César Vidal y el prejuicio anticatólico (V)
Tras haberme saltado una entrega por problemas personales, vuelvo a comentar uno de los artículos de la serie de Don César Vidal sobre la maldición que ha supuesto para España el hecho de ser católica.
Lo cierto es que estos comentarios se me hacen bastante pesados, porque D. César ha abandonado ya cualquier pretensión de argumentación lógica o rigor histórico y se ha lanzado de lleno por el camino panfletario de la descalificación universal de todo lo que huela a católico. Es una pena, porque estos temas, tratados seriamente, resultarían muy interesantes, en lugar de convertirse en una pesada serie de acusaciones interminables contra el catolicismo, desprovistas de contexto, equidad, matices y, a menudo, de cualquier fundamento. Sin embargo, como servicio a los lectores y como penitencia por mis pecados, me lanzo una vez más a la tarea de comentar el artículo. :)
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En las anteriores entregas he ido mostrando [yo corregiría a “he intentado mostrar, sin éxito"] cómo España –y con ella naciones como Italia y Portugal amén de las que acabarían siendo repúblicas hispanoamericanas– se quedaron descolgadas de una ética del trabajo y de una visión del mundo crediticio indispensables, así como de un impulso alfabetizador y científico irrenunciables. Sucedía además cuando España era un imperio y necesitaba más que nunca no verse adelantada por sus rivales que fue, precisamente, lo que sucedió. Por desgracia, no fueron las únicas pérdidas experimentadas por la España que expulsó a los judíos y quemó a los protestantes [¿Y las naciones protestantes que expulsaron o ejecutaron a los católicos o a los protestantes de otras confesiones? ¿Ésas no perdieron nada? ¿Es que los católicos expulsados o ejecutados no valían nada?]. A ellas se añadió la pérdida de asimilar la primacía de la ley sobre cualquier persona e institución.
En el año 1538, Calvino y algunos de sus amigos fueron expulsados de la ciudad de Ginebra por las autoridades. El momento fue aprovechado por el cardenal Sadoleto para enviar una carta a los poderes públicos de la ciudad instándoles a rechazar la Reforma y regresar a la obediencia a Roma. La carta del cardenal Sadoleto estaba muy bien escrita, pero lo cierto es que no debió de convencer a los ginebrinos ya que éstos solicitaron en 1539 a Calvino (que seguía desterrado) que diera respuesta epistolar al cardenal. Calvino redactó su respuesta al cardenal Sadoleto en seis días y el texto se convirtió en un clásico de la Historia de la teología. Escapa a los límites de esta serie el adentrarse en el opúsculo, pero sí es obligado mencionarlo porque en él se puede contemplar dos visiones de la ley que diferenciaron –¡como tantas otras cosas!– a las naciones en las que triunfó la Reforma de aquellas en que no sucedió así [En realidad, el tema sobre el que se discutía era teológico, sobre la interpretación privada o eclesial de la Biblia. Las conclusiones que saca Vidal, como veremos, están traídas por los pelos y tienen como único punto en común un anticatolicismo militante que deforma la realidad].
El dilema que se planteaba era si el criterio que marcara la conducta debía estar en el sometimiento a la ley o, por el contrario, a la institución que establecía sin control superior lo que dice una ley a la que hay que someterse [No, era la interpretación privada o eclesial de la Biblia, algo muy diferente]. Sadoleto defendía el segundo criterio mientras que Calvino apoyaba el primero. Para Calvino, era obvio que la ley –en este caso, la Biblia– tenía primacía y, por lo tanto, si una persona o institución se apartaba de ella carecía de legitimidad [¿Qué tendrá que ver la Biblia con las leyes humanas? Por otra parte, incluso desde el punto de vista teológico, César Vidal deforma la postura católica. La Iglesia no piensa que ella está por encima de la Biblia, que es Palabra de Dios, sino simplemente que Dios le ha prometido su asistencia para interpretarla adecuadamente, porque en cualquier caso, ya sea la Iglesia o cada individuo, alguien tiene que interpretar la Biblia, que no existe en el vacío ni se interpreta a sí misma]. El cardenal Sadoleto, por el contrario, defendía que era la institución la que decidía cómo se aplicaba esa ley y que apartarse de la obediencia a la institución era extraordinariamente grave [Cualquier persona con una mínima instrucción en Derecho sabe que no existe la ley sin órganos que la interpreten con autoridad, porque dejar que cada uno interprete la ley como quiera sólo lleva al caos jurídico… al estilo del caos teológico de las innumerables doctrinas protestantes diferentes]. La Reforma optó por la primera visión, mientras que en las naciones donde se afianzó la Contrarreforma se mantuvo un principio diferente, el que establecía no sólo que no todos no eran iguales ante la ley sino que, por añadidura, había sectores sociales no sometidos a la ley. Se creaba así una cultura de la excepción justificada. [No hace falta mucha crítica de esto. Una vez más, el criterio de D. César Vidal es: Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, qué malos y tontos que son los católicos. Como veremos, nada tiene que ver todo esto con el imperio de la ley, más allá de la mente de los peores polemistas anticatólicos].
