(NFP/InfoCatólica) Los nuevos datos, publicados por la agencia estatal de Estadística de Polonia (GUS), muestran que en el censo de 2021, 27,1 millones de personas (71,3%) se identificaron como fieles de la Iglesia Católica Romana. Esta cifra es inferior a los 33,7 millones (87,6%) del último censo, realizado una década antes.
Mientras tanto, la proporción que decía no pertenecer a ninguna fe casi se triplicó, pasando del 2,4% en 2011 al 6,9% en 2021. Del mismo modo, los que se negaron a responder a la pregunta también casi se triplicaron, del 7,1% al 20,5%.
Las mayores proporciones de católicos romanos se dan en las provincias orientales de Subcarpacia (82,9%), Świętokrzyskie (81,2%) y Lublin (80,7%). Los porcentajes más bajos se registran en Pomerania Occidental (64,5%), Baja Silesia (65,3%) y Pomerania (67,2%).
Aparte del catolicismo romano, todas las demás confesiones religiosas seguían siendo pequeñas en el censo de 2021, siendo la iglesia ortodoxa la segunda en importancia (151.648 creyentes, 0,4% de la población), seguida de los Testigos de Jehová (108.754, 0,3%) y los luteranos pertenecientes a la Iglesia Evangélica de la Confesión de Augsburgo (65.407, 0,2%).
Entre las confesiones no cristianas, ninguna superaba el 0,1% de la población. La mayor, con 3.236 seguidores, es el budismo del Camino del Diamante. Mientras tanto, el número de miembros de la Unión Religiosa Musulmana (2.209) es menor que el de los que se identificaban como pastafaris (2.312), seguidores de la Iglesia del Monstruo de Espagueti Volador, una religión paródica.
Menos práctica religiosa
Las encuestas periódicas de la agencia estatal de investigación CBOS muestran que la proporción de polacos que se declaran creyentes religiosos descendió del 94% en 1992 al 87% en 2021. En el mismo periodo, los que practican regularmente su religión cayeron del 70% al 43%.
Entre los jóvenes polacos, el descenso fue aún más dramático: del 69% que practicaba regularmente en 1992 al 23% en 2021. El año pasado, el Primado católico de Polonia, el arzobispo Wojciech Polak, admitió que el descenso de la práctica religiosa entre los jóvenes polacos era «devastador».
Las propias cifras de la Iglesia muestran que la proporción de católicos en Polonia que asisten a Misa cayó del 37% en 2019 al 28% en 2021. Si bien la pandemia desempeñó un papel, la iglesia admite que también intervinieron «factores socioculturales». También ha observado un creciente número de personas que abandonan formalmente la Iglesia por apostasía.