Jérôme Lejeune, el genetista católico que cambió la visión del mundo sobre el síndrome de Down
Dr. Jérôme Lejeune. © Fundación Jérôme Lejeune

Ciencia y Fe

Jérôme Lejeune, el genetista católico que cambió la visión del mundo sobre el síndrome de Down

El doctor Jérôme Lejeune fue reconocido por el Papa Juan Pablo II por la heroicidad de sus virtudes como doctor genetista y defensor de la vida.

(ACIPrensa/InfoCatólica) La historia recuerda a este doctor como el descubridor de la trisomía del par cromosómico 21, cuya existencia es la causante del síndrome de Down. Este descubrimiento fue reconocido por el mundo científico en el año 1958 y fue hecho público al año siguiente.

Lejeune era de origen francés, nació en Montrouge en junio de 1926. A pesar de su descubrimiento científico y de todas las evidencias que encontró para definir la presencia de esta variación cromosómica, nunca pensó en usarlo para decidir si estaba en sus manos acabar con una vida o no, nunca pensó en que podía encargarse de hacer una selección de las personas que debían o no nacer, por el contrario, siempre defendió la vida y se promulgó en contra del aborto.

A pesar de lo importante de su descubrimiento, su postura en contra del aborto fue para muchos la causa de que no recibiera el Premio Nobel de Medicina en 1970.

Aude Dugast, postulador de la causa de su canonización, declaró para National Catholic Register, que Lejeune «nunca dudó y su fe creció a la par con su inteligencia y su conocimiento científico».

«Todo su ser estaba orientado hacia la búsqueda de la verdad. Como resultado, utilizó su inteligencia científica y espiritual para descubrir los misterios del mundo creado con el gran mérito de poder transmitirlo al mundo en palabras sencillas y con gran humildad».

«Él combinaba las capacidades del siervo de Dios con una caridad heroica porque tenía un amor incondicional por sus pacientes que demostró cuando se trataba del aborto de niños con síndrome de Down».

«No siguió el espíritu de la época. Su moral estaba a salvo. Y eso es heroico porque sabía que se iba a meter en muchos problemas por hacerlo, lo sabía. Pero dijo que él era el defensor natural de esos niños porque no podían defenderse solos.

Siempre ue un hombre tranquilo y gentil, reconocido como el verdadero defensor de la vida. Ésta es la marca de su naturaleza heroica que veía en el paciente una persona hecha a imagen de Dios y siempre tuvo una mirada de amor y esperanza para el paciente y los padres.»

Agregó tener muchos testimonios de padres que «estaban abrumados por la forma en que Lejeune le dio la bienvenida a su hijo y lo miró. Les ayudó a mirar a su hijo con discapacidad con renovado amor«.

Al mismo tiempo «luchó para que se reconocieran los derechos de todos los niños por nacer y no dudo de sacrificar su propia carrera por esta causa».

Al demostrar que se trataba de una enfermedad cromosómica, Lejeune revolucionó la visión que la sociedad tenía de las familias y les devolvió su dignidad. Los liberó del peso de la sospecha y la fatalidad».

Aude Dugast hizo énfasis en los logros de Lejeune en el campo de la genética sin perder sus convicciones de fe, «logró que la genética se volviera una disciplina por derecho propio», creó los primeros certificados citogenéticos, fue el primer profesor de la primera cátedra académica de genética en Francia. También fue decano de la Universidad de Medicina de París.

Se dice que fue el padre de la genética moderna. Todos los genetistas de Francia durante 30 años fueron sus alumnos. Tuvo un impacto enorme, no solo en Francia, sino también en Estados Unidos y en todo el mundo.

Demostró que la fe y la ciencia van de la mano, que para ser un gran científico no hay necesidad de dejar de lado la fe. La inteligencia de Jérôme Lejeune está verdaderamente en el corazón de su santidad.

Dugast cuenta que su esposa también fue una parte importante de la vida del doctor. «Jérôme Lejeune no hubiera sido el hombre que conocemos si la señora Lejeune no hubiera estado a su lado, aunque solo sea en un nivel muy simple. La señora Lejeune era una especie de pura fuerza vital, y Jérôme era un científico, un poeta, que también era muy concreto, pero que no tenía la fuerza vital de la señora Lejeune.

Lejeune se tomó en serio la fe de su bautismo y el Evangelio. Se dejó llevar por las circunstancias de la vida, por sus encuentros con estos niños. Y cuando otras circunstancias de la vida le pidieron que traicionara este compromiso médico, del juramento hipocrático, dijo que no, soy médico y es prueba de inteligencia que un embrión es un ser humano que un médico debe tratar.

Muchas personas del mundo científico y muchas de las personas a quienes ayudó Lejeune antes de fallecer, esperan con ansias que sea reconocido y no dudan de que se pueda producir el milagro para su canonización.

6 comentarios

Ramón montaud
"Demostró que la fe y la ciencia van de la mano, que para ser un gran científico no hay necesidad de dejar de lado la fe."
Si los científicos fuesen los que determinará las leyes con la perspectiva de D.Jérôme Lejeune no se daría el caso de que el embrión o feto con el síndrome de Donw fuese una del as causas para abortar.
4/12/21 5:45 PM
Marta de Jesús
Perdió el Nobel. Ganó el cielo.
Nada más que añadir.

Señor, danos su valor.
Resto fiel 💓✝️🕊️🛐
4/12/21 9:12 PM
Mª del Pilar
¡Perdio el Nobel y ganó el cielo! ¡Que grande es esto!!
Ahora no son premios lo que se pierde por decir la verdad, puede ser el trabajo o...Cada vez es peor, es la falta de libertad, de conciencia, de movimiento, de...
¡Dios mío, ven cuanto antes, ven, ven, que te esperamos!!

4/12/21 10:14 PM
Tarci
Desde el Genesis hemos visto la incapacidad de Adan y Eva de revonocer su culpa y de hecharla al otro.
Aqui los lectores hemos conocido una Iglesia viva y vibrante y en el catecismo nos mostraron las clases de culpa..la ignorancia invencible, la culpable y la no culpable.
Cojocimos la historia de la Esclavitud del Pueblo de Dios y vemos como adherirnos al relato mentiroso sobre la salud de la inoculacion las naciones europeas estan viviendo un totalitarismo que les arranca la libertad a quienes no aceptan el inoculante.
Ala Congregacion de la Fe nos ha dejado a cada alma decidir en lugar de impedirnos inocularnos informacion genica a nuestro Cuerpo Templo del Espiritu Santo sin saber los efectos secundarios corto mefiano y largo plazo..
Viendo que EL PRINCIPIO ETICO DE PROPORCIONALIDAD DE UN TRATAMIENTO CON LA SALUD DE UN INDIVIDUO SEA UN NINO O UN JOVEN O UNA MUJER EMBARAZADA sobreviria 99 porciento al enfernedad virica estamos sometiendo a l cuerpo a la esclavitud.
Vigano solicito a la Doctrina Fe revisar y modificar su conclusion de hace un año considerando la tasa de mortalidad y efectos registrados a a causa de esa inoculacion y muchos cientificos que gritan como San Juan en el Desierto a gobiernos y la gente citando Juramento a Hipocrates
5/12/21 9:41 AM
maru
Un gran hombre, al igual que un gran católico.
5/12/21 1:32 PM
Maria
Gracias, Dr Lejeune por su ejemplo de coherencia y buen católico.
5/12/21 4:15 PM

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