todo el «testimonio 359» que recoge el informe sobre abusos en la Iglesia católica del Defensor del Pueblo, y del que aporta parte de su relato en la página 246, es falso.
Un grupo de católicos muestra cómo creó la historia ficticia de un supuesto abusado llamado Sergio Gámez durante el verano de 2022. Su preocupación por la dirección que estaban tomando las investigaciones sobre abusos los llevó a esta acción. Alfredo Fernández, como portavoz del grupo, afirmó que su único propósito era verificar las sospechas acerca del 'modus operandi' de dichas investigaciones. En una entrevista con ABC, Fernández explicó cómo llevaron a cabo este proceso y presentó toda la documentación en su poder, principalmente correos electrónicos relacionados con el caso.
El falso testimonio fue enviado a la unidad de víctimas establecida por Ángel Gabilondo. Fue aceptado con base únicamente en un correo electrónico enviado al buzón creado para tal fin, sin realizar entrevistas personales o telefónicas ni procesos de verificación adicionales. Solamente se envió una solicitud por correo electrónico para completar un formulario que indagaba sobre las consecuencias del abuso.
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Además, este testimonio ya había sido enviado previamente a la investigación llevada a cabo por el periódico El País sobre el tema. Sin más verificación que el correo electrónico en sí, el testimonio fue publicado en las páginas del periódico y también incluido en el tercer informe de abusos que el periódico envió tanto a la Iglesia como al Defensor del Pueblo. A pesar de la falta de corroboración por parte de la Iglesia católica, decidieron incluirlo entre los casos entregados a Gabilondo.
De acuerdo con el anexo del informe disponible en la página web del Defensor del Pueblo, en su página 34, se afirma que el caso ocurrido en la parroquia Nuestra Señora de Aluche de Madrid (hoy desaparecida) fue respaldado por la Unidad de Atención a Víctimas del Defensor del Pueblo y fue remitido por la Iglesia católica y el periódico El País.
Respeto a las verdaderas víctimas
Fernández prefiere mantenerse en un velado segundo plano. «No pretendemos ser los protagonistas de esta historia», explica, para añadir que «el foco se debe poner en los malos procedimientos en la investigación, que hemos conseguido demostrar con esta acción». Y también deja claro que con su acción «de ningún modo queremos denostar a las verdaderas víctimas, que las ha habido y es muy doloroso». Al contrario, afirma, su pretensión es que «se descubra cuales son víctimas de verdad, para así poder ayudarles, con la reparación necesaria, porque pensábamos es que detrás de esto sólo había una campaña ideológica, en la que no importaban las víctimas, sino denostar a la Iglesia».
Se abren nuevos interrogantes
El analista Javier Gª Herrería, apunta que el texto muestra «el poco rigor de El País y el Defensor del Pueblo» y sostiene que «si este caso sí lo dieron por bueno, imagínate lo poco fiables que deben ser los más de 600 casos que El País dice haber recibido y no se ha atrevido a entregar a la Conferencia Episcopal»
También señala que esta investigación «puede influir notablemente en el informe de Cremades, pues ahora deberán pensar muy seriamente si dar por buenos los datos de El País» así como «dar que pensar a los obispos españoles que hoy tienen su última jornada de reunión y deben decidir si aceptan la prórroga de tiempo que les han vuelto a pedir desde el despacho de Cremades».