(Aica/InfoCatólica) «El desafío de este Sínodo es aprender a caminar más juntos, a la escucha del Espíritu, para llegar a ser una Iglesia más sinodal, con el objetivo de anunciar el Evangelio en el mundo de hoy», dijo la hermana Nathalie Becquart, subsecretaria de la Secretaría General del Sínodo, durante la reciente presentación de la vigilia de oración titulada «Juntos-Encuentro del Pueblo de Dios», prevista para el 30 de septiembre, y que reunirá a patriarcas orientales y obispos protestantes, representantes ecuménicos y delegados fraternos, cardenales, jóvenes de distintos países y de distintas confesiones, y que tendrá en el centro al Papa.
«Será un símbolo de ese ‘caminar juntos’ que está en la base de todo el proceso sinodal: así será la vigilia ecuménica prevista para ese día en la Plaza de San Pedro (el mismo día en que se celebrará el Consistorio para la creación de 21 nuevos cardenales), en la que participarán jóvenes y representantes de otras confesiones cristianas.
La vigilia «Juntos» nació de «un sueño» expresado por el Hermano Aloïs, prior de la Comunidad de Taizé, hace tres años, y abrirá el camino al Sínodo sobre la Sinodalidad, que comenzará el 4 de octubre en el Vaticano, tras un proceso de unos tres años, que implicará a las diócesis de los cinco continentes.
Becquart ofreció las claves para interpretar este acontecimiento, estrechamente vinculado al camino sinodal. En concreto, la religiosa francesa recordó las palabras del papa Francisco, según las cuales «no puede haber sinodalidad sin ecumenismo y no hay ecumenismo sin sinodalidad». Al respecto, ya el propio Documento Preparatorio proponía el diálogo con otras confesiones cristianas como uno de los 10 temas a explorar durante la fase de consulta local.
Por tanto, será muy simbólico ver en la Plaza de San Pedro a los líderes de las Iglesias ortodoxa, protestante y evangélica, junto con algunos delegados fraternos, ponerse al lado del Papa y acompañarlo en el lanzamiento de un proceso que hunde sus raíces en el Concilio Vaticano II. También estarán presentes, por supuesto, los miembros de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, que iniciarán así su etapa romana, antes de partir esa misma tarde hacia la Fraterna Domus de Sacrofano. En este inmenso complejo ubicado a unos veinte minutos de Roma, lugar de paz y verdor, se celebrará un retiro espiritual de tres días, antes de la misa de apertura de la sesión sinodal, el 4 de octubre por la mañana.
Programa de la Vigilia
Al detallar el programa de la Vigilia, que se celebrará de 17 a 19 (hora de Roma) la hermana Becquart explicó que el acto, que se abrirá con cantos y momentos musicales como «expresión de gratitud», incluirá una introducción del papa Francisco, seguida de una oración del patriarca ecuménico Bartolomé y de la lectura de la Palabra de Dios. Las intercesiones serán leídas en su lugar por un líder de la Iglesia o un delegado fraterno en el Sínodo, mientras que el padrenuestro será introducido por el primado anglicano Justin Welby.
A continuación, está prevista una oración final y la bendición conjunta de Francisco y los doce líderes eclesiásticos y cristianos.
Bendecirán a los presentes en la plaza -enmarcada por el follaje multiforme de diferentes árboles colocados por Confagricoltura-, donde se reunirán unos 3.000 jóvenes de entre 18 y 35 años, procedentes de diferentes países europeos y pertenecientes a todas las Iglesias cristianas, y en la tribuna de oradores estará el hermano Matthew, que ocupará el cargo de prior de Taizé a partir del 3 de diciembre.
La vigilia, se subrayó, está en el centro de un fin de semana de oración y convivencia para chicos y chicas, que se reunirán en Roma del viernes 29 de septiembre al domingo 1º de octubre. «Es una hermosa colaboración al estilo sinodal», dijo la religiosa, añadiendo el principio, repetido varias veces por el Papa, de que «el camino se hace al andar».