(Agencias/InfoCatolica) Troy Newman, presidente de Operación Rescate Kansas aclaró que su organización "ha trabajado durante años a través de medios pacíficos, medios legales, y a través de los canales adecuados para llevarlo ante la justicia. Denunciamos el cobarde acto que tuvo lugar. Oramos por la familia del Sr. Tiller para que encuentre el consuelo que sólo se puede encontrar en Jesucristo”.
Por su parte, el Padre Frank Pavone, director nacional de Sacerdotes por la Vida, expresó su tristeza por el asesinato de Tiller y pidió no sacar conclusiones antes de que las investigaciones revelen quién lo asesinó.
"Independientemente de los motivos", subrayó Pavone, "nosotros los sacerdotes por la vida seguiremos insistiendo en una cultura en la que la violencia nunca sea vista como la solución a un problema. Toda la vida tiene que ser protegida, sin tener en cuenta la edad, opiniones o acciones".
El Presidente del Population Research Institute (PRI), Steven Mosher, expresó públicamente sus condolencias y condenó el asesinato de Tiller, de 67 años de edad.
“Como miembros del movimiento pro vida”, dijo Mosher, “estamos contra el asesinato en todas sus formas y creemos firmemente que toda vida debe ser protegida. El asesinato del Sr. Tiller especialmente en una casa de recogimiento y oración, viola el principio fundamental de nuestro movimiento de que toda vida humana es sagrada”
“Le ofrecemos nuestras condolencias a la Familia Tiller y rezamos para que su alma descanse en paz”, agregó.
Tiller comenzó a prestar servicios de aborto en 1973 y durante los años ‘80s se convirtió en uno de los más prominentes promotores de los abortos tardíos.
Detenido el autor del asesinato
El fiscal general de Estados Unidos dio ayer orden de proteger las clínicas que proporcionan servicios de interrupción de embarazo tras el asesinato el pasado domingo en una iglesia luterana de George Tiller, un médico de Kansas que venía practicando abortos desde la década de los años setenta. Especialmente los centros de asistencia situados en los estados del Medio Oeste, donde se registra un amplio sentimiento antiabortista, son objeto una mayor protección federal. La familia de Tiller, el cuarto facultativo asesinado en EE UU desde 1993 por practicar abortos, declaró en un informe que el doctor «había dedicado su vida a dar a la mujeres la mejor atención sanitaria posible, a pesar de las continuas amenazas y actos de violencia» que lo acosaron durante toda su vida.
La detención de Scott Roeder, un conocido militante antiabortista como el supuesto asesino de Tiller, ha vuelto a poner sobre la mesa las profundas diferencias en sectores de la sociedad estadounidense en torno al tema del aborto y cómo ha aumentado la presión que sufren los centros que ofrecen servicios de interrupción del embarazo. Conocido por sus proclamas antigubernamentales, Roeder se había tejido cierta imagen pública merced a sus artículos muy críticos donde cuestionaba a la par las leyes que permiten el aborto y a los profesionales que lo practican. Dave Leach, director de una revista en la que a menudo publicaba el acusado, no tuvo reparos en admitir ayer que «llamar a esto un crimen es demasiado simple. Hay pasajes en las Santas Escrituras que apoyarían eso», añadió mostrando su apoyo moral al supuesto asesino.
Planned Parehood, uno de los grupos que proporcionan servicios de planificación familiar y abortos, hizo un llamamiento para velar por la seguridad de los profesionales y los pacientes que acuden a sus centros de atención en Minnesota, Dakota del Norte y Dakota del Sur.