Ignacio Sánchez Cámara: «Si hay un derecho a morir, habría un deber de matar»
Ignacio Sánchez Cámara. © Foto de RevistaEcclesia

Lucha por la vida

Ignacio Sánchez Cámara: «Si hay un derecho a morir, habría un deber de matar»

El doctor Ignacio es un reconocido catedrático español en Filosofía del Derecho: «Esta contraposición entre derecho y deber, además de romper todos los principios de nuestra civilización europea, creo que no encaja en nuestra Constitución».

(Ecclesia/InfoCatólica) Ignacio Sánchez Cámara, catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos, ha concedido algunas explicaciones y puntos de vista al portal de Ecclesia respecto a la eutanasia: «Si hay un derecho a morir, habría un deber de matar por parte del médico, y esa contraposición entre derecho y deber, además de romper todos los principios de nuestra civilización europea, creo que no encaja en nuestra Constitución».

Asimismo, ha recurrido a la Filosofía del Derecho y a varias tesis abordadas en la XLIII edición de los Cursos La Granda. Sánchez Cámara explica que el derecho a la vida debe ser tutelado por el Estado de derecho, así como no existe un derecho a morir ni un derecho que a obligue a un médico a terminar con la vida de un enfermo. A continuación presentamos la entrevista realizada por el portal Ecclesia:

Todos defendemos el derecho a la vida, pero cada vez se abre camino un pretendido derecho a la muerte. ¿Existe realmente un derecho a morir?

Desde la promulgación de esta Ley habría que considerar que, en principio, sí, porque la Ley garantiza el ejercicio de ese derecho a la eutanasia y lo define además como el derecho a que a alguien le quiten la vida. En ese sentido, sí. Ahora bien, si hablamos desde el punto de vista de lo que es el Derecho, de lo que ha sido nuestra tradición jurídica y posiblemente de nuestra Constitución, habría que decir que no cabe un derecho a morir. Entonces, si de hecho lo hay, como ya se han presentado dos recursos de inconstitucionalidad, es posible que el Tribunal Constitucional lo declare constitucional. Pero en este momento, considerando la Ley vigente, hay que decir que lamentablemente sí se ha consagrado ese derecho.

Da la sensación de que es como un mantra que está calando en una sociedad cada vez más deshumanizada.

Es cierto que hay un cierto proceso de deshumanización en grandes sectores de la sociedad. Hay una grave crisis moral, una grave crisis política, una polarización de la sociedad con pérdida de la concordia que presidió la transición y los años posteriores, una grave crisis de valores, pero hablar de sociedad deshumanizada me parece un poco exagerado. Otra cosa es que podamos ir caminando hacia ese tipo de sociedad si no se le pone remedio.

¿Existen razones para oponerse constitucionalmente a esa Ley de eutanasia?

Hablando con cautela, porque no soy experto en cuestiones constitucionales, creo que hay razones de fondo, la principal es que se vulnera el derecho a la vida. Algunos podrán decir que a nadie se obliga, que es una renuncia, pero yo creo que el derecho a la vida es irrenunciable como los derechos más básicos; y por otra parte, si hay un derecho a morir, habría un deber de matar por parte del médico, y esa contraposición de derecho y deber de matar, además de romper todos los principios de nuestra civilización europea, creo que no encaja en nuestra Constitución. Por otra parte, hay también elementos de forma, que son importantes, y es que esta ley se ha aprobado sin consultar, entre muchos otros, al Comité de Bioética, sin un informe de otros organismos como Colegios de Médicos… Creo que todo eso permitirá la declaración de inconstitucionalidad. Veremos lo que hace el Tribunal.

Además, se aprobó en un momento en que la sociedad en lo que pensaba era en todo lo contrario, en salvar vidas. De hecho, los médicos y todo el personal sanitario «se dejaba la piel» en ello y de pronto nosotros aprobamos una Ley de estas características en un momento concreto tan difícil.

