(Katolisch/InfoCatólica) Muchos empleados de centros sanitarios y asistenciales católicos estarían dispuestos a asistir en casos de suicidio asistido. Así lo sugiere una encuesta publicada el miércoles en la diócesis de Essen. El especialista en ética médica Florian Jeserich encuestó a 300 profesionales de centros sanitarios católicos, según informó la diócesis. La mayoría de los encuestados, concretamente el 40%, considera que el suicidio asistido es aceptable en todos los casos.
Un grupo más pequeño, el 15%, según Jeserich, considera incluso que es cristiano permitir el suicidio asistido en instalaciones cristianas. Otro 30% estaría de acuerdo solo en casos excepcionales. El 10% de los encuestados rechaza por principio el suicidio asistido en contextos cristianos. El 5% restante está indeciso. Se da por hecho que si se hace la misma encuesta en todo el país, los resultados no serían muy diferentes.
Jeserich destacó que el temor más mencionado por los encuestados era que pudieran optar por el suicidio asistido personas que no quisieran ser una carga para sus familiares o la sociedad. El argumento más insistente a favor del suicidio asistido es la opinión de que la muerte autodeterminada es un derecho personal que debe ser protegido.
La Iglesia debe dejarse convencer
Al mismo tiempo, los entrevistados manifestaron sus claras expectativas respecto a las iglesias. Junto con el Estado, tienen la responsabilidad de desarrollar una mejor prevención del suicidio. «Más de la mitad de los encuestados desearía que las iglesias llevaran a cabo un discurso ético abierto que incluyera también la posibilidad de examinar o cambiar posiciones anteriores», dijo Jeserich.
Muchos espera que los responsables eclesiásticos examinaran las posturas contrarias y, en caso necesario, se dejen convencer por los argumentos. «Si se excluye un cambio de actitud por principio a nivel individual, esto se experimenta como una negativa a hablar», dice el médico especialista en ética. «Citar la tradición de la Iglesia ya no se acepta como justificación suficiente. La gente quiere que se le dirija con argumentos», sentenció.
En 2020, el Tribunal Constitucional Federal anuló la prohibición del suicidio asistido y declaró la existencia de un derecho fundamental a la muerte autodeterminada, independientemente de la edad o la enfermedad. Al mismo tiempo, los jueces instaron al poder legislativo a prevenir los abusos mediante instrumentos de protección. A mediados de junio, el Bundestag debatió en primera lectura tres proyectos de ley, que ahora se siguen debatiendo en las comisiones especializadas. Las iglesias están debatiendo si el suicidio asistido debe ser tolerado en los centros asistenciales u hospitales cristianos. La Iglesia protestante ha adoptado diferentes posturas al respecto, mientras que los obispos católicos han dado un «no» inequívoco.