(Agencias/InfoCatólica) El tiroteo empezó pasadas las nueve de la noche. En ese momento, comenzaron a recibirse las primeras llamadas de auxilio a los bomberos y la Policía, que desplazaron a la zona gran cantidad de ambulancias y servicios de emergencia. Los primeros agentes de Policía llegaron muy rápido, ya que se encontraban por casualidad cerca del lugar. Cuando la policía entró en el local, primero encontró los muertos y luego oyeron un disparo. En la parte superior del edificio, hallaron al autor de los disparos muerto.
Según fuentes de seguridad citadas por los medios locales, se parte de la base de que se trató de un acto aislado y no hay indicios de que fuera un acto de terrorismo.
El alcalde de Hamburgo, Peter Tschentscher, ha expresado su consternación por lo ocurrido y expresado su más sentido pésame a los familiares de las víctimas. Por su parte, el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, calificó el suceso como un «un acto de violencia brutal»,
La congregación de la iglesia de los Testigos de Jehová celebraba una reunión semanal consagrada al estudio de la Biblia y se desconoce cuántas personas asistían al mismo. Toda la zona fue acordonada y las fuerzas de seguridad pidieron a la ciudadanía que «evitara la zona», aunque una vez quedó claro que el crimen no era un acto terrorista, la situación volvió a la normalidad.
Todavía se desconocen las causas del autor del crimen, que no tenía antecedentes penales, aunque cabe pensar que son de origen personal, no ideológico.