(Catholic Herald/InfoCatólica) El hermano Rene Stockman, superior general de la orden, dijo al Catholic News Service que el Papa dio su aprobación personal a una demanda del Vaticano para los responsables belgas de los Hermanos de la Caridad, que dirigen 15 centros para pacientes psiquiátricos en toda Bélgica, cambien su política al respecto de la eutanasia.
Los hermanos que forman parte de la Junta Directiva del Grupo de Hermanos de la Caridad, organización que dirige los centros, también deberán firmar antes de finales de agosto una carta conjunta a su Superior general declarando que «apoyan plenamente la visión del magisterio de la Iglesia Católica, que siempre ha confirmado que la vida humana debe ser respetada y protegida en términos absolutos, desde el momento de la concepción hasta su fin natural».
Los hermanos que se nieguen a firmar se enfrentarán a sanciones bajo la ley canónica,además de enfrentarse a acciones legales e incluso a la expulsión de la Iglesia si no cambian su política. En ningún caso deben considerar la eutanasia como una solución al sufrimiento humano.
La orden, emitida a principios de agosto, llega tras peticiones repetidas para que el grupo abandone su nueva política de permitir que los doctores realicen la eutanasia de pacientes «no terminales» mentalmente enfermos en sus centros hospitalarios.
Se ha producido igualmente una investigación conjunta de las congregaciones del Vaticano para la Doctrina de la Fe y para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
El hermano Stockman, que se había opuesto a la política de eutanasia del grupo belga, dijo al Catholic News Service que el ultimátum fue redactado por las dos congregaciones y cuenta con el apoyo del Papa.
«El Santo Padre fue formalmente informado de ello y también sobre los pasos a seguir», ha explicado Stockman en un correo electrónico de fecha 8 de agosto.
El Hermano Stockman añadió en declaraciones a CNS que si el grupo se niega a someterse al ultimátum «entonces tomaremos medidas jurídicas para obligarlos a enmendar el texto (de la nueva política) y, si eso no es posible, entonces debemos comenzar el procedimiento para excluir a los hospitales de la familia de los Hermanos de la Caridad y quitarles su identidad católica».
Este ultimatum llega tras la negativa de los religiosos belgas a adherirse a una declaración de la enseñanza de la iglesia que prohíbe la eutanasia. La declaración, escrita y firmada por el cardenal Gerhard Muller, cuando todavía era Prefecto de la Congregación par ala Doctrina de la Fe, fue enviada a los miembros del Grupo de los Hermanos de la Caridad en el país europeo.
Se da la circunstancia de que la mayoría de los enfermos psiquiátricos de la región de Flandes son atendidos en centros de los Hermanos.
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