(AsiaNews) Desde el 2009, año de su construcción, son 1.526 los bebés abandonados y salvados por la «baby box» (canastilla de bebé) de la Joosarang Community Church, en el sur de Seúl. El pequeño centro, que funciona en un edificio acondicionado para alojar a niños no deseados, fue el primero en su tipo en Corea del Sur, un país donde la población tiene una de las tasas de crecimiento más bajas del mundo.
La mayor parte de las mamás que dejan a sus niños son mujeres que han llevado adelante un embarazo fuera del matrimonio o tras sufrir un episodio de violencia sexual. En más del 50% de los casos, son jóvenes veinteañeras o, con cada vez mayor frecuencia, adolescentes. «Habitualmente, las mamás dejan una carta que cuenta historias desgarradoras, junto a resueltas promesas de regresar en el futuro, algún día. En general, ellas viven en circunstancias desesperantes, no tienen dónde ir y nadie a quien recurrir», afirma le pastor Lee Jong-rak, de 64 años, al dialogar con la agencia surcoreana Yonhap.
Luego de realizar una investigación policial y los debidos procedimientos administrativos, los niños son acogidos en un orfanato o en la casa de una familia. Dese su institución, la «baby box» (canastilla para bebés) ha sido fuente de polémicas: los críticos sostienen que esto insta a las personas a tomar el camino más simple para huir de su responsabilidad como padres. Por años, el gobierno ha pedido que esta sea retirada, afirmando que Lee arriesgaba acusaciones penales por concurso o favorecimiento del abandono de bebés.
El pastor se niega a instalar cámaras de seguridad y limpia las huellas digitales que quedan en el lugar, para impedir que los progenitores sean detenidos y castigados. Pero la apertura de la rueda de la canastilla hace sonar la campana ubicada dentro de la iglesia. Entonces Lee, u otro miembro de la comunidad, se lanza afuera e intenta convencer a los progenitores. «Cerca del 95% han tenido un breve coloquio conmigo –declara el pastor- y cerca de 17 han cambiado de idea». La iglesia se ocupa del cuidado de los niños hasta que cumplen seis meses. Las mamás solteras que deciden criar a su hijo reciben varias formas de sostén, que incluyen subsidios financieros y servicios de asesoramiento.
Desde que se revisó la ley de adopción en 2012, los voluntarios de la iglesia de Joosarang registran un aumento vertiginoso en el número de bebés abandonados. En el 2011, estos fueron 22; el dato luego subió y se ubicó en 79 en el 2012; llegó a 220 en 2013 y a 248 en el 2015. La Ley especial de adopción establece que es obligatorio para los progenitores registrar a sus niños con sus nombres, si desean darlos en adopción.
El año pasado, para proteger a las mamás y niños de embarazos no deseados, el pastor Lee presentó en el Parlamento un proyecto de ley que permite a las mujeres dar a luz en secreto. Según el borrador presentado –que aguarda el parecer de la Asamblea Nacional-, las mamás que deseen parir de manera anónima podrán entregar al recién nacido al Estado, manteniendo su identidad en documentos firmados en una agencia estatal. Los niños tendrán derecho a conocer la identidad de sus padres biológicos, al cumplir los 16 años de edad, con previa aprobación de un tribunal.