(La Voz de Galicia/InfoCatólica) Pia Dijkstra, diputada de Demócratas 66 (D66), partido progresista, ha llevado al parlamento una reforma de la actual ley de eutanasia y suicidio asistido, de forma que las personas mayores de 75 años que se hayan cansado de vivir puedan quitarse la vida de forma legal.
Según la diputada el «problema es cada vez mayor ahora que la diferencia entre la vida biológica y la vida biográfica está aumentando gracias a los avances médicos».
El D66 es uno de los paritdos que forman parte de la actual coalición de gobierno en los Países Bajos. De la misma, además de los liberales del primer ministro Mark Rutte, también forman parte los conservadores de Llamada Democristiana (CDA) y Unión Cristiana (CU), que están en contra de la medida.
Se da la circunstancias de que en una encuesta realizada a 22.000 holandeses de más de 55 años, cerca de 10.000 mostraron estar a favor de la reforma.
Inaceptable para la Unión Cristiana
El líder de Unión Cristiana, Gert-Jan Segers, considera «inaceptable» que se haya presentado la propuesta a debate:
«Me resulta verdaderamente doloroso que, en un momento en el que las personas mayores se sienten más vulnerables, D66 presente una propuesta que sabemos que conducirá a una mayor ansiedad en muchos ancianos».
También los demócrata-cristianos rechazaron tajantemente dar su apoyo a la propuesta, pero se comprometieron a «abordar las causas de la soledad» y tratar de paliar la situación, especialmente «cuando las personas se sientan solas, abandonadas o perdidas porque necesitan atención o cuidado».
La diputada progresista encargada del proyecto, que asegura haber crecido en una familia cristiana menonita y estudió teología durante varios años, entiende la resistencia de los más conservadores, pero subrayó que incluso en su casa «la libertad personal de creer en lo que se quiere es muy importante».
«Comprendo bien la forma de pensar de Segers, pero al mismo tiempo pienso solo porque estés en contra, no tienes porqué obstaculizar lo que quieran los demás. ¿Verdad?», se preguntó.
Aún no está claro si este proyecto podrá lograr el respaldo de una mayoría parlamentaria, aunque en principio obtendría el apoyo de los liberales del primer ministro Mark Rutte. Un intento previo de legislar esta cuestión en 2016 contó también con el apoyo de los socialdemócratas (PvdA) y la izquierda verde GroenLinks.
La asociación médica holandesa KNMG cree que una ley así podría socavar las estrictas condiciones que regulan la actual legislación de la eutanasia y argumenta que las personas mayores que se sienten solas y no tienen suficientes recursos financieros deberían «tener ayuda, no (la posibilidad de) elección de una muerte prematura».