Los ejemplos de esa diferencia llegan hasta el mismísimo día de hoy. Voy a pasar por alto las violaciones de la ley perpetradas por ciertos soberanos como el Felipe II que ordenó un crimen de estado como el asesinato de Escobedo o que violó los fueros aragoneses en persecución de Antonio Pérez [Es de una desfachatez sorprendente poner juntos esos dos ejemplos. Fundamentalmente porque el Rey persiguió a Antonio Pérez en Aragón… precisamente para castigarlo por haberle engañado para conseguir el asesinato de Escobedo, mientras que el Justicia Mayor de ese reino pretendió impedir que fuera castigado. Acusar de ambas cosas al Rey es, como mínimo, contradictorio. Además, pocos monarcas se podrían encontrar más escrupulosamente respetuosos de la ley que Felipe II, así que sorprende que Vidal lo ponga como ejemplo de desprecio de la ley. En realidad, el gran desprecio de los reyes por la ley vino de un principio esencialmente protestante (aunque es cierto que ya empieza a intuirse en el Renacimiento): la autoridad absoluta en todos los ámbitos del príncipe]. El problema, por desgracia, va mucho más allá que el crimen de Estado que se ha dado en los más diversos regímenes y épocas [Entonces, si es algo propio de todo tipo de países y religiones, ¿a qué viene empezar con ello? ¿Por qué no se ha dicho de un rey protestante? Esta forma de argumentar, aparte de no tener el más mínimo rigor histórico, resulta repugnante para la buena fe]. Se trata más bien del hecho de que se aceptara que sectores importantes de la población –fundamentalmente, la iglesia católica y la monarquía– no estuvieran sometidos a la ley [Una vez más, resulta difícil de creer que un historiador diga estas cosas. Es falso que la Iglesia no estuviera sometida a la ley. Lo que sucedía es que las leyes para el clero eran distintas en algunos aspectos, igual que lo son actualmente para los soldados, por ejemplo, o para los parlamentarios. Eso no quiere decir que los militares o parlamentarios actuales estén por encima de la ley, sino que por su situación especial se siguen con ellos procedimientos legales especiales. Lo mismo sucedía con los clérigos en el siglo XVI]. Las pruebas de lo primero son interminables e incluyen lo mismo a un Cervantes excomulgado mientras intentaba recabar suministros para la guerra incluso en las parroquias (¡gravísimo atrevimiento pretender que la institución que más se beneficiaba del esfuerzo de guerra hispano contribuyera al mismo!) [Si este ejemplo prueba algo es exactamente lo contrario de lo que dice Vidal. Cervantes se saltó la ley que eximía a las parroquias de ese tipo de exacciones y fue penado por ello. Ahora resulta que saltarse la ley es bueno para Vidal, pero sólo si se perjudica a la Iglesia. ¿De verdad no ve que esta forma de razonar es inaceptable?] que aquellas cárceles concordatarias del franquismo donde se confinaba, por ejemplo, a los sacerdotes que ayudaban a la banda terrorista ETA [Y las cárceles militares, existentes en todos los países, ¿también son una herencia del Catolicismo?]. Sobre esa institución no existía supremacía de la ley [En este mismo ejemplo, hablar de “cárceles” y de “concordatarias” si algo muestra es la supremacía de la ley, porque de otro modo no hay ni cárceles ni concordato]. Lo segundo es tan obvio que, incluso a día de hoy, el rey sigue siendo irresponsable de cualquier acto que pueda cometer [¿Igual que en la protestante Inglaterra? ¿También allí por los malvados católicos?].
Por supuesto, esa concepción permea sin discusión alguna las mejores manifestaciones culturales del siglo de Oro. Fuenteovejuna de Lope de Vega no es sino el canto a un pueblo que no encuentra justicia frente a un noble y que sólo tiene como vía el asesinato perpetrado de manera colectiva lo que, dicho sea de paso, no resulta una óptima perspectiva [Je, je. Algo más abajo, Vidal se deshace en alabanzas de Cromwell y sus puritanos que mataron a su Rey, supuestamente buscando justicia. En la realidad, no en la ficción. Pero como ellos eran protestantes, para Vidal su acción fue buena y meritoria, no como la de los malvados habitantes de Fuenteovejuna]. Sin embargo, cuando la monarquía ha de administrar justicia, ésta no nace del texto de la ley (como pretendía Calvino en su Respuesta al cardenal Sadoleto) sino del hecho de que el rey puede hacer, literalmente, lo que le sale de la corona.
Un ejemplo aún más revelador es el que encontramos en El alcalde de Zalamea, una obra genial cuya calidad literaria es innegable, pero cuyo mensaje, si bien se examina, resulta escalofriante. Un grupo de soldados de los tercios se asienta en un pueblo y un capitán aprovecha la ocasión para raptar a una muchacha y violarla. En otra nación donde existiera el imperio de la ley se habría esperado que el violador fuera juzgado y condenado. No en la España donde no se ponía el sol [¿Alguien en su sano juicio cree que el hecho de que un personaje de obra de teatro viole impunemente a una mujer es una señal de que en España se podía violar a las mujeres? Al capitán no le pasa nada porque, si viola a la mujer y va a la cárcel, se acaba la obra, los espectadores protestan, Calderón no cobra y nos perdemos todos una obra maestra. Parece mentira que haya que explicar estas cosas]. Pedro Crespo, el padre de la joven, suplica al violador que le restaure la honra casándose con su hija. Ni que decir tiene que el capitán –sabedor de que la ley no es igual para todos– se burla de Crespo que opta por cortar por lo sano ejecutando al oficial y sosteniendo que estaba en su derecho ya que “al rey la hacienda y la vida se ha de dar, pero el honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios”. La frase es buena, pero discutible. En primer lugar, porque no es cierto que haya que dar nada a un rey de manera incondicional [Parece que no ha entendido la frase, que dice justo eso: que no hay que obedecer al rey de forma incondicional] y, en segundo, porque el honor de Crespo, por lo visto, se veía más que satisfecho si su pobre hija contraía matrimonio con el canalla que la había raptado y violado. ¡Ejemplar! [El pobre D. César mete con esto su protestante pata hasta el fondo. Para comprender lo que digo, habrá que esperar al final del párrafo siguiente. Igual que a Calderón, me gusta mantener la intriga]. Pero la historia no acaba aquí. Crespo ha quebrantado la ley, pero los espectadores de la España de la Contrarreforma no podían ver bien que se castigara a semejante defensor de su honor. ¿Solución? El rey aparece en escena y se coloca –¡de nuevo!– sobre la ley para absolver a Crespo [Increíble. Es decir, César Vidal lo que defiende es que las leyes injustas son supremas. No importa que un hombre esté defendiendo a su hija de la violación, si la ley dice que no puede hacerlo, hay que acabar con él. Es decir, Vidal está defendiendo, por ejemplo, la actuación de los nazis que ponían como defensa que estaban obedeciendo órdenes. ¿Acaso no contemplan todos los ordenamientos jurídicos la figura del indulto cuando, por alguna razón, las autoridades consideran que la actuación de la ley no ha resultado justa? Sin embargo, para César Vidal, que un rey católico ficticio de una obra de teatro haga lo que hacen todos los sistemas jurídicos del mundo e indulte a un reo es una muestra más de la maldad y falta de respeto por la ley de los católicos… ¡Qué confusión de ideas! ].
