(ACI Prensa) En un comunicado publicado el 22 de marzo, la Oficina de Prensa del Arzobispado de Lima aseguró que «la Vicaría de la Pastoral Social y de la Dignidad Humana, a través de Cáritas Lima, es la única institución de la Archidiócesis de Lima que está articulando la ayuda social de la Iglesia de Lima con las instancias del Estado, por lo tanto, es la única autorizada a recibir donaciones».
En ese contexto, prosigue, el «Arzobispado de Lima desautoriza cualquier intento particular de otra institución religiosa o parroquial, que haya solicitado donaciones de índole económico (dinero o depósitos bancarios) o bienes materiales (víveres) con el objeto de realizar ayuda social en esta situación de pandemia».
La oficina de prensa también señaló que, en el contexto de la crisis, es importante «asegurar una correcta ayuda a las personas más vulnerables, lo cual debe hacerse de manera eficaz y con protocolos muy estrictos que respeten la salud e integridad de las personas».
Según un abogado especializado en el tema consultado por ACI Prensa, nada en la ley peruana o en el Decreto de Urgencia –que establece diversas medidas excepcionales y temporales para prevenir la propagación del coronavirus– impide a organizaciones católicas independientes de actuar libremente.
«El literal F del artículo 4 del Decreto de Urgencia publicado por el Gobierno del Perú como respuesta a la pandemia del coronavirus, señala que están exentos del deber de inamovilidad quienes se dedican a la ‘asistencia y cuidado a personas adultas mayores, niñas, niños, adolescentes, dependientes, personas con discapacidad o personas en situación de vulnerabilidad’», señaló.
Subrayó que «si Cáritas puede ayudar, lo hace en virtud del Decreto de declaración de emergencia y no como consecuencia de un convenio o autorización particular». «En ese caso, no se ve por qué se limitarían las excepciones del decreto a personas distintas a Cáritas», agregó.
ACI Prensa también consultó a un sacerdote canonista sobre el comunicado de la Arquidiócesis de Lima. El experto aseguró que se estarían «violando los derechos de dos tipos diferentes de entidades».
«Primero, los derechos innatos de las personas jurídicas públicas (parroquias e institutos religiosos en la Arquidiócesis de Lima): el Canon 1254 dice que ‘la Iglesia Católica puede adquirir, retener, administrar y enajenar bienes temporales’. Las personas jurídicas públicas constituyen la Iglesia Católica, por lo que tienen ese derecho innato», expresó.
Asimismo, recordó que «el derecho a adquirir bienes debe ser ordenado a los ‘fines propios’ de la Iglesia». Indicó que estos fines, según el Canon 1254, son «sostener el culto divino, sustentar honestamente al clero y demás ministros, y hacer las obras de apostolado sagrado y de caridad, sobre todo con los necesitados».
«En este caso, se está violando el derecho a adquirir bienes para las obras de apostolado y caridad. Una parroquia tiene el derecho a hacer caridad y recibir dinero para hacer caridad», aseguró el canonista.
En segundo lugar, dijo el experto, el Canon 1261 dice que otro grupo de personas también tiene derechos: «Los fieles», quienes «tienen libertad para aportar bienes temporales en favor de la Iglesia».
En ese sentido, el canonista cree que la política del Arzobispado de Lima «socava esa libertad al limitar las instituciones a las cuales los fieles cristianos pueden dar bienes temporales (dinero)».
«El obispo podría hacer una ley particular decretando esta política como una norma», dijo, sin embargo, aclaró que «la forma, a través de una declaración de la oficina de prensa, no es canónicamente correcta y alguien que dispute esto en Roma probablemente recibiría un resultado positivo».
Explicación de Cáritas Lima
Para conocer más a fondo las razones de la Archidiócesis de Lima para desautorizar a parroquias e instituciones religiosas de recibir donaciones para la emergencia, ACI Prensa se comunicó el 23 de marzo con Cinthya Tello, directora general de Cáritas Lima - Vicaría de la Pastoral Social y Dignidad Humana.
