(CNA/InfoCatólica) «Sería muy frustrante si la discusión se limitara a este tema que no puede avanzar más, ya que el ministerio sacerdotal está reservado para los hombres en la doctrina católica y ortodoxa», dijo el cardenal arzobispo de Estocolmo, en una entrevista publicada el 13 de septiembre en el National Catholic Reporter.
Arborelius, quien se convirtió en el primer cardenal de la historia de Escandinavia en 2017 y fue nombrado miembro del Dicasterio para los Obispos del Vaticano en 2022, será uno de los más de 360 participantes con derecho a voto en el sínodo de octubre.sus miembros en su vida y misión.
Aunque los organizadores del sínodo han insistido en que el evento no se trata de cambiar la doctrina, el Instrumentum Laboris del evento, o documento de trabajo, pregunta explícitamente si «es posible concebir» «la cuestión de la inclusión de las mujeres en el diaconado». Algunos participantes, como el Cardenal Robert McElroy de San Diego, han abogado activamente por que la ordenación de mujeres sea un punto importante a tratar en el sínodo.
«Es de suma importancia encontrar más oportunidades para que las mujeres participen en la obra de evangelización en varios niveles», dijo Arborelius. «Al mismo tiempo, es importante ver que hay otras formas además del ministerio ordenado», añadió.
No se puede ordenar mujeres
San Juan Pablo II dejó bien claro en Ordinatio sacerdotalis que la cuestión de la ordenación de mujeres ha sido zanjada definitivamente por el Magisterio de la Iglesia. Lo hizo con las siguientes palabras:
4. Si bien la doctrina sobre la ordenación sacerdotal, reservada sólo a los hombres, sea conservada por la Tradición constante y universal de la Iglesia, y sea enseñada firmemente por el Magisterio en los documentos más recientes, no obstante, en nuestro tiempo y en diversos lugares se la considera discutible, o incluso se atribuye un valor meramente disciplinar a la decisión de la Iglesia de no admitir a las mujeres a tal ordenación.
Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia.
A pesar de la claridad de las palabras de San Juan Pablo II, todavía hubo quien planteó dudas sobre el carácter definitivo de esta doctrina. La Congregación para la Doctrina de la Fe volvió a confirmar la fe católica sobre esta materia:
Congregación para la Doctrina de la Fe. Respuesta a la duda propuesta sobre la doctrina de la Carta Apostólica "Ordinatio sacerdotalis"
Pregunta: Si la doctrina que debe mantenerse de manera definitiva, según la cual la Iglesia no tiene facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres propuesta en la Carta Apostólica Ordinatio sacerdotalis, se ha de entender como perteneciente al depósito de la fe.
Respuesta: Sí.
Esta doctrina exige un asentimiento definitivo, puesto que, basada en la Palabra de Dios escrita y constantemente conservada y aplicada en la Tradición de la Iglesia desde el principio, ha sido propuesta infaliblemente por el Magisterio ordinario y universal (cf. Lumen gentium, 25,2). Por consiguiente, en las presentes circunstancias, el Sumo Pontífice, al ejercer su ministerio de confirmar en la fe a sus hermanos (cf. Lc 22,32), ha propuesto la misma doctrina con una declaración formal, afirmando explícitamente lo que siempre, en todas partes y por todos los fieles se debe mantener, en cuanto perteneciente al depósito de la fe.El Sumo Pontífice Juan Pablo II, durante la Audiencia concedida al infrascrito Cardenal Prefecto, ha aprobado la presente Respuesta, decidida en la Reunión ordinaria de esta Congregación, y ha ordenado su publicación.
Roma, en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 28 de octubre de 1995, en la fiesta de los Santos Simón y Judas.
Joseph Card. Ratzinger
Prefecto
Tarcisio Bertone
Arzobispo emérito de Vercelli
Secretario