La última vez que vi esta obra iba acompañado de la economista María Blanco que, por un lado, como yo, apreció la calidad literaria del drama y, por otro, se horrorizó de ver cuánto decía de los españoles. Recuerdo que señaló que la obra demostraba cómo el gran aporte jurídico de los españoles era “el apaño” [Sólo cabe una calificación de esta afirmación: Sinvergüenza. ¿La nación creadora del Derecho Internacional, del Fuero Juzgo, del Ordenamiento de Alcalá o de las Leyes de Indias sólo ha aportado el “apaño” al Derecho? Que un español diga esto…]. Tenía, por desgracia, razón. Por cierto, a los que se atrevan a decir que el sentido del honor calderoniano no era muestra de la cultura española hay que recordarles que todavía bajo el régimen de Franco estuvieron exentos de castigo el dar muerte a la esposa adúltera o a la hija fornicaria [Que yo sepa, eso no es cierto. Se tenía en cuenta el atenuante pasional al cometer el crimen, que es algo totalmente diferente y que existe en todas partes; en España, se contemplaba ya explícitamente esto en el caso del adulterio en el Código Penal de 1870, artículo 438] a la vez que la violada podía lograr que el violador no fuera a prisión si se casaba con él [Es curioso que D. César mencione esto como prueba de la maldad y el catolicismo de Franco, porque ¿saben ustedes de dónde viene esa excepción a la ley que castiga a los violadores? De la Biblia: Deuteronomio 22,28. ¿No habíamos quedado en que el problema de Franco estribaba en no ser un protestante y no leer la Biblia? ¿Sería un cripto-protestante?].
En la Europa reformada –en la que las cuestiones de honor no pendían de la entrepierna femenina– el sistema fue diferente [Claro. En el resto de Europa, si violaban a tu hija eso se consideraba una broma entre amigos… ¡Hay que fastidiarse!]. De entrada, la ley estaba por encima de las personas y de las instituciones. No podía ser de otra manera si, tomando la ley de Dios contenida en la Biblia [No. Tomando las diversas interpretaciones de los reformadores, que es algo muy distinto], se había puesto en solfa la institución que, por definición, era más sagrada para llegar a la conclusión de que se había deslegitimado con su conducta. La idea de esa supremacía de la ley por encima de las personas quedó establecida claramente [en realidad, como se ve al leer lo siguiente, nada tiene que ver esto con la supremacía de la ley, pero hace tiempo ya que la lógica se abandonó en estos artículos] en un episodio que suele mencionarse no pocas veces, el de Lutero y su último escrito contra los judíos. Aunque lo he visto citado en varias ocasiones por españoles, tengo que señalar que, visto lo que dicen, hay que llegar a la conclusión de que o incurren en un caso gravísimo de falta de honradez intelectual que los descalifica totalmente o –y me inclino por esta explicación– simplemente no han leído el texto completo en alemán ni tampoco conocen la totalidad de los hechos. No es que la ignorancia de aquello sobre lo que se escribe constituya una recomendación, pero, al menos, la calificación moral resultaría menos grave [Claro, hombre. Si uno no lee el texto completo, no se entera de lo que Lutero quiere decir con “por lo tanto, ten cuidado con los Judíos, sabiendo que dondequiera que tienen sinagogas, no se encuentra otra cosa que una guarida de demonios en las que se practican de la forma más maliciosa la pura autoglorificación, engreimiento, mentiras, blasfemias y difamaciones de Dios y de los hombres” o “no son más que ladrones y bandidos, que no comen ningún alimento ni visten ningún vestido que no nos hayan robado y hurtado por medio de su maldita usura. Así viven, día a día, junto con sus mujeres y niños, por el hurto y el robo, como archiladrones y bandidos, en la seguridad más impenitente” (1). ¿Quizás se pierde algún matiz en la traducción que no he llegado a captar?].
Pero volvamos al caso. De entrada, hay que señalar que Lutero manifestó al inicio de su carrera como reformador una compasión hacia los judíos que no era habitual en la Alemania católica de la época. No deja de ser significativo que en uno de sus escritos de esos años llegue incluso a indicar que hasta cierto punto la falta de conversión de los judíos al cristianismo arrancaba, fundamentalmente, del maltrato que habían recibido de la iglesia católica [¿Y esto es señal de la bondad de Lutero? ¿No será más bien una señal de que cualquiera que odiara a la Iglesia Católica era en principio para él un aliado?]. Durante los años siguientes, los judíos dejaron de tener interés para Lutero envuelto en una controversia teológica en la que se jugaba personalmente la vida y Europa su futuro [La realidad es que Lutero no “perdió interés” en los judíos. En un principio, pensaba ingenuamente que, ante su maravillosa oratoria y la de sus seguidores, todos los judíos se iban a convertir en buenos protestantes. Cuando eso no sucedió, Lutero llegó a la conclusión de que los malos eran los judios].
