(Kath/InfoCatólica) Casarini, de 56 años, ha sido incluido en la lista de «invitados especiales», con derecho a voz pero no a voto en el sínodo, a petición del Papa.
Casarini, conocido por su participación en la escena okupa en la década de 1990, fue líder de las «Tute Bianche» y uno de los pioneros en las protestas contra la cumbre de las principales naciones industriales en Génova en julio de 2001. Durante esas protestas, que a veces fueron violentas y enfrentadas con dureza por la policía italiana, un manifestante fue asesinado a tiros por un policía y más de 500 personas resultaron heridas.
En los últimos cinco años, Casarini ha estado trabajando en la organización «Mediterranea Saving Humans», dedicada a salvar a inmigrantes en apuros en el mar. También participará en la «Cumbre Mediterránea» en Marsella, donde el Papa Francisco pronunciará un discurso a finales de septiembre.
Casarini ha declarado que conoce bien al Papa y que este le ha ayudado en sus esfuerzos por rescatar a los migrantes. Su trabajo con los refugiados le ha permitido conocer a muchos sacerdotes comprometidos, religiosas y voluntarios en las parroquias, lo cual lo ha acercado a la fe cristiana y le ha hecho comprender que el amor al prójimo debe ser la base de la acción. Según él, «el amor es el arma más poderosa».
Casarini es el único representante de una organización benéfica no eclesiástica que asistiráen octubre al Sínodo sobre sinodalidad en el Vaticano. Su participación se enmarca en los esfuerzos del papa Francisco por acercar la Iglesia a los marginados y a los pobres, y su intención de promover cambios significativos en el mundo.