(Agencia SIC/InfoCatólica) La parroquia malagueña de Santa María Goretti cuenta con una reliquia de su patrona, una niña de 12 años que murió apuñalada por quien intentó abusar de ella. El testimonio de esta joven sigue siendo hoy ejemplo para los jóvenes que cultivan su fe en esta parroquia de la zona de Barbarela.
El 6 de julio de 1902, en Nettuno, una localidad de la provincia de Roma, un muchacho de 20 años llamado Alessandro Serenelli intentó abusar de María Goretti. Frente a la fuerte resistencia de la adolescente, le propinó 14 cuchilladas. Según el testimonio del propio Serenelli, María prefirió ser bárbaramente asesinada a perder su pureza. Antes de morir, no obstante, María tuvo fuerzas para perdonar a su agresor que fue encerrado en la cárcel siciliana de Noto, donde permaneció 15 años, y donde tuvo lugar su arrepentimiento y conversión. A su salida de la cárcel, se retiró a un convento de los frailes menores para terminar allí su vida.
Como señala el párroco de la comunidad malagueña del mismo nombre, el padre pasionista Omar Trejo, «santa María Goretti nos regala el mensaje de que en el amor debe haber libertad. Nadie te puede forzar a tener una relación. Es un mensaje increíble de libertad». Pero su testimonio no se queda solo en el del respeto al cuerpo «como templo del Espíritu Santo», sino también en el de la búsqueda de Dios, porque –afirma el sacerdote– «desde su más tierna infancia, santa María Goretti fue una gran buscadora de Dios. Ella siempre lo encontró en su familia, pero también siempre sacramentalmente en la Eucaristía. Caminaba desde muy lejos para llegar a la Misa. Otro mensaje importante para hoy es el perdón que regala la fe que es capaz incluso de cambiar la vida de las personas que nos lastimaron profundamente, como le pasó a Serenelli, cuya vida cambió radicalmente».
La relación de los pasionistas con santa María Goretti es muy estrecha, como recuerda Trejo: «desde que salió de Coinaldo, donde nació, hasta que llegó a Roma, donde murió, siempre estuvo muy ligada a nuestra congregación. La acompañamos en su vida de fe y, cuando murió, llevamos su proceso de canonización. Ella tenía un corazón muy pasionista».
La comunidad de pasionistas que atiende esta parroquia está actualmente compuesta por 8 religiosos. 6 son mayores, con edades comprendidas entre los 73 y los 95 años, y 2 de alrededor de 40 años, el párroco y el vicario parroquial. Aunque los mayores no pueden implicarse tanto en la vida pastoral, sí que la sostienen desde su oración comunitaria unida a la celebración de la Eucaristía y al ministerio de la confesión.
Según su párroco, no podría haber mejor patrona para esta parroquia porque «sigue siendo una comunidad muy viva, con un movimiento joven importante. El corazón de la parroquia, desde hace muchos años, ha sido el grupo de familias, que ha sido cultivado a partir de la Eucaristía, de la amistad… Aquí se han formado, sus hijos han crecido con nosotros. Somos una parroquia muy ilusionada. En el aspecto social, nuestra parroquia es el sostén del barrio en muchos aspectos. Hemos llegado a atender hasta a 300 familias desde la Cáritas. Familias malagueñas en su mayoría con necesidades muy básicas. En este sentido también somos apóstoles de esperanza».
Ayer sábado, fiesta de la santa, la comunidad parroquial celebró a las 20.00 horas la Eucaristía solemne, tras la cual se mostró la reliquia de la santa que conserva la parroquia para ser venerada por los fieles. También se mostró por la mañana en la Misa de las 9.30 horas. La reliquia fue traída por el anterior párroco directamente desde Roma, y fue donada por los pasionistas que custodian el cuerpo de la joven. Consiste en un trocito de la falange de un dedo. Actualmente se conserva debajo del altar de la parroquia. Para Trejo, «poder tener esta reliquia significa mucho para nosotros. El testimonio de los mártires es lo más grande que han tenido los cristianos a lo largo de la historia. Su ejemplo es semilla de vocaciones, de santidad en la Iglesia y en nuestra parroquia también. Santa María Goretti ha sido semilla para muchos niños, para muchos jóvenes de nuestra parroquia en su inocencia, en su búsqueda de Dios, en su amor al Señor, en su búsqueda, en su entrega… Nuestra parroquia es muy María Goretti. Nos anima a amar a Jesús como ella también lo amó».