De esa situación, salió al final de su vida al redactar un tratado titulado Los judíos y sus mentiras (1543). El texto rezuma un deplorable antisemitismo [era antijudaísmo, más que antisemitismo; parece mentira que haya que recordar algo tan básico a un historiador], cuya razón era que hasta Lutero habían llegado noticias de cómo los judíos difundían la noticia de que Jesús era el hijo de una prostituta: “Así lo llaman (a Jesús) el hijo de una prostituta y a su madre, María, una prostituta, que lo tuvo en adulterio con un artesano. Con dificultad tengo que hablar de una manera tan áspera para oponerme al Diablo. Ahora bien, saben que hablan tales mentiras por puro odio y voluntariamente, únicamente para envenenar a sus pobres jóvenes y a los judíos simples contra la Persona de nuestro Señor, para evitar que acepten Su doctrina”. La acusación –como habían indicado antes de él no pocos clérigos medievales– era cierta ya que, efectivamente, en algunos pasajes del Talmud se hace referencia a que María es una adúltera y Jesús es llamado específicamente bastardo. De hecho, esa razón fue una de las que más pesaron en el papado y en no pocos obispos para ordenar quemas del Talmud durante la Baja Edad Media y también la que llevó a algunos editores judíos a suprimir los pasajes para evitar ser objeto de esa represión papal. Sin embargo, Lutero no se limitaba en su acusación a los insultos dirigidos contra Jesús y su madre. Además, consideraba que los judíos eran un colectivo que, mediante la usura, oprimía a los más humildes. La afirmación puede ser matizada, pero es la misma que desde hacía siglos venía vertiendo la iglesia católica sobre los judíos provocando decisiones civiles y eclesiales de especial dureza contra ellos. Ante esa situación, Lutero proponía como solución, literalmente, “la de los reyes de España”, es decir, la Expulsión llevada a cabo por los Reyes Católicos en 1492. Puede o no gustar, pero lo cierto es que si alguna vez a lo largo de su dilatada carrera apoyó Lutero una decisión católica reciente fue ésa [Lutero apoyó y conservó muchísimas cosas del catolicismo, en comparación con otros reformadores como Calvino o Zuinglio. Sin embargo, como siempre, Vidal sólo recuerda lo que crea que puede ayudarle a vilipendiar a la Iglesia].
El texto de Lutero es innegablemente lamentable. Lejos de seguir la línea propia de la Reforma de respeto a la libertad de expresión y de culto, Lutero se dejó llevar por la cólera que le provocaban las injurias contra Jesús y María –¿algún católico de la época habría actuado con más moderación?– y optó por una de las soluciones católicas medievales que venía aplicándose desde hacía siglos: la expulsión. La otra, como de todos es sabido, fue la matanza en masa como la de los pogromos españoles de finales del siglo XIV desencadenados precisamente por clérigos [generalización injusta, una vez más]. Ciertamente, si Lutero fue culpable de algo especialmente en este escrito fue de no seguir las líneas marcadas por la Reforma sino de continuar una multisecular tradición católica [¿Lee César Vidal alguna vez lo que escribe? Si en algo se equivocan sus santos reformadores, tiene que ser porque en eso son católicos. ¿Y se atreve a decir, al final de su artículo que “no pocos españoles, a diferencia de la generalidad de los ciudadanos de esas naciones donde triunfó la Reforma, normalmente, siempre encuentran excusas para sí o para el sector al que pertenece”? Esto es historia-ficción de la peor especie]. Pero Lutero escribía ya en un medio que conocía la Reforma y es precisamente esa circunstancia la que explica la reacción que provocó su panfleto. A pesar de ser un autor profundamente odiado en el mundo católico, no he conseguido dar con un solo texto católico de su época que le afeara sus conclusiones, seguramente porque la coincidencia con lo que pasaba en la Europa católica era muy notable [Afirmación vergonzosa. Hay multitud de textos, de todos los países católicos, en defensa de los judíos en general, dentro de las polémicas sobre sus expulsiones o sobre el trato a los mismos. Incluyendo textos papales. Pero como no convienen a su tesis, se olvidan]. Sin embargo, en la Europa protestante, el texto de Lutero fue enérgicamente repudiado. El príncipe de Hesse –que, supuestamente, debía haber escuchado la enseñanza de Lutero– se negó rotundamente a expulsar a los judíos siguiendo el ejemplo de los Reyes Católicos y los mantuvo en su territorio. Felipe Melanchton, la mano derecha de Lutero, también manifestó su oposición al texto señalando que no debía seguirse sus directrices [En cambio, cuando Lutero pidió que los campesinos anabaptistas fueran masacrados como perros rabiosos, el soberano protestante estuvo encantado de hacerle caso. Y quizá no expulsaron a los judíos, pero sí a los calvinistas, a los protestantes de otros tipos y, por supuesto, a los católicos… pero ya sabemos que, en la pseudohistoria de estos artículos, esas cosas no cuentan].
Ésa fue la posición generalizada de las iglesias nacidas de la Reforma y era lógico que así fuera. La Reforma había introducido en las mentes y los corazones de las personas un principio fundamental que no era otro que el de juzgar las acciones y las enseñanzas de todos los hombres a la luz de la Biblia y someter a la primacía de la ley –y no de una institución– los actos [Je, je. Habla Vidal de “la ley” en general, como si la ley no la hicieran seres humanos o tuviera una especial impecabilidad de tipo mágico, cuando en realidad hay leyes injustas exactamente igual que hay instituciones injustas, algo que la Iglesia y el sentido común saben perfectamente] . Partiendo de esa base, nadie se consideró obligado a seguir el criterio de Lutero si chocaba con la Biblia lo que, dicho sea de paso, era el caso [Je, je, je. En el luteranismo, el que mandaba era el príncipe del territorio en cuestión. Y seguir su criterio era obligatorio a no ser que uno quisiera perder peso (aproximadamente el peso de una cabeza, quiero decir). Es gracioso, por otra parte, que Vidal “olvide” ahora a su admirado Calvino, cuyo criterio era absolutamente obligatorio para todos los ginebrinos, hasta en los detalles más pequeños]. En el mundo católico, apenas unos años antes, el papa había celebrado la expulsión de los judíos de España con una serie de festejos entre los que se incluyó una corrida de toros [¿Qué tendrá que ver esto con nada?]. En otras palabras, en el siglo XVI, en la Europa reformada, nadie hizo caso a Lutero cuando pretendió que se expulsara a los judíos como habían hecho los Reyes Católicos en España unas décadas antes [En cambio, los protestantes alemanes votaron masivamente a Hitler cuatro siglos después, cuando en vez de expulsarlos quiso exterminarlos. A diferencia del teocrático calvinismo, Alemania adoptó el cesaropapismo luterano, por el cual el soberano siempre tenía razón. De hecho, ese cesaropapismo es la verdadera explicación de la tradición de obediencia ciega que tienen los alemanes y que tanto daño les hizo en el siglo XX. En el protestantismo, el soberano tenía absolutamente todos los poderes. Nada escapaba a su poder, no había áreas de libertad. Ni siquiera la Iglesia podía hacerle frente, porque también era el máximo soberano en lo espiritual. Es decir, el protestantismo abrió el camino a la verdadera tiranía del totalitarismo estatal, cuyos peligros bien conoce César Vidal].
