(CC/InfoCatólica) El obispo Paul Dempsey, que dirige la diócesis de Achonry desde 2020, advirtió a los fieles de su diócesis de la «necesidad de abandonar algunas de las formas familiares con las que hemos vivido la vida parroquial en el pasado.»
«La crisis se ha hecho muy real», escribió en una carta pastoral de Cuaresma. «La última ordenación sacerdotal en la diócesis fue en 2013. Actualmente no tenemos ningún alumno estudiando para el Sacerdocio».
«Hasta 2022, teníamos un sacerdote residente en cada parroquia, sin embargo, esto ahora ha cambiado, y lamentablemente ya no podremos proporcionar un sacerdote residente en cada parroquia», continuó. «En el mejor de los casos, dentro de 10 años habrá 12 sacerdotes en las 23 parroquias de nuestra diócesis. Es importante que seamos plenamente conscientes de esta realidad y de sus implicaciones. Nunca antes habíamos llegado a esto».
Abandono de la fe
Irlanda es quizás uno de los países más afectados por el descenso de seminaristas que se da a nivel global. El otrora país católico ha visto como la fe ha dejado de formar parte de la vida de gran parte de sus habitantes, tal y como quedó demostrado por la aprobación de la legalización del aborto en un referéndum celebrado en el año 2018. La crisis de crebidilidad de la Iglesia en Irlanda por los casos de abusos sexuales por parte del clero ha contribuido al desplome de la fe en la nación.
Los sacerdotes se mueren
El enero del año pasado se hizo público el dato de que uno de cada cinco sacerdotes irlandeses habían fallecido en los tres años anteriores