(ACI Prensa) El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, alentó el diálogo democrático para evitar el enfrentamiento de poderes ante la crisis política que vive el país, en medio de varios escándalos por corrupción.
Desde Roma, en donde participa de las reuniones del Consejo Económico de la Santa Sede, el Cardenal afirmó el pasado martes 18 de septiembre que «la Iglesia siempre ha apoyado la imperativa necesidad del diálogo democrático que una a todos los peruanos, y no el enfrentamiento de poderes que no conduce a nada bueno para el país».
«El pueblo peruano rechaza la corrupción venga de donde venga, así como el aborto y los ataques a la familia», agregó.
Las declaraciones del Cardenal Cipriani se dan luego que el pasado domingo 16 de septiembre el presidente del Perú, Martín Vizcarra, anunció que solicitará una «voto de confianza» al Parlamento para que apruebe los cuatro proyectos de reforma constitucional que presentó el Gobierno en agosto.
El artículo 133 de la Constitución Política del Perú establece que «el Presidente del Consejo de Ministros puede plantear ante el Congreso un voto de confianza a nombre del Consejo. Si la confianza le es rehusada, o si es censurado, o si renuncia o es removido por el Presidente de la República, se produce la crisis total del Gabinete».
El artículo 134 establece por su parte que, si el Parlamento censura o niega el voto de confianza a dos gabinetes de un mismo Gobierno, el presidente de la República tiene el derecho a disolver el Congreso.
Considerando que en este mandato presidencial, cuyo primer periodo fue liderado por el renunciante Pedro Pablo Kuczynski, ya hubo un rechazo al voto de confianza; una segunda negativa podría desencadenar la disolución del Congreso ordenada por Vizcarra.
Por ello, desde el pasado lunes 17, los voceros de las distintas bancadas se habrían reunido para dialogar sobre lo que harían el miércoles 18.
Si se disuelve el Congreso, no será la primera vez. Ya lo hizo el 5 de abril de 1992 el entonces presidente Alberto Fujimori, cuya hija Keiko ahora lidera el partido de la mayoría fujimorista en el Parlamento, aunque no es congresista.
Ante esta situación, el Cardenal Cipriani resaltó que ofrece su reflexión «con el ánimo de ayudar a actuar con prudencia y serenidad» para «unir al país en estos momentos y así juntos buscar el bien común a través del diálogo y respeto al Estado de Derecho”.
En su opinión, «el respeto al pueblo nos exige apoyarlo en sus múltiples y legítimos intereses; como pueden ser darles una mejor atención de salud pública, brindarles seguridad ante la delincuencia tan extendida, una educación pública de calidad conforme a la primera responsabilidad de los padres, asegurar una administración de justicia con acceso a todos y libre de corrupción, así como acciones para proteger a la población ante los desastres naturales y cambios climáticos».