(Efe) Los palestinos pidieron su inscripción urgente debido a la degradación del conjunto arquitectónico.
«Belén, su Ciudad Vieja y sus iglesias fueron víctimas de ataques militares israelíes deliberados en 1977 y nuevamente entre 2001 y 2002», señalaron las autoridades palestinas en una carta abierta al Comité.
Según las autoridades palestinas, la inclusión de la Basílica de Natividad en la lista de la Unesco garantizaría las necesarias medidas para su restauración.
Con anterioridad, el órgano consultivo que preexaminó la candidatura para su inscripción en la lista del Patrimonio Mundial se pronunció en contra de que su examen se realizara en trámite de urgencia.
Al ser miembro de pleno derecho de la Unesco solo desde diciembre, Palestina no pudo utilizar los canales habituales para presentar su primera candidatura.
Según el comunicado de la Unesco, la Basílica de la Natividad fue incluida en al Lista del Patrimonio en Peligro debido a que sufre «infiltraciones de agua».
El sitio incluye también conventos e iglesias latinas, griegas, ortodoxas, franciscanas y armenias, así como campanarios, jardines en terraza y una ruta de peregrinación.
La Basílica de la Natividad se encuentra a 10 kilómetros al sur de Jerusalén sobre la gruta donde la tradición dice que nació Jesús.
La fachada principal es como una muralla con sus contrafuertes, en la que destaca una diminuta y angosta puerta de acceso (1,2 metros de altura) que obliga a los visitantes a agacharse y que en la antigüedad permitía una mejor defensa y evitaba que los jinetes pudieran penetrar en el templo.
El lugar donde los cristianos veneran el nacimiento de Jesús es una gruta de forma rectangular, de 12,50 metros de largo, 3,50 de anchura y 3 de altura, ennegrecida por el humo de las lámparas que los monjes greco-ortodoxos mantienen siempre encendidas.