(CNAd/InfoCatólica) Durante una conferencia sobre la crisis de la Iglesia y las reformas necesarias, el cardenal alemán, Presidente emérito del Pontificio Consejo para la Unidad de los cristianos, dijo que el texto alternativo analiza claramente los problemas existentes, argumenta en el espíritu del Concilio Vaticano II y propone medidas de reforma eficaces y realizables. El texto entiende la tradición como una invitación a dejarse sorprender por nuevas ideas. Es el resultado de una teología mediadora, pero no revolucionaria.
El texto alabado por Kasper es obra del obispo de Ratisbona, Mons. Rudolf Voderholzer, quien lo publicó en una nueva página web a principios de septiembre y lo marcó expresamente como una propuesta alternativa al texto básico oficial del Foro Sinodal I.
Reinventar la Iglesia
Por el contrario, el purpurado considera que la propuesta de texto oficial, que se admitirá como opción exclusiva en el Foro Sinodal I, es un intento de «reinventar la Iglesia, por así decirlo, con la ayuda de un erudito edificio teológico», al final del cual muchos se preguntan «si todo esto sigue siendo católico».
Uno de los autores del texto alternativo es el decano Wolfgang Picken, que ejerce su ministerio en Bonn. Al conocer las declaraciones del cardenal Kasper ha indicado que las mismas confirman la opinión «de que el texto oficial del Foro se basa en parte en hipótesis teológicas insostenibles y, por tanto, es probable que fracase en términos eclesiásticos mundiales. La indignación y la frustración están así preprogramadas. Provocar esto es irresponsable y pone en peligro las reformas necesarias».
Picken añade:
«El cardenal Kasper subraya la importancia del camino sinodal para encontrar soluciones que todos puedan apoyar. Así, apoya nuestra demanda de un debate abierto y controvertido. Por desgracia, los responsables sinodales se niegan a hacerlo. Para nuestra desgracia, los presidentes del foro sinodal rechazaron la petición de un miembro de discutir el texto alternativo en el foro. Así, bloquean el diálogo abierto y excluyen a grupos enteros. Algo que resulta contradictorio en un foro que se preocupa por el poder, la separación de poderes y la participación. Tenemos que sufrir repetidamente que se nos clasifique, se nos excluya y se nos calle. Esto contradice abierta y directamente el sentido de la sinodalidad y todo lo que el Papa Francisco ha planteado ante el próximo Sínodo Mundial».