(NCRegister/InfoCatólica) El cardenal Gerhard Müller advierte que la Iglesia católica se enfrenta a «una toma de posesión hostil» por parte de personas que «piensan que la doctrina es como el programa de un partido político» que se puede cambiar con votos.
Eminencia, gracias por estar aquí. En los últimos dos años, la Iglesia ha estado preguntando a los católicos de todo el mundo, y a los no católicos, podríamos añadir, sobre sus deseos en la Iglesia y sobre la Iglesia. Ahora, estos informes nacionales han sido enviados a Roma. A nivel internacional, una media de entre el 1% y el 10% de los católicos bautizados han participado realmente en esos grupos de discusión sinodales, para un grupo tan poco representativo. ¿Significan mucho estas encuestas nacionales? ¿Reflejan realmente lo que más preocupa a los católicos?
Creo que el enfoque es erróneo... Tenemos que escuchar la palabra de Dios. Y luego ponerla en práctica. ...
Las preocupaciones de estos informes son curiosas. En Inglaterra, Irlanda, Francia y otros países, citan la necesidad de una Iglesia más acogedora, Su Eminencia. En particular, la síntesis identifica la comunidad «LGBTQ», los católicos divorciados, las mujeres en la Iglesia. En lo que respecta a la comunidad «LGBTQ», el informe de Estados Unidos afirma lo siguiente: «La esperanza de una Iglesia acogedora se expresó claramente con el deseo de acompañar, con autenticidad, a las personas LGBTQ+ en sus familias. Para ser una Iglesia más acogedora, hay una profunda necesidad de un discernimiento continuo de toda la Iglesia sobre cómo acompañar mejor a nuestros hermanos y hermanas LGBTQ+». ¿Qué opina de esta atención a la comunidad «LGBTQ»? ¿Y cómo cree que el sínodo en marcha se hará cargo de esas preocupaciones?
El objetivo de esta ideología... era instrumentalizar, aparentemente, a la Iglesia católica, para promover sus propias ideas. Pero en realidad todas las personas son bienvenidas en la Iglesia; pero primero deben arrepentirse de sus pecados y cambiar su vida según los mandamientos de Dios. Lo mejor para nosotros, los seres humanos, es seguir el camino de Jesucristo y cambiar nuestra vida según sus mandamientos y el Evangelio de Jesucristo.
Estos informes, todos parecen tender en la dirección dar a las mujeres un liderazgo más fuerte y una mayor presencia en la toma de decisiones. Los australianos piden específicamente que continúe la discusión sobre la ordenación de mujeres y las diaconisas. Ahora bien, ¿esta cuestión de la ordenación femenina no ha sido resuelta por los últimos pontificados, incluido el del Papa Francisco?
En la Iglesia no tenemos nada que ver con el poder político, ni con la autorrepresentación, sino que tenemos que seguir la voluntad de Dios y ser responsables de la salvación de toda la humanidad; y tenemos que cooperar con la voluntad de Dios. Tenemos la misión de Jesucristo, de conducir a todos hacia la salvación, hacia Jesucristo, que es el único Redentor, no a la autocreación, a la auto-redención. Todas [esas ideas] están manipuladas por la ideología, y eso no tiene nada que ver con el Evangelio y la doctrina de la Iglesia Católica.
Usted fue presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano. ¿Qué debe pensar al ver cómo está creando un sistema en el que toda esa doctrina parece estar en juego?
El fundamento de la Iglesia es la palabra de Dios como revelación ... no nuestras extrañas reflexiones. ... Esta [agenda] es un sistema de autorrevelación. Esta ocupación de la Iglesia católica es una toma de posesión hostil de la Iglesia de Jesucristo. ... Con leer una sola página del Evangelio, se verá que no tiene nada que ver con Jesucristo ... [en ese sistema] piensan que la doctrina es solo como el programa de un partido político, que ellos pueden cambiar de acuerdo con sus votos.
Su Eminencia, el cardenal Mario Grech, que es el secretario general del Sínodo de los Obispos, habló ante 200 líderes católicos de Estados Unidos el mes pasado en Roma. Habló de «temas complicados» –así los llamó–, como el de los divorciados vueltos a casar que reciben la Comunión, el de la bendición de las parejas del mismo sexo, y dijo lo siguiente: «No hay que entenderlos simplemente en términos de doctrina, sino en términos del encuentro permanente de Dios con los seres humanos. ¿Qué tiene que temer la Iglesia si a estos dos grupos de fieles se les da la oportunidad de expresar el sentido íntimo de las realidades espirituales que ellos experimentan? Podría ser una oportunidad para la Iglesia de escuchar al Espíritu Santo que habla también a través de ellos». ¿Qué piensa cuando escucha eso? ¿No es poner a la doctrina en contra de la experiencia continua de Dios con la humanidad?
