Transcurridos varios días de la derrota de Hillary Clinton, es buen momento de hacer balance de cuál ha sido la política informativa del grupo COPE con 13TV sobre las elecciones presidenciales en los Estados Unidos.
He seguido 13tv y COPE Radio, especialmente esta última. En sus principales programa, que yo he escuchado, Herrera en COPE, La Tarde y La Linterna se ha estado –a mi entender- haciendo directamente proselitismo de Hillary Clinton. E insisto en que no han sido solamente opiniones personales de los tertulianos sino una línea informativa (desinformativa) descarada a favor de Hillary Clinton junto a la demonización de Donald Trump.
En principio esto no tendría mayor relevancia, allá cada cual con sus opciones políticas y sociales. La cuestión es otra.
¿Quién es Hillary Clinton? ¿cuáles son sus líneas políticas, económicas, sociales y culturales? ¿quién apoya a esta señora? Por otra parte, la respuesta a estas preguntas ¿encaja en la línea de los principios morales católicos del Grupo COPE?
Pues bien. Hagamos un sencillo repaso extraído de las noticias que han dado algunos medios de comunicación españoles y extranjeros sobre Hillary Clinton.
Defensora del ‘establishment’ o poderes facticos financieros-políticos del Nuevo Orden Mundial.
Los correos sacados a la luz por WikiLeaks han puesto al descubierto que Hillary es el nexo de unión y catalizador de los grandes poderes financieros mundiales, desde magnates como George Soros a grupos bancarios como Goldman Sachs. Algunos de los correos de John Podesta (jefe de campaña electoral de Hillary) señalan que, en su momento, la mitad del gabinete Obama fue elegido por representantes de City Bank.
De acuerdo con FOX News y recogido por RT Noticias, 24 multimillonarios apoyaron la campaña de Hillary Clinton, entre ellos el citado magnate Soros. Él solito donó 9 millones de dólares a los Super PACs -organizaciones que recaudan fondos para apoyar la campaña electoral- de Hillary. En conjunto esos magnates donaron 42,5 millones de dólares a la campaña de esta señora.
Defensora de los estados islámicos más radicales: el Wahabismo.
Los correos, destapados por WikiLeaks, de la señora Clinton a su jefe de campaña Podesta ponen de manifiesto que Hillary Clinton era consciente de que el actual Estado Islámico es financiado por los gobiernos de Arabia Saudí y Qatar. La propia BBC informaba, el 11 de septiembre de 2016, sobre esta cuestión. Otros medios como la Agencia Reuters o RT también recogieron que la Fundación Clinton aceptó un millón de dólares por parte de Qatar durante la época en la que Hillary Clinton era secretaria de Estado, y que Arabia Saudita donó a la citada Fundación entre 10 y 25 millones de dólares, remontándose los últimos montos conocidos a 2014, cuando Hillary ya se preparaba para lanzarse a la carrera presidencial.
En los correos de WikiLeaks, Hillary Clinton describe a Arabia Saudí y Qatar como partidarios «financieros y logísticos» de los yihadistas. Sin embargo, si hemos de hacer caso de los correos destapados por Julian Assange, también son financieros de su campaña. Asimismo, según el portal de noticias The Canary, Hillary Clinton formó parte del consejo de administración del gigante industrial francés, Lafarge, entre 1990 hasta 1992, y al cual se acusa de financiar en secreto al Estado Islámico. Lafarge es donante habitual de la Fundación Clinton con 100.000 dólares en 2015.
Pero siendo todo esto lo suficientemente grave para que dichos medios de comunicación se distanciasen de la candidata Hillary Clinton -o mantuviesen cierta precaución en darle un apoyo tan abierto y descarado- más grave es la defensa a ultranza de Hillary Clinton a las leyes de ingeniería social y aborto. Sólo esta cuestión ya hubiese sido suficiente como para que tales medios de comunicación hubiesen tomado distancia con la señora Clinton.
Enemiga de la libertad religiosa, del Cristianismo y de la Iglesia Católica.
En abril de 2015 Hillary Clinton dio una conferencia sobre feminismo en el Lincoln Center de Manhattan. Tal como vino informando La Gaceta,allí defendió que «los códigos culturales profundamente enraizados, las creencias religiosas y las fobias estructurales han de modificarse. Los gobiernos deben emplear sus recursos coercitivos para redefinir los dogmas religiosos tradicionales». Además, Hillary aseveró que detrás de las discriminaciones contra las mujeres y los homosexuales estaban las creencias religiosas, y por ello, éstas debían ser eliminadas.
