(InfoCatólica) El gobierno de Trudeau alega que la medida se hace para respetar precisamente a los ciudadanos y para evitar dar la impresión de que se da un sesgo sexista en el trato.
Los funcionarios deberán pedir permiso antes de usar dichos términos o simplemente llamar a los ciudadadnos por el nombre y primer apellido.
Con anterioridad el gobierno canadiense había prohibido el uso de la palabra «señorita» para dirigirse a las mujeres.
Todo esto forma parte de la política de «género neutro» que quiere imponer el primer ministro en todo el país. También afecta a las palabras «padre» y «madre», que habrán de ser sustituidas por otras, dependiendo de si el trato es en inglés o francés.