En la España del siglo XXI todavía hay quien propugna la canonización de Isabel la católica [¿Y esto lo dice César Vidal, que venera como a santos protestantes a unos reformadores causantes de numerosos crímenes?] –yo he estado en una reunión del comité que la impulsa y son gente muy agradable aunque no me parecieron compungidos por la Expulsión sino más bien por la resistencia que entre los judíos de hoy hallaría la causa– quien justifica o minimiza la expulsión de los judíos y quien pretende comparar el episodio con otros acontecidos en otras naciones [Pues, hombre, no veo qué hay de extraño en compararlo con las expulsiones similares que se produjeron en muchos otros países europeos]. Basta preguntar a los mismos judíos para saber que no fue así [¿Esos testigos judíos del asunto a los que pregunta César Vidal son del siglo XVI? Porque, si es como historiadores, no entiendo muy bien qué relevancia tiene su condición de judíos]. Entendámonos. Isabel la católica no fue una genocida como pretendió Enrique de Diego en la primera edición de su novela El último rabino. Fue una gran reina, pero eso no puede impedir que examinemos también acciones como la implantación de la Inquisición o la expulsión de los judíos cuyas pésimas consecuencias para nuestra nación llegan hasta nuestros días [Dudo que en una causa de canonización se tengan mucho en cuenta las consecuencias políticas de una acción, sobre todo vistas bajo el cristal deformado de las gafas de César Vidal]. Por añadidura, su acción no tuvo freno. La de Lutero, sí. [Contradicción flagrante. No ha cansado de hablar del supuesto problema de la independencia de la Iglesia con respecto al poder civil. Pues bien, eso significa inevitablemente que la Iglesia suponía un freno al poder absoluto del monarca. Cosa que, curiosamente, destruyó completamente la reforma, que dio al soberano todos los poderes, civiles y religiosos, convirtiendo sus mandatos en absolutos e irrevocables. Es decir, lo contrario de lo que defiende con su tesis. Todo eso con respecto al luteranismo, porque Vidal de nuevo, interesadamente, olvida al Calvino cuyas ideas eran ley en Ginebra]. Quizá por eso, la nación donde fue salvada casi toda la población judía durante la Segunda Guerra Mundial fuera la luterana Dinamarca [Claro, hombre, olvidemos que la católica España de Franco hizo todo lo posible por salvar a los judíos (unos 40.000, según Haim Avni, historiador judío; Shlomo Ben Ami, Primer Ministro israelí, dijo en 1991: “El único país de Europa que de verdad echó una mano a los judíos fue un país en el que no había ninguna influencia judía: España, que salvó más judíos que todas las democracias juntas") y que el Papa Pío XII, por su papel en ocultar a los judíos perseguidos, fue elogiado por numerosas personalidades judías después de la guerra. Todo eso no importa, supongo que porque los católicos estamos predestinados a la condenación, hagamos lo que hagamos] y quizá por eso la primera declaración dirigida contra el nacional-socialismo por una entidad cristiana fuera la Declaración de Barmen de 1934 suscrita por protestantes alemanes justo cuando el 22 de julio de 1933 la Santa Sede había firmado un Concordato con Hitler. Pero no nos desviemos [Increíble. Es vergonzosa esta forma de describir los hechos. La realidad es que el protestantismo había hablado ya de la forma que cuenta de verdad: con los votos. Los votos recibidos por Hitler fueron en su inmensa mayoría protestantes. En las elecciones de 1932, “todos los pueblos protestantes votaron masivamente por Hitler. La mayoría de los pueblos católicos eligieron, también masivamente, a Hindenburg en ambas elecciones, mientras que en los pueblos mixtos el viejo Mariscal consiguió una victoria ajustada” (2). Por otra parte, la Santa Sede no había firmado un concordato con Hitler, sino con Alemania (por cierto, preparado en los años anteriores y firmado siendo Hindenburg Presidente), como ha hecho siempre con todas las naciones, por respeto a la autoridad estatal y para proteger a los cristianos. También mantuvo relaciones diplomáticas con la II República… y ya podemos imaginar que eso no es muestra de que la Iglesia la apoyara o la considerase un buen régimen. Por otra parte, ¿no empezó todo esto hablando del poco respeto que tienen los católicos por las leyes? ¿Cómo puede ser que ahora se eche en cara de la Iglesia que respetase las leyes alemanas de aquel entonces? También se olvida que la gran condena de las doctrinas nacionalsocialistas estuvo firmada por Pío XI, la encíclica Mit Brennender Sorge, en alemán para que todo quedase bien clarito en Alemania].
