(Asia News/InfoCatólica) El procedimiento para la aprobación de la normativa -más conocida como "Rancangan Quanun" o "Raqan" – ha partido del Dewan Perwakilan Rakyat Aceh (DPRA), es decir, el Consejo de representantes local.
A pesar de que el Estado indonesio no reconoce el "nikah siri" – el matrimonio poligámico de la tradición islámica- la práctica está muy difundida, sobre todo en los sectores más ricos de la población: hombres de negocios, políticos y personalidades suelen recurrir abiertamente a la práctica, para silenciar las críticas y chismorreos sobre sus relaciones extraconyugales.
Dado que el nikah siri no es contrario a las enseñanzas del islam en materia de familia, el gobierno de la provincia de Aceh pretende institucionalizar esta práctica a través de un cuadro normativo preciso. Éste establece ante todo el número máximo de mujeres que se permite: cuatro. El proyecto de ley especifica los requisitos básicos para que a un musulmán se le reconozca el derecho a casarse con más mujeres. Uno de ellos es la infertilidad de la propia consorte. Además, el solicitante tiene que poder garantizar el mismo estándar de bienestar a la nueva esposa y a sus hijos, y obtener el permiso del Consejo de la sharía, además del visto bueno de la primera esposa.
Los musulmanes indonesios siguen una corriente religiosa denominada Islam Nusantara, muy distinta de aquella vigente en el Oriente Medio. La misma incorpora la cultura, tradiciones y sabiduría locales, y la moderación y la tolerancia se cuentan entre sus características distintivas. Es por ello que el proyecto de ley Presentado por el DPRA -tal como sucedió en el pasado con la poligamia- ha cosechado duras críticas en todo el país.
Musannif, presidente de la VIII Comisión del Consejo ha respondido a las críticas reafirmando la legitimidad de la medida según la moral y la ley islámica, Musannif declaró que «la medida apunta a proteger a las mujeres y a los niños, en el caso de que el nikah siri se resuelva con un divorcio».
Muazzinah Yacob, docente de la Islamic State University of Ar-Raniry y activista por los derechos de las mujeres, condena el proyecto de ley categóricamente. La académica ataca al DPRA: «No hay ninguna necesidad de deliberar sobre la cuestión, si la base de todo ello es la necesidad de hacer ingresar dinero a las arcas del gobierno local, explotando a las mujeres como ‘objeto’ de los deseos sexuales».
Entre los que se oponen a la propuesta figuran los miembros de la Komisi Nasional Anti Kekerasan terhadap Perempuan (Komnas Perempuan), la Comisión Nacional contra la Violencia sobre las Mujeres -un organismo estatal independiente, fundado por un decreto presidencial en 1998-.
Adriana Venny, comisario de la Komnas Perempuan, sostiene que el Raqan propuesto no es más que un esfuerzo tendiente a «legalizar» la promiscuidad sexual. «Estamos profunda y seriamente preocupados por esta cuestión -afirma-. La poligamia no es otra cosa que una forma de violencia doméstica: no debiera ser aceptada y mucho menos, practicada. Esta práctica es desaconsejada incluso en los países donde la mayoría de la población es islámica. El único que se beneficia de ella es el marido, que así puede dar rienda suelta a su libido sobre más de una mujer. Me pregunto si en Indonesia se aceptaría la poliandria [relación matrimonial de una mujer con más hombres]».
Cerca del 98% de los cinco millones que viven en Aceh son musulmanes. La sharía entró en vigor alrededor del 2005, tras un acuerdo de paz sellado entre Yakarta y el Movimiento por la Liberación de Aceh (GAM), un grupo separatista de inspiración islámica. Las personas que no son musulmanas y deben ser condenadas a una pena, pueden optar por someterse a la ley religiosa y en ocasiones eligen los dolorosos latigazos en lugar de un largo proceso judicial y la prisión.