Eso es la hermenéutica del viejo protestantismo cultural; y asimila el modernismo: es poner la experiencia individual al mismo nivel que la revelación objetiva de Dios. [Es decir que] Dios no es para ti más que un muro en el que puedes proyectar tus propias ideas, y es hacer cierto populismo en la Iglesia; y seguramente todos los que están fuera de la Iglesia y quieren destruir la Iglesia Católica y sus fundamentos, se alegran mucho de estas declaraciones. Pero es obvio que está absolutamente en contra de la doctrina católica. Tenemos la Revelación de Dios en Jesucristo. Y está definitivamente cerrada y terminada en Jesucristo. ... Esto es absolutamente claro: que Jesús ha hablado de la indisolubilidad del matrimonio. ¿Y cómo es posible que el cardenal Grech sea más inteligente que Jesucristo, de dónde toma su autoridad para relativizar, subvertir lo que Dios dice?
Tengo que decir que me conmuevo cuando le oigo decir –usted acaba de estar en un consistorio, del que hablaremos en un momento– que cree que el proceso sinodal se está convirtiendo en una toma de poder hostil de la Iglesia, en un intento de destruir la Iglesia. ¿Es así como lo ve?
Si tuviera éxito [esa agenda, ese sistema, ese proceso manipulado por ideologías ajenas a la Iglesia, el protestantismo, el modernismo...] sería el fin de la Iglesia Católica. Y debemos resistirlo como a los antiguos herejes del arrianismo, cuando Arrio pensaba, según sus ideas, ¿qué puede hacer Dios y qué no puede hacer? Eso es el irracionalismo: es el hombre, su intelecto, quien decide lo que es verdadero y lo que es falso.
Todos estos informes nacionales se están sintetizando en un documento de trabajo, conocido en Roma como instrumentum laboris. Este documento sigue perfeccionándose, pero, en última instancia, guiará todas estas discusiones del sínodo de Roma. Está siendo redactado por la dirección del sínodo y el comité asesor y un grupo de aproximadamente 20 personas llamadas expertos. Se trata de laicos, religiosas, sacerdotes católicos y un arzobispo. ¿Quiénes son estas personas y por qué han sido elegidas para elaborar este documento de trabajo? ¿Por qué no un grupo de cardenales para hacerlo?
Están soñando con otra iglesia que no tiene nada que ver con la fe católica ... y quieren abusar de este proceso, para desplazar a la Iglesia Católica - y no sólo en otra dirección, sino hacia la destrucción de la Iglesia Católica ... Nadie puede hacer un cambio absoluto y sustituir la doctrina revelada de la Iglesia, pero tienen estas ideas extrañas, como si la doctrina fuera sólo una teoría de algunos teólogos.
La doctrina de los apóstoles es un reflejo y una manifestación de la Revelación de la palabra de Dios. Tenemos que escuchar la palabra de Dios en la autoridad de la Santa Biblia, de la tradición apostólica y del magisterio. Y todo lo que el Concilio dijo antes: que no es posible sustituir la Revelación, dada una vez y para siempre en Jesucristo, por otra revelación.
¿Por qué cree que el Papa permite esto?
Es una pregunta difícil. Pero no puedo entenderlo. Debo decirlo abiertamente, porque la definición del Papa es, y [basada en] el Concilio Vaticano y también en la historia de la teología católica, que tiene que garantizar la verdad del Evangelio y la unidad de todos los obispos, y en la Iglesia, en la verdad revelada. Y se le preguntó a Pedro, y a todos los apóstoles: «¿Quién es Jesucristo? ¿Es un profeta o es un nuevo Elías, otro religioso?». Y Pedro dijo: «Tú eres Cristo, el Hijo de Dios vivo». Y en esta confesión se incluyen todas las demás verdades de los misterios de la fe católica o cristiana: La Trinidad, la encarnación, la gracia y los sacramentos. Todo está aquí incluido.
Eminencia, todos los días escucho a pastores protestantes, a rabinos judíos, sobre la importancia, la forma en que consideran la importancia de la Iglesia Católica, porque es el centro. Y dicen que tenemos que rezar por la Iglesia, que se mantenga, porque si la Iglesia se desmorona, todos nos desmoronamos de alguna manera. Quiero mostrarles algo: esta semana, la cuenta oficial de Twitter del sínodo del Vaticano tuiteó lo siguiente del cardenal Grech en relación con el sínodo y el Concilio Vaticano II. Dijo: «Una correcta recepción de la eclesiología del concilio está activando procesos tan fecundos como para abrir escenarios que ni siquiera el concilio había imaginado, y en los que se manifiesta la acción del Espíritu que guía a la iglesia» ¿Qué significa esto para usted?
