(EP/InfoCatólica) En unas declaraciones recogidas por Europa Press, Mons. Asenjo ha manifestado su «tristeza» ante el mencionado proyecto de Ley Orgánica. Y mientras en el mismo se sostiene la necesidad de dar una «respuesta jurídica, sistemática, equilibrada y garantista a una demanda sostenida de la sociedad actual como es la eutanasia», el arzobispo constata que la iniciativa es promovida «sin que haya habido un debate social y sin los preceptivos informes del Consejo de Estado o de otras instituciones que parece que son preceptivas».
Pero más allá de ello, Asenjo ha advertido que «la vida debe ser respetada en cualquiera de sus momentos», incluso en «su ocaso natural», manifestando que la eutanasia no es sino un «eufemismo que esconde otra realidad».
Según ha asegurado, esta regulación legal estipula «algo intrínsecamente perverso o inmoral, como disponer de la propia vida cuando uno estima que ya no tiene sentido o ya no es productiva para la sociedad», pese a que «el único dueño de la vida es Dios nuestro Señor», con lo que «nadie puede acortarla, ni el interesado, ni su familia ni mucho menos los médicos, que han jurado defender la vida en todas sus fases».
Así, frente a la citada proposición de Ley, que circunscribe la regulación a casos de personas afectadas por un sufrimiento físico o psíquico «intolerable», el arzobispo de Sevilla ha alertado de que la regulación promovida no implica ningún tipo de «muerte digna, dulce ni buena».
Se trata, a su entender, de «pisotear la ley natural, anterior a la ley de la Iglesia». Nosotros no somos quienes para suprimir la vida, sentencia D. Juan José.