(Gènéthique/InfoCatólica) La AMM indicó que los cuidados deben tener en cuenta «los aspectos físicos, psicológicos, sociales y espirituales o existenciales de las enfermedades incurables y otras condiciones al final de la vida».
La asociación también recuerda que «sigue oponiéndose firmemente a la eutanasia y al suicidio asistido por un médico» (véase Eutanasia: la Asociación Médica Mundial resiste a las presiones de Canadá y Holanda) y formula recomendaciones.
Preservar la dignidad y la libertad
La declaración destaca la importancia de los cuidados paliativos. Es «parte de la atención médica de calidad». Su objetivo «es preservar la dignidad y la libertad del paciente a pesar de los síntomas angustiosos», dijo la AMM.
«La formación de los profesionales sanitarios debe incluir la enseñanza de los cuidados al final de la vida». Además, «se anima a los gobiernos y a las instituciones de investigación a invertir más en el desarrollo de tratamientos para mejorar la atención al final de la vida». La AMM también recomienda que las asociaciones médicas nacionales se opongan a «leyes o reglamentos que restrinjan indebidamente a los médicos para que proporcionen un tratamiento intensivo y clínicamente sólido de los síntomas al final de la vida, de acuerdo con las buenas prácticas».
No provocar intencionadamente la muerte
La asociación reitera su interés por el tratamiento del dolor. Afirma que «los médicos deben asegurarse de que el paciente reciba el tratamiento adecuado para el dolor y el malestar (...) para garantizar que el sufrimiento físico o mental innecesario no influya en la toma de decisiones».
En algunos casos, y como último recurso, la AMM acepta que se ofrezca una sedación profunda. Sin embargo, insiste en que «nunca debe utilizarse para causar intencionadamente la muerte del paciente y debe reservarse para los pacientes al final de la vida». El médico también debe «procurar obtener el consentimiento informado del paciente o, en su defecto, de su representante sanitario».
Informar al paciente y la familia
La AMM también insiste en informar al paciente y a sus familiares. «La comunicación entre ellos y los miembros del equipo sanitario es uno de los pilares fundamentales de la atención sanitaria de calidad al final de la vida», dice. Por lo tanto, se invita a los médicos a discutir con sus pacientes en todo momento, para informarles sobre la evolución de la enfermedad, así como sobre los tratamientos y las posibilidades de alivio. Estas conversaciones «deben repetirse regularmente para tener en cuenta cualquier cambio en los deseos del paciente».
Responder a las necesidades de los pacientes
Para conocer los deseos de los pacientes, la AMM les anima a redactar directivas anticipadas por escrito o a designar un representante.
Hay que respetar la autonomía de los pacientes. Sin embargo, «si un paciente expresa su deseo de morir o sus pensamientos suicidas, el médico tiene el deber de entablar una conversación abierta y confidencial con el paciente para comprender los motivos y las razones de estos pensamientos».
«Los recursos psicológicos, sociales y espirituales [deben estar] a disposición de los pacientes y sus seres queridos para ayudarles a afrontar la ansiedad, el miedo y la tristeza asociados al final de la vida», añadió la AMM. La asociación también recomienda que se proporcione apoyo en el duelo después de la muerte.