(Aica/InfoCatólica) Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación, dijo a los periodistas, en una conferencia de prensa, que el Sínodo es «un momento de discernimiento comunitario», invitando a valorar los consensos alcanzados más que las intervenciones individuales.
Los trabajos de esa Asamblea se extenderán hasta el 29 de octubre y presentarán una síntesis del discernimiento sobre esta fase, preparando el camino para el encuentro de octubre de 2024, convocado por el Papa.
La asamblea estará precedida por un retiro para los participantes, dirigido por el padre Timothy Radcliffe, OP, conocido por su apoyo a las tesis LGTBI, y por la madre María Ignazia Angelini, monja de la Abadía de Viboldone (Italia).
La asamblea sinodal tendrá momentos reservados a los participantes, sin la presencia de periodistas, siendo retransmitidos los momentos iniciales de trabajo y las reuniones generales dedicadas al debate de cada parte del instrumento de trabajo, además de los tiempos de oración.
A lo largo de las tres semanas de trabajo, el Vaticano celebrará ruedas de prensa con los miembros de la asamblea y reuniones informativas con los responsables del Dicasterio para la Comunicación.
Paolo Ruffini habló de la asamblea sinodal como un «momento de discernimiento común, en la fe», que consideró un «tiempo único y sagrado, que implica respeto al «silencio».
Para el colaborador del Papa, este debería ser un «espacio protegido de conversación», rechazando, sin embargo, la idea de que el trabajo esté sujeto al «secreto pontificio».
«No hay nada secreto, porque al final el Sínodo continuará», sostuvo, subrayando que el reglamento aún está por definirse.
El Papa habló de la comunicación de la asamblea, al regresar de su viaje a Mongolia (el 4 de septiembre de este año), refiriéndose a un Sínodo «muy abierto», con la ayuda de una comisión para la comunicación.
«Lo importante es que esta comisión respetará mucho la contribución de todos y tratará de no chismear, sino decir cosas constructivas para la Iglesia, precisamente sobre el progreso del Sínodo», explicó.
Al comentar estas declaraciones, Paolo Ruffini señaló que el Papa ve el valor de la escucha como una propuesta «alternativa» para el mundo entero.
La sesión sinodal estará precedida por una vigilia ecuménica el 30 de septiembre, en la plaza de San Pedro, titulada 'Together' (Juntos). Por otra parte, el programa de tres semanas de la asamblea comienza con la misa presidida por el Papa, el 4 de octubre, e incluye una peregrinación el 12 de octubre, una oración por los migrantes y refugiados el 19 de octubre y el rezo del Rosario en los jardines vaticanos el 25 de octubre.
El trabajo se desarrollará en torno a cinco puntos, siguiendo las cuatro partes del instrumento de trabajo y el debate final.
Las reflexiones se desarrollarán en 35 grupos de trabajo lingüísticos (o círculos más pequeños), compuestos por 11 personas y un «facilitador», incluido un grupo de habla portuguesa.
A los 365 electores se sumaron, sin derecho a voto, 12 representantes de otras iglesias y comunidades cristianas (delegados fraternos), ocho invitados especiales y los colaboradores de la Secretaría General del Sínodo.
Otras 57 personas, entre ellas 20 mujeres, participarán como expertos, como ya ocurría antaño, o «facilitadores», es decir, «personas especializadas que tienen como misión facilitar el trabajo en las distintas fases», también sin derecho a voto.
La primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos tendrá lugar del 4 al 29 de octubre de 2023, con el lema 'Hacia una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión'; el papa Francisco decidió que tendrá una segunda etapa, en 2024.
Tablets para no usar papel
Para evitar el desperdicio de papel, los participantes dispondrán de tabletas electrónicas en el Auditorio Paulo VI, tanto para votar como para descargar y leer documentos.
El Sínodo de los Obispos puede definirse, en términos generales, como una asamblea de representantes de los episcopados católicos de todo el mundo, a los que se unen expertos y otros invitados, con la tarea de ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia.