(LifeSiteNews/InfoCatólica) Dos de los cuatro cardenales que presentaron los dubia al Papa Francisco para aclarar las interpretaciones dudosas de la Amoris Laetitia han muerto. Pero esto no impedirá que los dos cardenales restantes «continuemos la importante labor de resolver los dubia», explicó el cardenal Raymond Burke en una nueva entrevista.
En una amplia entrevista con el sitio de noticias de la diócesis de Parramatta, Catholic Outlook, el cardenal afirmó que «la urgencia de una respuesta a los dubia deriva del daño hecho a las almas por la propagación de la confusión y el error, que se producen al no responder las cuestiones fundamentales planteadas y que no se haga de acuerdo con la constante práctica y enseñanza de la Iglesia». Esta urgencia «pesa hondamente en mi corazón», agregó.
La confusión causada por Amoris Laetitia ha llevado a la muchas personas a «sentir que la Iglesia no es un punto seguro de referencia», dijo Burke.
«No hay claridad sobre estos asuntos», dijo. «Estas personas están en una situación muy difícil. Es un hecho palpable que tenemos conferencias de obispos que se contradicen entre sí en cuanto a la interpretación de Amoris Laetitia, en donde se ven unos obispos contradiciéndose mutuamente; tenemos además fieles laicos que discuten entre sí sobre esto; y también a sacerdotes que están sufriendo porque los fieles acuden a ellos, esperando respuestas que no son posibles porque han recibido una de estas interpretaciones erróneas de Amoris Laetitia. Como resultado, ya no entienden las enseñanzas de la Iglesia».
«Ustedes saben que en la Iglesia solo tenemos un guía, el Magisterio, la enseñanza de la Iglesia, pero ahora parecemos estar divididos en facciones políticas», explicó Burke. «Además, incluso el lenguaje que se usa es muy mundano y eso me preocupa mucho».
El cardenal Burke, uno de los defensores más firmes en la Iglesia de la ortodoxia católica, dijo que la Iglesia puede ofrecer «dirección» y llevar a la transformación cultural «en términos de respeto a la vida humana, respeto a la integridad de la familia y respeto a la libertad religiosa».
Lamenta la muerte de sus hermanos cardenales
También expresó su pesar por el fallecimiento de dos de los cuatro firmantes de los dubia, los cardenales Joachim Meisner y Carlo Caffarra. De los cuatro, solo él y el cardenal Walter Brandmüller siguen vivos.
Dijo que Caffarra «sufrió profundamente» porque «la confusión y el error en la Iglesia ha ocasionado un grave daño a las almas».
«A lo largo de los años, fui bendecido por la amistad del cardenal Carlo Caffarra, un sacerdote destacado y un gran estudioso sobre la teología del matrimonio y la vida familiar», dijo Burke. «Durante los últimos tres años, he trabajado muy de cerca con él en la defensa del matrimonio y la vida familiar ante una creciente confusión y propagación del error, que también han penetrado en la Iglesia».
«En cada encuentro con el cardenal Caffarra, me impresionó su pureza de corazón y su carácter totalmente sacerdotal», continuó Burke. «Él amó a Cristo y su Cuerpo Místico, la Iglesia, con todo su corazón. Por eso, sufrió tan profundamente el hecho de que la actual situación de confusión y error en la Iglesia causara un grave daño en las almas».
Pero Caffarra «nunca cuestionó la presencia de Nuestro Señor con nosotros, según su promesa a los discípulos, y nunca cuestionó la maternal intercesión de la Virgen Santísima, Madre de Nuestro Señor».
«Aunque estamos tristes por haber perdido la colaboración terrenal de estos dos grandes pastores y prelados, estamos seguros de que ellos continuarán intercediendo con sus oraciones inspiradas por su duradera caridad pastoral », dijo Burke.
Los liberales en la Iglesia «hacen ataques personales» mientras claman por el «diálogo»
El cardenal explicó que los medios a menudo lo malinterpretan y tratan de presentarlo fundamentalmente como un opositor del Papa.
«Presentan al Papa Francisco como una persona maravillosa y abierta, y no hay nada malo en eso, pero me describen como todo lo contrario», dijo Burke. «Creo que cualquier persona que haya tenido alguna experiencia conmigo como sacerdote u obispo diría que soy muy pastoral y, de hecho, no veo ninguna contradicción entre ser pastoral y ser fiel en anunciar la enseñanza de la Iglesia y obedecer la ley de la Iglesia ».
«Están haciendo una caricatura de alguien que pide claridad sobre ciertos asuntos, están diciendo “él es el enemigo del Papa” y “está tratando de construir una oposición al Papa”, lo que por supuesto no es el caso en lo absoluto», aclaró Burke.
Burke denunció la tendencia de los progresistas en la Iglesia a atacar personalmente a cualquiera que no esté de acuerdo con ellos mientras fingen que apoyan el «diálogo».
«Lo que encuentro de manera consistente entre los llamados liberales, aquellos que llaman a la revolución en la Iglesia es que quieren diálogo, siempre y cuando estén de acuerdo con ellos», dijo Burke. «En el momento en que planteas una pregunta, se vuelven muy despectivos, hacen ataques personales, lo que llamamos argumentos ad hominem, y así sucesivamente. Eso realmente no es útil. Estamos hablando de verdades, estamos hablando de hechos y no hay lugar para este tipo de ataques».
«Es una manera muy mundana de acercarse a las cosas, no tiene lugar en la Iglesia, pero ahí es donde estamos ahora», dijo. «La gente incluso hace comentarios despectivos sobre otras personas, cuando no están de acuerdo con ellos».
Reza por cardenales y otros en la Iglesia que lo atacan
«Son Cardenales de la Iglesia» y en «posiciones de tremenda responsabilidad», dijo. «También tengo una cierta fraternidad con ellos como miembros del mismo Colegio, el Colegio de Cardenales, por lo que no hace falta decir que rezo por ellos».
Esperanza en Nuestro Señor
Burke alentó a los católicos a no renunciar nunca a la esperanza «no importa qué confusión o incluso divisiones entren en la Iglesia».
«Debemos aferrarnos aún más fielmente a lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado», dijo el cardenal. «Y de esa manera realmente salvaremos nuestras propias almas, con la ayuda de la gracia de Dios ».
«Nuestro Señor siempre permanece con nosotros en la Iglesia», continuó. «Él es nuestro principal sacerdote y guía, y por lo tanto debemos tener confianza en llevar una vida cristiana. Debemos tener esperanza en Él».