Eso viene de la autoridad del Cardenal Grech, su propia revelación para él. Y no sólo esto: Es una teoría sobre los llamados procesos, que están superando la Revelación. Y cualquiera que haya estudiado el primer semestre de sociología sabe que la Iglesia y las autoridades en la Iglesia no pueden cambiar la Revelación ...para fundar una nueva iglesia según ciertas cosas y luego justificar todo hablando del Espíritu Santo. El Espíritu Santo no es una forma de presbiterianismo, o cualquiera de estos movimientos pneumáticos de fuera de la Iglesia Católica ... que sustituye a Jesucristo. Es el Espíritu del Padre y del Hijo y el Espíritu Santo que nos introducirá en las verdades plenas, pero dichas para siempre, reveladas en Jesucristo, y por tanto no es un impulso para un proceso que nos lleva al final contra la Revelación; es decir, tenemos un Credo Apostólico claro. Me pregunto cómo alguien como el cardenal Grech se presenta como una super autoridad, cuando no es un teólogo reconocido, no tiene ninguna importancia en la teología académica, y me preocupa que esté presentando una nueva hermenéutica de la fe católica sólo porque es el secretario del sínodo, que no tiene ninguna autoridad sobre la doctrina de la Iglesia; y todos estos sínodos de los obispos; el proceso no tiene ninguna autoridad, de ninguna manera una autoridad magisterial.
Quiero mostrarle algo de la semana pasada, se subieron varias fotos a la página de Facebook del Sínodo del Vaticano, ilustrando el Sínodo sobre la Sinodalidad. Una de ellas, en la que aparecía una mujer sacerdote en un lugar destacado, junto a un joven con una camiseta del «orgullo gay», recorrió todas las redes sociales. La ilustración dice: «Somos los jóvenes del futuro. Y el futuro está animando ahora esta floreciente misión que es más grande que cualquiera de nosotros. Deseamos estar en los consejos consultivos y tomar decisiones». Ahora bien, esta ilustración tenía la marca de agua del Sínodo de los Obispos en la esquina superior. ¿Qué dice sobre esto, Su Eminencia, y cómo se ve esto en Roma?
Esto es un deseo de tomar el control, un poder que no existe, un deseo de ser más inteligente que Dios mismo. Es como la forma marxista de crear la verdad mediante la presentación de su propio poder. ... Tienen la intención de sustituir sus propias ideas subjetivas, contra la realidad revelada de Jesucristo, lo que es el [camino a la] destrucción de la Iglesia Católica.
¿Es una jugada para el Vaticano III? ¿Es eso lo que intentan aquí, crear una especie de Vaticano III de la cultura pop?
Sí, ciertamente lo es. Es muy sorprendente que se permita bajo la autoridad, en este contexto, del Vaticano. Y da la impresión de que es realmente posible que la Iglesia [pueda cambiar] ... [que los organizadores del sínodo] están autorizados a ser la audiencia del Espíritu Santo, y el Espíritu Santo es sólo una función para ellos. ... No tiene nada que ver con el Espíritu Santo, que se revela como el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo ... y esto es una manera de socavar la fe católica y la Iglesia católica.
Le molestó que, en este consistorio, no se mencionara al cardenal Joseph Zen, que está siendo juzgado en estos momentos, detenido bajo falsas acusaciones por los comunistas chinos. Su nombre no fue evocado en el consistorio. No hubo ninguna iniciativa de oración. De hecho, el Papa, cuando se le preguntó si pensaba que era una violación de la libertad religiosa, el arresto del Cardenal Zen, dijo lo siguiente: «Calificar a China de antidemocrática, no me parece. Porque es un país muy complejo, con sus propios ritmos. Sí, es cierto que hay cosas que nos parecen poco democráticas. Eso es cierto. El cardenal Zen, que es mayor, irá a juicio dentro de unos días, creo. Dice lo que siente; uno siente que ahí hay limitaciones». Su reacción: ¿Por qué el Vaticano está tan decidido?
China no es un sistema democrático; no respetan los derechos humanos básicos de la vida y la libertad. Y por otro lado: Nadie necesita 100 años para entender a China, esta cultura, porque todos los chinos son seres humanos como nosotros. Y estamos convencidos de que todos los seres humanos son iguales en dignidad. Y todo el mundo está llamado por Dios, a convertirse en hijo e hija de Dios. ... La Iglesia es una Iglesia universal en todo el mundo. Tenemos que defender los derechos humanos básicos y nuestro derecho absoluto a predicar el Evangelio a todo el mundo; y por lo tanto, pensamos que todos son hermanos y hermanas, y en Jesucristo, y especialmente tenemos que defender, también, a nuestros propios hermanos y hermanas en Cristo, especialmente a los altos representantes de la Iglesia. El cardenal Zen no es sólo un representante de la Iglesia, sino también un representante de la libertad del pueblo chino y de la dignidad del ser humano. ... Y no podemos esperar que estos políticos, desde Pekín hasta Moscú, pasando por Bruselas y Washington, puedan redimir al mundo [para arreglar las cosas]; estos políticos son responsables de la situación en la que nos encontramos ahora ... de una posible guerra atómica. Y por lo tanto, nuestro Redentor, nuestra ayuda, es Dios, y estos políticos son responsables del caos en el que nos encontramos.