(Arzobispado de Lima) «No hemos salido de un átomo, no hemos sido producto de una investigación, Dios nos ha creado y nos ha dejado esa huella. Si tú ves el ADN de un hijo de Dios, de una criatura de Dios, en su corazón dice que debe amar a Dios. Es la marca que es una criatura que está creada por Dios. En estos tiempos de tantas frivolidades, todo se olvida, se discute; y si uno quiere hablar de Dios, si uno quiere vivir su fe, no puede». Con estas palabras el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, recordó a los fieles el sentido que deben tener las palabras de Dios en nuestras vidas, el domingo 4 de noviembre del 2018, en el marco de la Clausura de los 40 Días por la Vida.
Nos une a Cristo su sacrificio en la cruz
En otro momento, afirmó que Jesucristo está eternamente presente en la Eucaristía como fuerza de nuestra fe: «Son palabras del mismo Cristo, pero el mundo de hoy pasa por alto las palabras, nuestra religión es una religión revelada por Dios, sellada como garantía por la sangre de Cristo, es la fuerza de nuestra fe. Por eso nos une Cristo a ese único sacrificio que se renueva en la misa. Esto es lo solemne, lo sagrado, esto es lo que hace que no pase la ley de Dios. Estamos en una Iglesia que es cuerpo de Cristo, cuya cabeza se ofrece en cada Eucaristía».
El aborto, el flagelo de la humanidad
También recordó que todos pertenecemos al cuerpo de Cristo y que todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios: «De la nada Dios me da la vida, de esa nada Dios me da su divinidad y ¿cómo es posible que sus criaturas maten mediante el aborto? ¿Cómo es posible? ¿Tan endiablado está el mundo? Sí. ¿Tanta soberbia hay en el mundo? Sí. ¿Tanta gente está en manos del demonio? Sí. Por eso la oración para decirle al Señor: Ten compasión, termina este tiempo tan fuerte en que tus hijos, tus criaturas se matan unos a otros y de manera especial a los más indefensos, en el vientre de la madre».
El demonio elimina a millones de inocentes
Saludó la jornada de los 40 Días por la Vida que se realizó en la Archidiócesis de Lima con el objetivo de rezar y pedir por el fin del flagelo del aborto en el Perú y en el mundo: «Esta iniciativa de los 40 días por la vida es una campaña para implorar la misericordia, para dar un mensaje de esperanza a tantas personas que se ven chantajeadas, amenazadas, por ese daño y le da miedo a veces ir adelante con su embarazo, pero no les da miedo matar, ¿qué raro?, ¿qué demonio más grande y más feo se ha metido en el mundo? Hay que estar muy mal de la cabeza y muy mal del alma, realmente es una presencia del demonio que de manera silenciosa elimina millones de criaturas, de vidas, ante el silencio cobarde de la humanidad».
No seamos cómplices del demonio
Finalmente, el Arzobispo de Lima hizo un llamado a todos los fieles a defender siempre la vida y que no seamos cómplices del demonio: «Hermanos que el Señor se apiade de nosotros, somos cómplices, somos la generación que ha callado desde hace décadas, somos la generación que va permitiendo, en aras de la apertura, que el demonio vaya tomando cada vez más el mensaje de Cristo, engañando… No se puede respirar en un mundo contaminado por el demonio y por la muerte. Quien mata a una criatura a qué no se atreve, si ha hecho lo peor».
Concelebraron en la Santa Misa en la Catedral de Lima, el padre Luis Gaspar Uribe, Vicario de Pastoral y Evangelización; y el padre Marco Kiyan Miyashiro, P.E.S. Estuvieron presentes en la misa los movimientos eclesiales y colectivos que defienden la vida y la familia que fueron parte de esta campaña.