(CopeReligión/InfoCatólica) La Santa Misa fue posible gracias a una invitación por parte de la Iglesia Reformada de Ginebra en el año 2020, pero la pandemia obligó a posponerla.
Desde la catedral afirmaron que esta celebración ha sido resultado de la «fructífera colaboración ecuménica» y la «confianza mutua» entre ambas iglesias .
El sacerdote católico Pascal Desthieux destacó que «el Evangelio une a la gente, pero mantenemos nuestra identidad». La misa incluyó el rito de la imposición de la ceniza y una oración por Ucrania.
El templo fue la sede de los obispos católicos de Ginebra desde el siglo IV hasta la «Reforma» Protestante. La última Misa celebrada en la catedral tuvo lugar el 8 de agosto de 1535. Después, el edificio fue tomado por las «Iglesias» Reformadas de Juan Calvino, que destruyó las estatuas y pinturas de la catedral, y prohibió el culto católico.
El P. Pedro Estaún escribió en la Revista Palabra:
El turista no encuentra en su visita ningún elemento que pueda invitar a la oración, aunque continúa conservando la majestuosidad de un templo religioso. En las frías paredes, exentas de imágenes y cuadros, se encuentran sin embargo placas en las que se recuerdan algunos de los acontecimientos ocurridos en estos siglos. En uno de ellos aparece en perfecto latín el siguiente texto: «En el año 1535 abatida la tiranía del anticristo romano y abolida la superstición, la Santa religión de Cristo ha sido restablecida en su pureza…». Un altar de grandes dimensiones preside la nave central y se encuentra vacío aunque en él aparece en ocasiones una Biblia de gran tamaño. En un lugar discreto se conserva un sencillo sillón con la indicación «Silla de Calvino».