(EP/ReL) El presidente del Congreso, José Bono, considera "absolutamente inaceptable" establecer una comparación entre el aborto y la pederastia y está convencido de que el prefecto de la Congregación para el Culto Divino, Antonio Cañizares, "si hoy tuviese que hacer" las declaraciones sobre estas cuestiones que realizó la semana pasada "las matizaría".
Bono se pronunció así antes de participar en el curso "Ética y futuro de la democracia", en la Universidad San Pablo CEU, de Madrid, cuando se le preguntó por las palabras del cabeza de lista del PP a las elecciones europeas, Jaime Mayor Oreja, quien vino a respaldar la opinión de Cañizares al afirmar que lo primero que hay que garantizar es la vida.
El presidente del Congreso rehusó abundar en las declaraciones de Mayor Oreja y se limitó a comentar las de Cañizares, por quien dijo sentir "un gran afecto y cariño".
"Hoy en la Cope han dicho que las declaraciones de Cañizares habían sido un fiasco, un error gravísimo, por no decir algo más. Todo el mundo tiene derecho a opinar --agregó--, pero creo que el cardenal Cañizares si hoy tuviese que hacer esas declaraciones las matizaría".
En este contexto, comentó que con sus palabras el cardenal pudo "evocar un grado comparativo entre el aborto y la pederastia que es absolutamente inaceptable".
En cuanto a las palabras de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, acerca de que un feto de trece semanas no es un ser humano, Bono apostó por la cautela y evitó sentar doctrina al respecto alegando que es abogado y no médico.
Sin alma hasta la semana 40
"Las cosas van con los tiempos y a veces, tratar de buscar un titular para producir un daño u ofrecer una información, debe hacernos cautos", señaló, recordando que incluso la Iglesia pensaba hasta el siglo XIX que un ser humano no tenía alma hasta las cuarenta semanas.
Tampoco quiso entrar a juzgar la condición de cristiano del candidato del PP a las europeas, el democristiano Jaime Mayor Oreja, pues sostiene que "a nadie se le debe faltar el respeto por ser católico, musulmán o ateo".
"Vivimos en un país en que la gente reza a Cristo, a Alá o no reza nadie, pero los derechos tienen que ser los mismos --aseveró--. Como cristiano le digo que todos tenemos tendencia a ponernos moños de importancia, pero no ha nacido el ser humano que valga más que otro y no va a nacer, sea católico o no lo sea".
Algunos no me darían la absolución
Tanto en su conferencia como en el coloquio posterior, Bono resaltó su condición de cristiano, pero haciendo hincapié en que "la fe no es ni un tributo ni un certificado de posesión de ninguna verdad terrenal". Por eso en su día coincidió con el que fuera presidente de la Conferencia Episcopal durante la Transición, Vicente Enrique y Tarancón, cuando "impidió que la democracia cristiana fuera el partido de la Iglesia". "Y lamento cuando la Iglesia tiene partido", remachó.
En este contexto, señaló que "se puede ser socialista y cristiano". "Y no hay que confesarse, aunque comprendo que hay alguien que no me daría la absolución, pero no estoy por pedirla", bromeó Bono, quien dijo ser consciente de que "para algunos" él es "muy molesto" porque "creen que un buen socialista debería ser ateo". "Siento defraudarles", concluyó el presidente del Congreso.