El hecho de que las naciones en las que triunfó la Reforma admitieran de manera casi inmediata la supremacía de la ley sobre los individuos y las instituciones [¿Es mi imaginación o no ha dado ningún dato que fundamente esta afirmación?] tuvo resultados impresionantes. Mientras España soportaba a un rey como Felipe IV que estaba terminando de liquidar el imperio español en defensa de la Contrarreforma, e incluso cuarteando la unidad nacional [¿Cuál es la relevancia de esta afirmación? ¿No ha habido multitud de reyes protestantes que han presidido la pérdida de importancia internacional de sus países?], los puritanos ingleses se alzaban contra el rey Carlos I en defensa de sus derechos –fundamentalmente la libertad de conciencia, la libertad de representación y la propiedad privada [Poner a Cromwell y sus cabezas redondas como adalides de la libertad de conciencia desafía a la imaginación. En Irlanda, después de masacrar a absolutamente todos los habitantes de varias poblaciones, prohibió el catolicismo y estableció la pena de muerte para cualquier sacerdote católico que se capturase. Es cierto que eran defensores de la propiedad privada, siempre que fuera la suya, claro. En Irlanda, confiscó la práctica totalidad de las tierras de los católicos (que pasaron de tener el 60% de las tierras de la isla al 8%). Quizá Cromwell fue quien más contribuyó, él solito, a conseguir que los irlandeses mantuviesen su resistencia contra los ingleses durante tres siglos más, hasta conseguir la independencia. Pero claro, como era protestante, esas cosas no importan.]–, lo derrotaban, lo juzgaban y lo decapitaban [No hace falta ser un experto en la legislación inglesa para saber que la decapitación del Rey se hizo contra las propias leyes inglesas, pero supongo que aquí sí que valía, porque Cromwell, como protestante, estaba por encima de la ley. Por otra parte, Vidal oculta que la protestante Inglaterra sólo tardó diez años en reinstaurar a un rey que fue mucho más absolutista que su padre y en juzgar y ejecutar a Cromwell después de muerto. Supongo que si lo anterior era una muestra de lo listos y buenos que eran los protestantes, esto será una muestra de lo contrario. ¿O los datos sólo valen si apoyan la última tesis fantástica de D. César?]. En teoría, el parlamentarismo tenía que haber avanzado más en España que en otras naciones. No fue así porque se admitió como circunstancia innegable que instituciones como la iglesia católica o la monarquía no estuvieran sometidas al imperio de la ley. Así, el parlamentarismo progresó, precisamente, en naciones donde triunfó la Reforma como Inglaterra, Holanda, Suiza o las naciones escandinavas [Como siempre, Vidal selecciona los ejemplos y olvida los que no le interesan. Olvida que los parlamentos de Inglaterra o Suecia, por ejemplo, se crearon en tiempos en que esas naciones eran católicas. Olvida los Estados Generales franceses que terminaron por expulsar al rey en la Revolución Francesa. Olvida la despótica y protestante Prusia. Olvida que Génova fue gobernada por cónsules elegidos por su parlamento desde el siglo XII. Olvida que la católica Bélgica tuvo un régimen parlamentario desde su creación. Olvida que la mitad de Suiza es católica. Olvida, en definitiva, todo lo que no concuerde con su tesis].
Pero sobre ese tema volveremos en un capítulo posterior. De momento, subrayemos que la primacía de la ley iba a quedar descartada de una España diferente en esto como Portugal, Italia o las naciones hispanoamericanas, donde también se ha desarrollado un sentido de la obediencia a la ley especialmente tuerto y que siempre, siempre encuentra justificación. Hasta el día de hoy, para Cándido Conde Pumpido es lícito que los fiscales se manchen las togas con el polvo del camino porque, en el fondo, cree que la ley no debe obligar a los que persiguen las buenas metas de la izquierda [Una vez más, lo mismo. Como ejemplo de prejuicios católicos, elige a una de las personas menos católicas que puede encontrar. ¿No le parecerá raro?]. Hasta el día de hoy, el obispo Munilla se puede llevar a la Jornada Mundial de la Juventud a los presos de una cárcel vasca –y luego presumir de ello en la página web de la diócesis– porque, también en el fondo, cree que la ley no obliga a los representantes de Cristo en la tierra ocupados de santas labores [Increíble. He trabajado como voluntario en una cárcel y sé que los presos salen en multitud de ocasiones: festivales, congresos, acciones de ONGs, etc. Eso puede parecernos mejor o peor, pero claramente nada tiene que ver con que Monseñor Munilla se considere por encima de la ley. Lo que le molesta a Vidal es, pura y simplemente, que se trate de un obispo católico y que los presos vayan a ver al Papa]. Hasta el día de hoy, la Compañía de Jesús puede prestar el santuario de Loyola para reuniones entre ETA, los emisarios de ZP y los correos del PNV porque, también en el fondo, cree que la ley no obliga a los que buscan servir causas nobilísimas como la de que los terroristas sean tan aceptados socialmente como las víctimas [no tengo muchas simpatías para con los jesuitas de Loyola, la verdad, pero en cualquier caso no parece que prestar unas salas al gobierno sea precisamente un acto contrario a la ley]. Para no pocos españoles, los ERE de la Junta de Andalucía son odiosos (lo son), pero el caso Gürtel (que también lo es) constituye un simple desvío de la atención [Claro, hombre, la Iglesia Católica tiene la culpa de los trajes de Camps. Si los católicos somos tan poderosos como piensa Vidal, lo raro es que el Papa no haya decidido mandar a opusdeístas albinos contra él, como único obstáculo para nuestro plan de dominar el mundo]. Son españoles distintos, naturalmente, de aquellos que consideran que José Blanco es perseguido tan sólo para cubrir las acciones de uno de los yernos del rey. No es algo propio de los tiempos de ZP sino de la Historia de España. Los precedentes históricos son infinitos [Claro que son infinitos, pero lo son en todos los países, como sabe cualquier historiador serio] como Redondela o los indultos de MATESA o la voladura del diario Madrid durante un régimen que algunos encuentran tan idílico como para que los liberales, supuestamente, tengamos que reivindicarlo, algo, por supuesto, imposible para cualquiera que ame la libertad.
Afrontemos los hechos: no pocos españoles, a diferencia de la generalidad de los ciudadanos de esas naciones donde triunfó la Reforma, normalmente, siempre encuentran excusas para sí o para el sector al que pertenece a la hora de no someterse al imperio de la ley. Da lo mismo si se trata de la corrupción de su partido o de las multas de tráfico [¿No ha leído nunca César Vidal un periódico inglés? ¿De verdad piensa que en Inglaterra, por ejemplo, no se encuentran excusas para las corruptelas del propio bando, desde el robo por Enrique VIII de todas las tierras de la Iglesia en el siglo XVI con enriquecimiento de todos sus amiguetes, hasta el escándalo Marconi del siglo XIX o los últimos escándalos parlamentarios con Brown como primer ministro? ]. Si pertenecen a su iglesia, a su partido o a su familia seguro que no sería tan grave, si es que acaso lo es. Su conducta no es única, ciertamente. Se da igual en Italia y Portugal, en Grecia y Argentina, en México y Nicaragua [Y en cualquier ser humano. Ser más indulgente con los propios amigos y familiares forma parte de la naturaleza humana]. Forma parte de una visión que ya encarnaba el cardenal Sadoleto [afirmación injusta y fundamentada en… absolutamente nada; si fuera un personaje actual, Vidal sería condenado por difamación] y que, por supuesto, siempre se las arregla para hallar justificación. Por cierto, ya que vuelvo a hablar del cardenal Sadoleto, imagino que algunos desearán saber en qué concluyó el episodio. Es fácil de suponer. Las autoridades ginebrinas eran inteligentes y deseaban lo mejor para sus administrados. Rechazaron la propuesta del cardenal Sadoleto y Calvino fue llamado nuevamente a Ginebra [donde instauró de nuevo su teocracia absolutista y se puso de nuevo a perseguir a “herejes” (todo el que no pensara como él) y libertinos (todo el que se atreviera a cantar o bailar). …Y todos fueron felices y no comieron perdices porque a Calvino le parecía que eso era un lujo pecaminoso].
