(Agencias/InfoCatólica) Con 65 votos por el sí y 78 por el no, la Plenaria de la Cámara de Representantes archivó el proyecto que buscaba reglamentar el denominado «derecho a morir dignamente» en Colombia.
El proyecto rechazado el martes planteaba como requisitos para autorizar una eutanasia el «ser mayor de 18 años de edad; presentar una enfermedad terminal o enfermedad incurable avanzada; presentar un sufrimiento causado por la enfermedad que padece; capacidad y competencia mental para expresar el consentimiento libre, inequívoco e informado; únicamente un profesional de la medicina podrá realizar el procedimiento».
En 1997, en Colombia se consideró como un derecho constitucional la eutanasia, pero ni esa sentencia, ni la resolución de 2015, ni la de este mismo año son, de suyo, leyes en firme. Por eso cada vez que se hace una solicitud para aplicar la eutanasia a alguien, un juez pueda poner marcha atrás al proceso, siendo el poder judicial quien tiene la última palabra sobre estos asuntos.
El congresista de Colombia Justa Libres y médico cirujano, Carlos Eduardo Acosta, saludó la decisión mayoritaria de hundir el proyecto que pretendía reglamentar la eutanasia.
«¡Gloria a Dios! ¡Por tercera vez logramos hundir proyecto de eutanasia en plenaria de Cámara! #EutanasiaNO. ¡La dignidad está en la vida!», publicó en su cuenta de Twitter.
Y agregó: «¡Matar no es un acto médico! Nosotros hicimos un juramento hipocrático para salvar vidas y si quieren matar a alguien, lo pueden hacer en la sala de la Corte o en un pelotón».
Dentro de las razones que argumentó Acosta estuvo que hoy día existen «el conocimiento, las capacidades, la tecnología para brindar opciones más éticas, dignas, menos violentas y menos traumáticas para gestionar el dolor de la vida de nuestros pacientes».
Por su parte, la representante de Cambio Radical, Ángela Sánchez, quien se oponía a este proyecto, manifestó que «para hablar de muerte digna debemos primero hablar de los componentes de dignidad humana y vida digna que no estamos garantizando y que sin ellos muy difícilmente le daremos a los colombianos razones para querer vivir».