Una Ley sin necesidad social, sin demanda social, hecha con carácter general, pero para una minoría exigua, porque no hay una demanda social que pida la eutanasia. Ha habido algún caso que ha salido en los medios o una película, pero no existe en la sociedad esa demanda. Y además, está el problema de las profesiones sanitarias: médicos, enfermeros, auxiliares tienen como misión intentar curar, salvar vidas, pero no matar. Rompe desde el Juramento hipocrático hasta las declaraciones de deontología o códigos deontológicos de los colegios médicos. Se pasa de salvar vidas a considerar que hay algunas que no son dignas de continuar. La ley no dice eso expresamente, pero ese es el espíritu. Si se puede matar al enfermo cuando éste lo solicita, o no tan enfermo, porque la Ley no solamente habla de enfermos terminales o que estén a punto de morir, sino más ampliamente y entonces se cambia toda la concepción que tenemos de la Medicina. En este sentido, en estas jornadas se ha hablado incluso de la posibilidad por lo tanto de crear un cuerpo especial de funcionarios, y de esta forma no obligar a los médicos, salvo objeción de conciencia, a practicar algo que es tan opuesto a su vocación y a su profesión.

¿Está realmente clara la regulación de la objeción de conciencia en la Ley?

Sí, lo que ocurre es que aparte de la «maldad» por decirlo así que pueda tener la Ley, técnicamente es muy «torpe», entre otros aspectos en el de la objeción. Está reconocida y se establece, lo cual plantea dudas legales, «una lista» de médicos objetores, por lo que se les obliga a declarar su posición y aunque las listas no serían públicas, sí serían accesibles para la Administración. Por otra parte, la regulación del ejercicio del derecho a la objeción de conciencia, se va a llevar a cabo por las Comunidades Autónomas, por lo que habrá diferencias entre las regulaciones. Se crearán comités que regularán el ejercicio de este derecho y plantea muchas dudas jurídicas. Esto plantea otros problemas. Así, si un oncólogo, por ejemplo, que esté tratando a un paciente grave, si es objetor, ¿se le va a retirar del tratamiento a ese enfermo para que entre otro que no haya objetado o no?  Lo ideal sería que no hubiera eutanasia, pero en este caso, lo «procedente» sería que continuara el mismo médico hasta el momento de practicarla eutanasia, y es ahí donde surge el debate: si se deja al mismo médico, objetor, tenderá a convencer al enfermo de que no la pida, mientras que si se deja al médico no objetor podrá ocurrir que le quiera convencer de lo contrario. Hay muchas cuestiones complejas que la Ley no resuelve bien.

Como tampoco resuelve los cuidados paliativos en enfermos terminales, que es quizá donde debería focalizarse o al menos donde se debería invertir.

Los cuidados paliativos en España son muy deficientes, pero eso no constituye ningún argumento en favor de la eutanasia, sino al contrario, todo el esfuerzo que se ha hecho en favor de la eutanasia, podría haberse hecho sobre el final de la vida, el tratamiento del dolor, los cuidados paliativos. Sin embargo, lo que se ha hecho es crear un derecho que sólo tiene parangón en muy pocos países. Podría haberse regulado la cuestión a través de eximentes o atenuantes, pero lo que se ha hecho es crear un derecho a morir. No es un debate entre quienes quieren que la gente sufra y quienes no, eso es una falacia, sino entre quienes quieren proteger la vida hasta la muerte natural, con ayuda y con cuidados. El Derecho tiene que regular con normas de carácter general, de aplicación general, y luego si hay casos excepcionales, se pueden contemplar. Es lo que hacía la ley del aborto, seguía siendo delito pero se consideraba que en ciertos casos específicos y concretos no se aplicaba la pena. Igual se podría hacer en este caso, pero no concebirla como un derecho, porque aparte de consideraciones morales, porque desde luego es aplicable el «no matarás», está también la cuestión jurídica, porque rompe la concepción tradicional del Derecho europeo, desde el Derecho Romano hasta hoy y también la concepción de la vida humana. Es muy grave lo que introduce esta Ley.