(1) Los judíos y sus mentiras, Martín Lutero, 1543
(2) The Nazi Impact on a German Village, Walter Rinderle, Bernard Norling, 1993
……………….
Otras entregas de la serie:
César Vidal y el prejuicio anticatólico (XI): la Iglesia y la izquierda (más madera)
César Vidal y el prejuicio anticatólico (X): la Iglesia y la izquierda
César Vidal y el prejuicio anticatólico (IX): Iglesia y masonería
César Vidal y el prejuicio anticatólico (VIII): La Constitución de los Estados Unidos
César Vidal y el prejuicio anticatólico (VII): La separación de poderes
César Vidal y el prejuicio anticatólico (VIb): Asombrosa conspiración descubierta
César Vidal y el prejuicio anticatólico (VI): La mentira y el robo
César Vidal y el prejuicio anticatólico (V): El imperio de la ley
César Vidal y el prejuicio anticatólico (III): La educación
César Vidal y el prejuicio anticatólico (II): La prosperidad económica
43 comentarios
En este último "artículo",más bien tesis doctoral ,...en cóckteles y bebidas espirituosas,Vidal se ha pasado con las revoluciones de la batidora. Cortocircuito proteston. "No nos desviemos" dice....XD
Aunque a Cesar Vidal hay que reconocerle un valor inaudito, ya que hay que ser muy valiente para poner a la vista de todo el mundo tus vergüenzas intelectuales. Hacer publica una serie de artículos en los que queda patente a las claras que eres un sectario, mentiroso, hipócrita, torticero, manipulador, soberbio, engreído, falsario, pedante y fariseo no esta al alcance de todo el mundo.
El protestantismo de Cesar Vidal es consecuencia de su gran pecado, su gran soberbia. Se considera tan listo que no puede aceptar que alguien le explique algo. El se considera tan listo que no puede admitir que alguien le “interprete” la Biblia y le “marque” una línea de conducta moral. Su sapiencia es tan grande que bien puede el sacar por sus propios medios brillantes conclusiones sobre Dios y su Verdad revelada en la Biblia, con las que deslumbrar a los pobres mortales.
Claro esta que alguien así necesariamente debe de hacerse protestante. Ahora bien podría quedarse en eso y no empezar su diatriba anticatólica. Sin embargo es tan grande su complejo de superioridad que necesita forzosamente demostrarnos no solo la superioridad de su doctrina, si no la clara inferioridad de la nuestra, y el como el haber perseverado en ese error nos ha costado y costará una serie infinita de calamidades.
Es el caso más flagrante de pecado de soberbia intelectual que conozco y como en el pecado va la penitencia, estos artículos supongo que abrirán los ojos a mucha gente sobre la catadura moral del personaje
"¿Qué podemos hacer nosotros, los cristianos, con esa gente rechazada y maldita, los judíos, a los que no podemos aguantar, porqie se encuentran en medio de nosotros y sabemos mucho de sus mentiras, sus pervesiones y sus maldiciones?.... Y no permiten que los convirtamos. Si deseamos salvar a alguno del fuego y de las cenizas tenemos que emplear una enorme amabilidad junto con la oración y el temor de Dios...
Voy a ofrecer una sincera sugerencia:
- Primero, prender fuego a las sinagogas y sepultar lo que no pueda quemarse, para que nadie pueda ver de las mismas ni piedra ni resto...;
- Segundo, hay que despojarles de sus casas y destruirlas, porque tal y como hemos averiguado, realizan en ellas los mismo actos que en las sinagogas, alojándolos después bajo alguna techumbre o en un establo de vacas, como si fueran gitanos, para que se enteren de que no son señores en nuestro país, como pretenden, sino que se encuentran en exilio y cautiverio...;
- Tercero, hay que quitarles los libros de oraciones y los libros del Talmud...;
- Cuarto, prohibir a los rabinos que enseñen, so pena de recibir castigos corporales y la muerte...;
- Quinto, prohibir totalmente a los judíos andar por los caminos...;
- Sexto, prohibir sus negocios usurarios y arrancarles todo el dinero y los objetos valiosos de oro y plata, dejándolos en depósito...;
- Séptimo, dar a los judíos y las judías jóvenes y sanos, mazos, azadas y husos para que se ganen el pan con el sudor de su frente... Sin duda, existen razones para temer que serían capaces de hacernos daños.. si fueran siervos nuestros o trabajaran para nosotros...
Seamos entonces tan sensatos como los pueblos de Francia, de España, de Bohemia... y expulsémoslos para siempre del país."
Conmovedor, ¿verdad? Nótese que al poco de abandonar la Iglesia, Lutero era más o menos favorable a los judíos. Su radicalización llegó después. Se desmonta así la idea de que dicho antijudaísmo era un resquicio de catolicismo en el heresiarca alemán.
No es de extrañar que el historiador norteamericano Willian Schirer escribiera:
“Que uno no puede entender a la Alemania de Hitler sin tomar en consideración la influencia que Martín Lutero tuvo allí. Él añadió que lo que Lutero predicó, Hitler lo puso en práctica cuatro siglos más tarde.”
