(Efe) Benedicto XVI advirtió de que en la sociedad de hoy vuelve a proponerse un antiguo materialismo hedonista y señaló que de la unión de una visión materialista del hombre y del gran desarrollo de la tecnología «emerge una antropología de fondo ateo».
Una antropología que, según el Papa, reduce «la historia humana a un destino de autorrealización» y que prescinde de Dios, de la «dimensión espiritual y del horizonte ultraterreno».
«En esa perspectiva de un hombre privado de su alma y, por tanto, de una relación personal con el Creador, todo lo que es técnicamente posible se convierte en moralmente lícito, cada experimento resulta aceptable cada política demográfica consentida, cada manipulación legitimada», aseveró. Se trata, según el pontífice, de «una deriva negativa para el hombre, incluso si se cubre con el pretexto de buenos sentimientos que buscan el progreso, o de presuntos derechos, o un presunto humanismo».
Ante esta situación, Benedicto XVI llamó a los cristianos a ejercer «una vigilancia crítica y a veces rechazar colaboraciones que directa o indirectamente favorezcan acciones o proyectos que contradigan la antropología cristiana».
El Papa afirmó además que la historia demuestra que en el pasado el hombre sin relación con Dios ha sido responsable de terribles «idolatrías», que le han convertido en esclavo. «En los últimos siglos, las ideologías que ensalzaban al culto de la nación, la raza y la clase social se revelaron verdaderas y propias idolatrías y lo mismo puede decirse del capitalismo salvaje con su culto por el provecho, del que han derivado crisis, desigualdad y miseria», declaró.