(Katolisch/InfoCatólica) En febrero de este año, las cuatro teólogas alemanas anunciaron su intención de abandonar el sínodo de la Iglesia en su país porque suponía alejarse del resto de la Iglesia. Dijeron entonces:
«La participación en un proceso en el que se han ignorado repetidas intervenciones y aclaraciones por parte de las autoridades vaticanas y del propio Papa significaría apoyar un curso que está conduciendo obviamente a la Iglesia en Alemania al aislamiento de la Iglesia universal. No podemos compartir ni compartiremos la responsabilidad por ello».
Posteriormente, La teóloga Katharina Westerhorstmann, profesora en la Universidad Franciscana de Steubenville (EE.UU), explicó su decisión indicando que las decisiones del sínodo sobre la moral sexual estaban tomadas de antemano.
Ya en septiembre del 2019, la teóloga Marianne Schlosser se retiró del síndo al negarse a debatir sobre el sacerdocio de las mujeres, ya que esa es una cuestión zanjada por el Magisterio de la Iglesia.
Die Welt informó el martes sobre la carta y la publicó en Internet. Una de las destinatarias, la teóloga Katharina Westerhorstmann, confirmó la existencia de la carta a la Katholische Nachrichten-Agentur (KNA).
En ella, Francisco invita a «abrirse y salir al encuentro de nuestros hermanos y hermanas, especialmente de aquellos que se encuentran en los umbrales de las puertas de nuestras iglesias, en las calles, en las cárceles, en los hospitales, en las plazas y en las ciudades», en lugar de buscar la «salvación» en comités siempre nuevos «y discutir una y otra vez sobre los mismos temas con cierto egocentrismo».
El Papa se refiere al camino sinodal
En la carta, escrita en alemán y firmada a mano «Franziskus», el Papa se refiere a uno de los frutos del sínodo alemán. Se trata del Comité sinodal, que se ha constituido desde entonces, debe preparar el establecimiento de un Consejo sinodal. En este órgano, obispos y laicos quieren proseguir sus consultas sobre los temas del poder, el papel de la mujer, la moral sexual y el modo de vida sacerdotal. El comité sinodal inició sus trabajos el 10 de noviembre.
Este planteamiento podría alejar a los alemanes de la unidad de la Iglesia, afirma la carta. Un «órgano consultivo y decisorio», como el que se está preparando, «no puede conciliarse con la estructura sacramental de la Iglesia católica». Algo que ya indicó la Santa Sede a los obispos alemanes en enero de este mismo año, sin que los prelados hayan hecho el menor caso.
La carta de Francisco del 10 de noviembre es una respuesta a una carta fechada el 6 de noviembre. Además de Westerhorstmann, la teóloga Marianne Schlosser, la periodista Dorothea Schmidt y la filósofa religiosa Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz expresaron su preocupación por la unidad con Roma en vista del curso reformista alemán.
Las cuatro mujeres no desean publicar su carta original a Francisco, según ha declarado Westerhorstmann a KNA. Sin embargo, el Papa ha accedido por escrito a la publicación de su carta. La profesora de la Universidad Franciscana de Steubenville en Gaming, Austria, comentó sobre la carta de respuesta:
«¡Nos sorprendió mucho la pronta respuesta y agradecemos la claridad expresada en las líneas del Papa!»
Admonestación previa al Sínodo alemán
No es la primera vez que el Papa hace pública su preocupación por el camino tomado por la Iglesia en el país germano. Antes de que se celebrara la asamblea sinodal, envió una «Carta al pueblo de Dios que peregina en Alemania», en la que advirtió:
«...así como las Iglesias particulares viven y florecen en y de la Iglesia Universal, y si se encuentran separadas del entero cuerpo eclesial, se debilitan, marchitan y mueren. De ahí la necesidad de mantener siempre viva y efectiva la comunión con todo el cuerpo de la Iglesia, que nos ayuda a superar la ansiedad que nos encierra en nosotros mismos y en nuestras particularidades a fin de poder mirar a los ojos, escuchar o renunciar a las urgencias para acompañar al que se quedó al costado del camino».
Carta del Papa