(Ecclesia/InfoCatólica) Durante tres días, del 16 al 18 de agosto, una cincuentena de asistentes ha participado de las ponencias que han abordado, de modo interdisciplinar, la realidad de la eutanasia con ocasión de la entrada en vigor de la ley que la regula en España el pasado mes de junio. Entre los asistentes se han hecho presentes el arzobispo emérito de Madrid, cardenal Antonio María Rouco, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, y el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco.
En el cine
Abrió las jornadas Isidro Catela, profesor de comunicación de la Universidad Francisco de Vitoria, de Madrid, que hizo un recorrido a la presencia de la muerte en general y de la eutanasia en particular en las series de ficción, que sigue el 86% de los ciudadanos en nuestro país.
Catela puso de manifiesto la palanca de ingeniería genética que va creando un sustrato cultural en nuestra sociedad que, paradójicamente oculta la muerte en la vida cotidiana pero la sobreexpone en las series de las diversas plataformas.
El rol del médico
El director del Departamento de Pastoral de la Salud de la CEE, José Luis Méndez, como médico y sacerdote, abordó el tema de cómo cambia el rol del médico cuando pasa a ser actor de muerte, quebrando, por lo tanto, la relación de confianza indispensable entre el paciente y el profesional de la medicina. A continuación, el Dr. Alberto de Pinto, fundador y expresidente de la asociación de lesionados medulares, dio un emocionante testimonio como persona que sufre la incapacidad física y que ha ejercido como médico especialista en el Hospital de grandes lesionados medulares de Toledo, con unas palabras profundas y conmovedoras que resultaron una auténtica reivindicación del amor a la vida y denuncia de la cultura de la muerte.
Cuidados paliativos
Cerró la primera jornada uno de los médicos pioneros en Cuidados Paliativos en España, el Dr. Marcos Gómez Sancho, del Hospital de Las Palmas, que expuso con claridad y entusiasmo el cuidado integral del paciente al final de esta vida que suponen los cuidados paliativos. Recordó la importancia de trabajar en equipo de forma multidiciplinar los médicos, enfermeros, auxiliares, psicólogos, trabajadores sociales, capellanes y agentes espirituales, y voluntarios. La eutanasia no es respuesta adecuada al sufrimiento, sino que la buena praxis indica los cuidados paliativos, de los que, según señaló, faltan más de 70.000 camas en España.
¿Un derecho a morir?
El miércoles 18 de agosto, estuvo dedicado al enfoque jurídico de la vigente ley. El catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos, el profesor Ignacio Sánchez Cámara, partiendo de la Filosofía del Derecho, recordó que el derecho a la vida ha de ser tutelado por el Estado de derecho, y que no existe un derecho a morir y mucho menos un derecho que obliga al médico acabe con la vida del enfermo.
A continuación la directora del Máster en Bioética de la Universidad Rey Juan Carlos, profesora Marta Albert Márquez, hizo un recorrido del derecho comparado de los pocos países que tienen aprobadas regulaciones sobre el suicido médicamente asistido y la eutanasia, poniendo de manifiesto algunos de los puntos jurídicos de la ley española, poniendo de manifiesto que cuando se habla de nuevos derechos se olvidan las nuevas obligaciones, tanto personales como sociales que se crean, además, de generar una regulación para casos muy excepcionales, en contra de toda la tradición jurídica.
Derecho a la objeción de conciencia
El presidente del Comité de Bioética de España y profesor de Derecho constitucional de la Universidad Pontificia Comillas, Federico de Montalvo, intervino explicando la ley española y los informes que el Comité ha publicado al respecto, haciendo especial hincapié al derecho a la objeción de conciencia y ofreciendo algunas alternativas para el diálogo futuro.
Por la tarde, el Dr. Manuel Martínez-Sellés, presidente del Colegio de Médicos de Madrid, habló desde la perspectiva del personal sanitario de la gravedad que supone esta ley eutanásica, que va en contra del juramento hipocráticoo y del código de deontológico de los médicos. Martínez-Sellés puso de manifiesto que es muy infrecuente la solicitud de eutanasia de los enfermos, aunque la ley esgrime ‘demanda social’.
La eutanasia, contra la ecología humana
Esta mañana fue dedicada a la Teología, con el título «La inversión teológica: la muerte de Dios es la vida del hombre». Comenzó Juan Antonio Martínez Camino hablando sobre «Decidir la muerte», desde la reflexión filosófica hacia la teología, y su relación con el derecho de la libertad y la dignidad. El obispo Martínez Camino, a partir del discurso de Benedicto XVI en el Bundestag el 22 de septiembre de 2011, señaló la necesidad de cuidar la naturaleza humana, y cómo la eutanasia atenta contra la ecología humana.
César Izquierdo, profesor de Teología Fundamental de la Universidad de Navarra, abordó el tema de la muerte como paga del pecado y como puerta de la Vida. A continuación el dominico Martín Gelabert, catedrático emérito de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer, de Valencia, tuvo la ponencia titulada «La muerte salvadora del Hijo de Dios», en la que concluye que la existencia terrena de Jesucristo es un auténtico alegato a favor de la vida, comenzando por las palabras del Señor «Yo he venido para que tengan vida», y concluyendo con las palabras del pregón pascual que canta que Él, muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando restauró nuestra vida.
Legal, pero ilegítima
La conferencia de clausura corrió a cargo de Jaime Mayor Oreja que sacó algunas lecciones de la eutanasia y puso de manifiesto la necesidad de Occidente de revitalizar la cultura. Mayor Oreja ha consagrado su trabajo en los últimos años, denunciando la cultura de la muerte, y recordando la necesidad promover la cultura de la vida, por lo que fue reconocido con la medalla Robert Shuman. El presidente de la Federación Europea One of Us recordó cómo la eutanasia podrá ser legal, pero siempre será ilegítima.