(El Periódico/InfoCatólica) «Lo siento, pero necesito serenidad para partir en paz», indicó en su página de Facebook, la misma en la que iba a retransmitir su 'desconexión' el pasado viernes hasta que esa red social le bloqueó el vídeo en directo.
Cocq, de 57 años, aceptó recibir cuidados paliativos, comida y bebida tras varios días sin tratamiento ni alimentación y confió en estar de vuelta en su casa en «siete o diez días».
Alain Cocq había dejado de comer y beber en la noche del viernes. Su estado se degradaba rápidamente según indicó Sophie Medjeberg, vicepresidenta de la asociación «Handi-Mais-Pas-Que», encargada de hacer de portavoz en este «último combate» de este vecino de Dijon en favor de la muerte digna (sic). Su «combate» ha finalizado por el momento.