(InfoCatólica) El Cardenal Jean-Claude Hollerich, Relator General del Sínodo, aclaró que cree «firmemente en la tradición de la Iglesia, y creo que lo importante en este proceso es no cambiar la doctrina».
Quedan lejos sus palabras de febrero, en las que «pontificaba» que la enseñanza actual de la Iglesia sobre la homosexualidad era «errónea» y que el «fundamento sociológico-científico» de esa enseñanza, sobre el que «antes se condenaba como sodomía... ya no era correcto».
Aquello llevó a diversas personalidades a pedir una intervención de la Congregación para la Doctrina de la Fe aclarando las barbaridades del cardenal jesuita.
Las declaraciones del cardenal no han tranquilizado a los fieles católicos, más bien todo lo contrario. La experiencia de cómo se han gestionado sínodos como el de la familia o la Amazonia es muy reciente. Las declaraciones del cardenal jesuita y de otros jesuitas han ido por la dirección opuesta. Los mensajes tipo «no cambia la doctrina más bien...» ya se sabe lo que quieren decir.
Que con normalidad se haya preguntado sobre el asunto, ya es un indicador del estado de opinión de los fieles frente al equipo que maneja un sínodo que se ha querido presentar como la «voz del pueblo» y que no ha suscitado el más mínimo interés fuera de los «católicos profesionales».
Presentación de la Fase Continental del Sínodo
El pasado viernes 26 de agosto se presentó en la Oficina de Prensa de la Santa Sede la segunda etapa del proceso sinodal, la Fase Continental del Sínodo sobre la Sinodalidad, sobre el tema: «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión».
Esta presentación contó con la participación, entre otros, del Cardenal Jean-Claude Hollerich, Arzobispo de Luxemburgo y Relator General de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
Al final de la rueda de prensa, durante el turno de preguntas y respuestas, el Cardenal fue consultado acerca del sensus fidei y de la posición de la Iglesia Católica respecto a los actos homosexuales.
El Cardenal dijo que cree «firmemente en la tradición de la Iglesia, y creo que lo importante en este proceso es no cambiar la doctrina».
También destacó que es importante «escuchar a todos, escuchar el sufrimiento de las personas» para llegar a un cambio «no de doctrina, sino de actitud».
«Somos una Iglesia donde todos pueden sentirse como en casa. No estoy a favor de cambiar ninguna doctrina, estoy a favor de una Iglesia donde todo el mundo pueda sentirse bienvenido», subrayó a continuación.
Asimismo, aseguró que «ser bienvenido no significa que no pueda haber discusiones o diferentes posiciones, pero si cerramos la puerta a las personas, empujamos a esas personas fuera de la oración, y eso es algo que no queremos».
El Purpurado agradeció la oportunidad para aclarar este tema y añadió que él no tiene una agenda personal para este Sínodo: «Tengo una misión concreta del Papa, que es escuchar y servir», dijo ante los periodistas.
Además, expresó su deseo de que este cambio de actitud se realice durante el proceso sinodal, y dijo que está «abierto, estoy escuchando y no impongo ninguna agenda».
Durante su intervención, el Purpurado explicó que el 98% de las 114 Conferencias Episcopales del mundo cuentan ya con un equipo sinodal, lo que ha dado lugar a 100 síntesis con propuestas de diferentes países.