7 comentarios

Cordá Lac
Ignacio Sánchez Cámara: «Si hay un derecho a morir, habría un deber de matar».
Pues claro, por eso es coherente que no se admita la objeción de conciencia.
22/08/21 6:32 PM
Marta de Jesús
Y ese derecho/deber hará que pase a ser obligatorio 'en esas mismas circunstancias'. Si fulanita se mató en x circunstancias porque no consideraba digna su vida, después querrán que todos los que se vean en esa misma situación no se sientan dignos tampoco y contagiarles las ganas de morir. Porque si no, cómo justificarían -mèdicos, familia, sociedad- la muerte de fulanita? Ya lo explicó Sampedro en sus escritos satánicos. Quería """liberar""" a los paralíticos. El pobre infeliz pensaba que sería el primero de muchos y que le imitarían los que estaban en su situación. Gracias a Dios no ocurrió porque todavía hay cierto respeto a la vida. Pero eso es lo que pretenden al institucionalizarlo. Igual que el homosexualismo y todo lo demás. Si Perico se creyó gay por... todos los que estén en esa situación, según Perico y sus lobbys tendrían que creerse gays. Así todos acabarían creyéndose pansexuales porque físicamente no hay diferencias entre los varones, ni entre las mujeres. Pero al dejar de decirles la verdad de que se trata de un desorden de origen mental (mental, no físico), pues pasa lo que pasa. Que están desatados. Los eutanásicos también se desatarán si les dan el poder.
22/08/21 10:03 PM
Néstor
Muy buen argumento. Además, de eso precisamente es de lo que se trata, de que se pueda matar a los enfermos. Lo del derecho del enfermo a morir es una excusa. Estas "leyes" son para los médicos y las instituciones de "salud", no para los pacientes.

Saludos cordiales.
23/08/21 2:14 AM
Luis I. Amorós
No justifico nada, pero la ley salva esa obvia objeción legal de la que habla el titular, adjudicando al estado, como ente, esa obligación de matar. De ese modo, los médicos individualmente no están obligados.
Se supone que el "prestador de servicios" (el estado) es el obligado a proporcionar la muerte al que la pide, y que él ya se encargará de encontrar al médico que practique la eutanasia.

Hay, no obstante, situaciones legales que, por excepcionales que sean, no dejan de ser posibles, principlamente que no se encuentre en un momento dado a ningún profesional que quiera proporcionar la eutanasia, bien por masiva objeción de conciencia en una región, bien porque un problema externo (pongamos por caso un temporal de nieve) restringe el acceso a otros profesionales de la salud externos no objetores. ¿Qué haría entonces el estado? ¿Obligar a alguno de los médicos objetores a proporcionar la muerte? ¿no atender al "derecho" del que pide su muerte?
Por si las moscas, la ley está redactada de tal manera que con pequeños cambios que probablemente no precisarían pasar de nuevo la ley por las cámaras legislativas, permitiría a un enfermero practicar la eutanasia, cuando no un funcionario con alguna formación sanitaria (no hace falta ninguna para inyectar una solución letal) ad hoc.
de todas formas, esto no pasará al plano legal: el lobby eutanasista DMD tiene varios médicos en plantilla, suficientes para atender las (de momento) pocas peticiones de eutanasia.
Que en 100 años
23/08/21 10:45 AM
Mariana M
Idealismolandia: "explica que el derecho a la vida debe ser tutelado por el Estado de derecho"
Ese estado solo existe en los libros y manuales. O es parcial y minoritario en cuanto a población.
El estado es un monopolio. Y los "problemas" que enfrenta son su razón de ser. Hace problemas para existir y crecer.
El derecho a vivir es de ley natural. Las leyesuelas que se dan los hombres organizados son cartón pintado y cúmulo de contradicciones sinsentido.
Hay una idea de padres, por ej., y hay realidades muy desagradables y ruines de padres. Lo mismo pasa con papá estado. Donde hay un político, hay cohecho. Y eso a escala institucional.
Estructuras gigantescas de desorden.
23/08/21 1:56 PM
otro Pepe
Creo que estas leyes acaban llevando a un modelo de mentalidad, y no tiene que ver con el tema pero si se escuchan las justificaciones de los dirigentes del porqué dejar Afganistan a su suerte, se ve a unas sociedades occidentales que no quieren hacer sacrificios por salvar a una población cuando el problema es complicado y tiene riesgos, salvo hacer algunos gestos simbólicos. Lo que va a ser una contradicción es que luego se exija a otros según en teoría unos valores...
23/08/21 3:39 PM
Randal Zamora Jiménez
Yo solo quiero decir, quien nos creo y dio vida es el único quien nos la puede quitar, lo demás no viene de Dios, esta eutanasia se llama asesinato o si estuviera en las posibilidades de la persona enferma quitarse la vida seria suicidio, Dios nos libre.
24/08/21 2:35 AM

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