Y no era la primera vez que la señora Clinton se manifestaba así. Por ejemplo, en 2011, durante una conferencia en Génova, la entonces secretaria de Estado señalaba a las creencias religiosas como «uno de los principales problemas sociales». Esto es, Hillary, de haber ganado las elecciones, estaba dispuesta a utilizar desde el Estado el monopolio legal de la violencia contra el cristianismo.
Semejantes declaraciones e intenciones deberían haber encendido todas las luces de alarma en la Conferencia Episcopal Española, en COPE y 13 TV.
Sin embargo, en Estados Unidos sabían muy bien de qué pie calzaba la señora Clinton y en HotAir.com Ed Morrissey reflexionaba sobre el estado de cosas al que se había llegado: «Optar a la presidencia de Estados Unidos sobre la base de utilizar los recursos públicos para acabar con las creencias religiosas es, probablemente, el eslogan progresista más sincero de la historia», y desde luego, una declaración sin precedentes que va contra los propios fundamentos de esta nación. Por su parte el representante de la Catholic League, Bill Donohue, subrayaba que nunca antes se había visto a un aspirante a la presidencia de Estados Unidos declarar de forma pública y notoria una guerra a la religión.
Si a esto le añadimos la defensa clintoniana a la inmigración ilegal masiva –con la cual desintegrar las naciones occidentales- estamos ante una de las manos políticas ejecutoras del proyecto totalitario de transformación socio-cultural pretendido por del Nuevo Orden Mundial y defendido por la ONU y multimillonarios como Soros.
¿Y quiénes son los que, especialmente, ofrecen resistencia a este proyecto político, social y cultural? Tales resistencias vienen en mayor o menor medida del protestantismo conservador y de la Iglesia Católica. Un cristianismo enraizado en la sociedad del middlewest y, precisamente, ahí se ha votado en contra de la señora Clinton.
Compinche en el negocio del aborto: blood Money
Comencemos por la Ley de Asistencia Sanitaria que ha tenido en Hillary Clinton a su más ferviente defensora. La conocida como Obamacare obliga a todas las empresas e instituciones a dar cobertura sanitaria a sus empleados incluyendo medidas de control de la natalidad, esterilizaciones y abortos (incluida la píldora abortiva llamada «del día después»). Y aquí está el problema dado que el gobierno federal, con sus medios coercitivos, obligaría a las empresas y entidades y asociaciones cristianas a financiar la política abortista del gobieno Obama-Hillary. Varias empresas y entidades se opusieron y plantaron cara a Obama y a su secretaria de Estado, señora Clinton.
Por ejemplo, las Hermanitas de los Pobres se negaron a cumplir la ley y el gobierno Obama les impuso una multa de 4’5 millones de dólares anuales en dos de sus 30 casas en todo el país. Las hermanitas de los pobres estuvieron planteándose la posibilidad de cerrar sus centros y que fuese el gobierno Obama-Hillary el que diese atención a los ancianos, pobres y enfermos. Afortunadamente la Corte Suprema sentenció a favor de las Hermanitas.
Algo similar pasó con EWTN, popularmente conocida como televisión de la madre Angélica. Fue sometida a multas superiores a 35 mil dólares diarios por negarse a ser cómplice de los abortos del Obamacare, pero apelaron y ganaron, derrotando al gobierno Obama-Hillary.
Siguiendo este ejemplo, 42 instituciones católicas demandaron al gobierno Obama-Hillary. A estas demandas se añadieron otras como la de Hobby Lobby, cadena de tiendas propiedad de una familia evangelista y con 13.000 trabajadores. La misma resistencia presentaron algunos centros de enseñanza católicos y cristianos como la Colorado Christian University.
No es de extrañar el odio de Hillary Clinton contra la Iglesia católica y los grupos cristianos tradicionales y conservadores.
La señora Hillary se exhibió durante la campaña electoral como la adalid defensora de la mayor multinacional privada abortista del mundo, Planned Parenthood. Además, Clinton es amiga de Cecile Richards, presidenta de la multinacional abortista. La señora Clinton dio trabajo a la hija de Ceclile, Lily Adams, como secretaria de prensa de la campaña electoral en el estado de Iowa.
Esta multinacional de la muerte es miembro consultivo de la ONU y del Consejo de Europa y fue calificada por el gobierno Rajoy como de «utilidad pública», pudiéndose beneficiar de exenciones fiscales y recibir más subvenciones públicas.
Planned Parenthood no sólo se dedica a la planificación familiar y el aborto. Según los videos realizados por el Centro para el Progreso Médico, Planned Parenthood junto con empresas asociadas tienen como negocio la venta de órganos humanos extraídos de los bebés matados (abortados).
Planned Parenthood financió las campañas electorales de Obama y ahora la de Hillary Clinton. En enero de 2016 se anunciaba un aporte de 20 millones de dólares y 30 millones en octubre, para el cierre de campaña.
