(SIR) La votación de hoy de los primeros textos relativos a las cuestiones del poder en la Iglesia y la participación de los laicos en el nombramiento de los obispos mostrará el nivel de consenso entre los 230 delegados de la Conferencia Episcopal y del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZDK).
Se necesita la aprobación de «dos tercios de los obispos» para «seguir el camino de la reforma», explicó en rueda de prensa la presidenta del ZDK, Irme Stetter-Karp. A continuación, se entenderá si «los obispos quieren seguir la reforma con nosotros».
Si no se alcanza este umbral, se detendrá el trabajo para entender cómo proceder de forma consensuada. «Mientras buscamos cambios en nuestras propias estructuras, necesitamos que los obispos se comprometan a llevar a cabo las reformas», añadió el biblista Thomas Söding.
El celibato, objetivo a derribar
Entre los temas que se han tratado estos días está el del celibato sacerdotal: «El sacerdocio célibe es un gran tesoro. Lo vivo con gusto y siento su valor», dijo el obispo Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, en respuesta a una pregunta. «Pero no es la única forma en que se vive en la Iglesia», dijo, refiriéndose a la experiencia de la Iglesia católica oriental, donde los sacerdotes casados son «una ventaja».
El Sínodo de la Amazonia ya ha «abordado la cuestión de forma detallada», continuó explicando Mons. Bätzing, añadiendo que: «Nos unimos a un movimiento que lleva mucho tiempo en marcha incluso más allá de Alemania».
En el mismo sentido se ha pronunciado el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich, en una entrevista con el medio alemán Süddeutsche Zeitung: «algunos sacerdotes estarían mejor si estuvieran casados. No solo por razones sexuales, sino porque sería mejor para sus vidas y no estarían solos». Según el purpurado, y a pesar de que cientos de miles de sacerdotes lo viven en todo el mundo sin mayor problema y con fidelidad a Cristo, el celibato sacerdotal como forma de vida es «precario. Al menos les sigo diciendo eso a los sacerdotes jóvenes».
Advertencia de cisma
Mientras tanto, coincidiendo con el inicio de la tercera sesión de la Asamblea sinodal, el grupo de católicos alemanes que denunciaron la deriva de la Iglesia en su país ha escrito una carta abierta a 2.000 obispos católicos de todo el mundo advirtiendo de un cisma inminente en la iglesia. La carta se titula «Siete preguntas a la Iglesia católica en Alemania». y advierten que se está dando «nueva forma radical de pensar sobre la autodeterminación » que amenaza con llevar a la iglesia alemana a un cisma.