«Tenemos una alianza con el Estado, con el Ejército del Perú, la Municipalidad Metropolitana de Lima, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, y el Ministerio del Interior, por eso ha salido el comunicado, porque lo que quiere evitar la Arquidiócesis de Lima es la aglomeración de gente para evitar el contagio y acatar las medidas dadas por el gobierno», dijo Tello.
«Estamos tratando de ordenar un poco la distribución aliándonos con el sector público», afirmó este lunes 23.
Cuando se le preguntó qué sucederá con las parroquias o instituciones católicas que quieren brindar ayuda social en medio de la emergencia, dijo que «si las parroquias, por ejemplo, quieren dar algún tipo de apoyo, nos deben llamar».
«Aquellas que están en muy buena situación económica y que tienen alguna donación, nosotros podemos ir a recogerla. Lo que queremos evitar es que la gente se junte, no podemos hacer eso, estamos prohibidos e iríamos contra el Gobierno», aseguró.
Dijo que con esta modalidad no se pondrá «en riesgo a sacerdotes y voluntarios en la distribución» y pidió que «si tenemos lo medios, hagámoslo por esos medios».
«Así como nosotros recibimos donaciones y las estamos canalizando, lo mismo podemos hacer con las parroquias. Que no se malinterprete. Si ellos tienen alguna donación, que nos llamen e irá el Ejército y se enviarán medios de verificación y supervisión», aseveró.
Sobre el comunicado arquidiocesano dijo que «ha salido muy mal» y que se comunicará con la Oficina de Prensa «para que saque otro comunicado», «porque eso ha salido desde el mismo Arzobispado de Lima y me lo enseñaron ya al final».
Asimismo dijo que, ante cualquier iniciativa de ayuda social por parte de parroquias e institutos religiosos, que se comuniquen con Cáritas Lima.
Según Tello, la Archidiócesis de Lima abarca cerca de 20 distritos de la capital. Entre estos Rímac, Cercado de Lima, El Agustino, Lince, Jesús María, Magdalena, San Miguel, San Isidro, Miraflores, Breña, Pueblo Libre, La Victoria, San Luis, Santiago de Surco, San Borja, Surquillo, Barranco, La Molina, Chorrillos. Además, abarca una parroquia en Ate Vitarte (Salamanca) y dos parroquias en Manchay.
Cáritas Lima ante el coronavirus
La directora general de Cáritas Lima dijo que ante la emergencia se «han priorizado zonas que son de alta vulnerabilidad» y que cuentan con una alianza con el Ejército que los ayuda «a distribuir los alimentos a diferentes puntos a nivel de comedores y de parroquias».
«Si bien no podemos cubrir todo, hemos priorizado zonas importantes como el Rímac, Cercado de Lima, San Miguel, Breña y La Victoria. En estos momentos estamos tratando de llegar a más lugares, pero dependerá mucho de las donaciones del sector privado», acotó.
Asimismo, Tello explicó que la sede de Cáritas Lima, ubicada en el Cercado, tiene habilitado todas sus congeladoras y hoy están «siendo el principal centro de recepción y abastecimiento» de alimentos ante la emergencia. También dijo que están tratando «de ofrecer alimento no perecibles para poder llegar a más parroquias».
Los alimentos para las personas con necesidad y situación de calle son preparados diariamente en Cáritas Lima por varias congregaciones religiosas como las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul (Hermanas Vicentinas) o la Congregación de las Ministras de los Enfermos de San Camilo.
Tello cuenta que los almuerzos son distribuidos con la ayuda de la Municipalidad de Lima «casa por casa, a los ancianos que están empadronados», pero también hay otras personas en situación de calle que se acercan a recibir un plato de comida.
«Esto se realiza bajo la supervisión de la policía, siguiendo todos los estándares de calidad, están haciendo las colas con la separación respectiva y se están repartiendo los alimentos», aseguró.
Comunicado del Arzobispado de Lima
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— Arzobispado de Lima (@arzlima) March 22, 2020