La Gaceta vino informando puntualmente de las relaciones entre Hillary Clinton y Planned Parenthood (PP). Durante toda la campaña electoral Hillary Clinton se ha manifestado abierta y expresamente orgullosa de mantener estas relaciones con PP y, ante la denuncia de traficar con órganos de bebés abortados, ha escusado a esta multinacional de la muerte insistiendo en que PP «realiza servicios fundamentales para las mujeres» calificando de escandaloso el «ataque» y «persecución» que sufre Planned Parenthood.
En opinión de Hillary Clinton, la revelación de que los bebés matados en las clínicas de Planned Parenthood son descuartizados y tratados como mercancía para ser vendidos por partes a empresas de investigación científica es tan sólo algo «inquietante» que en absoluto va en detrimento de la «extraordinaria» labor que realiza PP. También la mayor parte del Partido Demócrata apoya a Planned Parenthood, empezando por el propio Barack Obama.
Relaciones con sectas satánicas
Las relaciones de Hillary Clinton y el partido Demócrata con la muerte de bebés no es el último capítulo de esta historia.
La revista Actuall vino informando sobre las relaciones del jefe de campaña de Hillary, John Podesta, con lo que pudieran considerarse rituales satánicos. Según los correos destapados por WikiLeaks el lobbyista Tony Podesta y su hermano John Podesta fueron invitados a una «Spirit Dinner». Basta leer el menú de estas cenas (que no voy a dar, por macabro) para ver los claros tintes satánicos de estas cenas, quedas, tanidas o como se las quiera llamar. Tony y su anfitriona, Marina Abramovic, manifestaban en estos correos estar ilusionados con el día de dicha cena.
Y para finalizar
Todo esto es un brevísimo resumen de lo que algunos medios de comunicación han ido sacando a la luz sobre Hillary Clinton. Sin embargo nada de esto ha sido suficiente para cambiar la línea de descarado apoyo que se ha dado a Hillary desde el Grupo Cope, en concreto por parte de los principales programas Herrera en Cope, La Tarde y La Linterna.
El 26 de abril de 1991 la Conferencia Episcopal aprobaba la línea ética y moral propia de Cope. En este documento podemos leer:
COPE «se considera a sí misma como confesionalmente católica y se sitúa, de partida, en el marco de los fines generales de la Iglesia». Desde luego los fines de la Iglesia no son la defensa de las líneas políticas, sociales, sanitarias, culturales y económicas que Hillary Clinton defiende y representa.
COPE «no representa ni oficial ni oficiosamente a la autoridad eclesiástica pero es altavoz de las enseñanzas y directrices de los pastores». Desde luego Hillary y todo lo que ella representa y defiende no coincide en nada con de las enseñanzas y directrices de nuestros obispos ni de la Conferencia Episcopal.
Y continúa este documento: «Los programas de la Cadena y de sus emisoras estarán siempre en consonancia con la línea editorial y ésta con el Ideario (…) no será neutral, sino comprometida, en todo lo que atañe a la protección, desarrollo integral y defensa de la vida humana, desde el seno materno hasta el último latido». Exactamente todo lo contrario a lo que defiende, protege y quiere imponer Hillary Clinton con su «amada» Planned Parenthood.
Y: «Orientar a la opinión pública con criterio cristiano». Desde luego, lo que yo he oído sobre la defensa de Hillary Clinton en COPE, tanto por parte de los presentadores como de los tertulianos, y en los tres programas antes citados, no tiene nada que ver con los criterios y moral cristianos. El ideario manifestado en estos programas ha sido –desde mi punto de vista- opuestos a los principios morales de la Iglesia Católica. Y desde luego no he oído por ningún lado que, en la labor informativa sobre Hillary Clinton, se haya defendido y difundido la doctrina y actividades de la Iglesia Católica ni por parte de los presentadores de estos tres programas ni de sus tertulianos.
Y Por último. El apartado II de este documento se titula: del «servicio a la verdad». En estos tres programas de COPE se han podido hacer muchas cosas, pero no han informado sobre los aspectos que aquí he reseñado y que tienen como eje a Hillary Clinton, como representante y defensora de una concepción del Estado, de la sociedad, de la economía, de la cultura y del hecho religioso que son totalmente contrarias e incluso enemigas de la Iglesia Católica y del Cristianismo en general.
Desde luego, quien haya seguido estos programas no creo que pueda haberse enriquecido en su conciencia moral y en su fe religiosa. Al menos, yo no. Pero, puedo estar equivocado y todo lo que he reseñado sea un simple sueño de otoño en el que cualquier parecido con la realidad sea pura coincidencia.
Antonio R. Peña