Y:
“Es difícil entender el comportamiento de muchos protestantes alemanes en los primeros años del Nazismo si uno no se dá cuenta de dos cosas: la historia de Alemania y la influencia de Martín Lutero. El gran fundador del Protestantismo era un ardiente antisemita y un creyente feroz en la obediencia política. Él quería que Alemania se deshiciera de los judíos. Un consejo que fue seguido al pie de la letra cuatro siglos más tarde por Hitler, Goering y Himmler. Lutero empleó un lenguaje vulgar ofensivo, lleno de malas palabras sin igual en la historia alemana, con excepción de la época del Nazismo. En ningún otro país, con excepción de la Rusia Zarista, los sacerdotes se volvieron, por tradición tan completamente serviles a la autoridad política del Estado”.
(Página 294 de The Rise and Fall of the Third Reich (La Ascensión y Caída del Tercer Reich)
Ahí queda eso, sabueso.
Pues bien, lean esto:
Para multitud de etnias aquellos primeros pasos de los conquistadores anglosajones en el continente fueron el final. Sin embargo, vistos desde una perspectiva histórica, se trataban sólo del principio. En los siglos siguientes, las tribus indígenas de América del norte - con las que jamás se produjo un mestizaje - desaparecieron por docenas o fueron diezmadas y recluidas en reservas. No debería extrañar que, según su propia confesión, Hitler inspirara parte de la política nazi seguida contra los judíos en el ejemplo de la mantenida por los norteamericanos contra los indios. En ambos casos se perseguía el exterminio de una raza con fines de expansión territorial y económica y en ambos casos se tenía la convicción de obedecer a un destino providencial y racialmente superior.
En ese sentido, el Pacto del Mayflower cambió radicalmente la historia. Implicó, por un lado, la firme decisión de constituir el embrión de lo que serían unas instituciones representativas que acabarían confluyendo en el establecimiento de una democracia. Sin embargo, significó asimismo la convicción - rara vez sacudida por cualquier evidencia moral contraria - de que los colonos de América del Norte disfrutaban de una ayuda especial de la Providencia en la realización de sus propósitos. Finalmente, implicó la legitimación de una forma de actuar que adjudicó al oponente, aunque fuera involuntario, el carácter de enemigo satanizado y candidato al exterminio.
Precisamente por estas razones, la historia de América - y con ella la del mundo - se transformó radicalmente a partir del Pacto del Mayflower y también resulta incomprensible sin hacer una referencia a él.
¿Saben ustedes de quiénes son esas palabras?
De César Vidal. Concretamente de su libro "Textos que cambiaron la historia" (Planeta)
Ver el texto completo aquí:
http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php/9182-Antisemitismo-cristiano?p=158132#post158132
No tiene desperdicio, créanme.
Y otro día hablaremos de la bigamia de Felipe Hesse aprobada y justificada por Lutero y Melanchton.
Nooo, señores míos. Ni mucho menos.
Dice César Vidal:
En la España del siglo XXI todavía hay quien propugna la canonización de Isabel la católica...
Vean, lean, disfruten del siguiente artículo sobre la Reina Isabel la Católica, Sierva de Dios y en proceso de beatificación:
Isabel ¿santa o villana?
http://www.conoze.com/doc.php?doc=1520
Sí, si... es de César Vidal.
Dice César Vidal:
... la primera declaración dirigida contra el nacional-socialismo por una entidad cristiana fuera la Declaración de Barmen de 1934 suscrita por protestantes alemanes justo cuando el 22 de julio de 1933 la Santa Sede había firmado un Concordato con Hitler.
¿Os suena Karl Barth? Sí, hombre, sí, uno de los más destacados teólogos protestantes del siglo XX. Dijo esto:
"La Iglesia evangélica casi unánimemente dio la bienvenida al régimen de Hitler, con auténtica confianza, incluso con las más altas esperanzas".
Y no lo dijo así como así. He aquí los siguientes hechos:
“Para un alemán, la Iglesia es la comunidad de los creyentes que están obligados a luchar por una Alemania cristiana… El Estado de Adolfo Hitler apela a al Iglesia: la Iglesia debe responder a la llamada".
(Resolución de la primera Conferencia Nacional del Movimiento de la Fe [protestante] 3/4/1933)
“Hitler, el redentor de la historia de los alemanes… la ventana a través de la cual la luz se proyecta sobre la historia del cristianismo".
(Del manifiesto de los Cristianos Alemanes de Turingia [Iglesia evangélica]).
“La esvástica en nuestros pechos, la cruz en nuestros corazones".
(Lema de los Deutschen Christen o cristianos alemanes protestantes).
“Hitler y los nazis son regalo de Dios".
(Del discurso de aceptación del título de obispo del Reich, recibido por el pastor Ludwig Muller de manos del propio Führer. Durante la misma ceremonia, el pastor Leutheuser cantó: “Cristo ha venido a nosotros a través de Adolfo Hitler… Hoy sabemos que el Salvador ha llegado… Tenemos una sola tarea, ser alemán, no ser cristiano")
“La Iglesia evangélica alemana se compromete a afirmar unánimente su lealtad incondicional al Tercer Reich y a su jefe. Condenamos en los términos más enérgicos la intriga o la crítica contra el Estado, el pueblo o el movimiento [nazi], formas destinadas a amenazar al Tercer Reich. Sobre todo deploramos las actividades de la prensa extranjera que intenta falsamente representar las discusiones en el seno de la Iglesia como un conflicto contra el Estado".
(Comunicado de 12 jefes evangélicos tras haber sido recibidos oficialmente por Hitler en enero de 1934)
Véase todo, con mapa incluido de la victoria del partido nazi en la Alemania protestante, en el post que escribí hace un par de años:
http://infocatolica.com/blog/coradcor.php/0911151154-los-protestantes-alemanes-y-h
Prometo no poner nada más en este post. Con eso es suficiente... por el momento.
I. PREFACE AND DISCLAIMER (PARTICULARLY FOR PROTESTANTS)
II. SHORTCOMINGS OF LUTHER AND ZWINGI
III. NEVER-ENDING DIVISION AND MULTIPLICATION
IV. THE SEXUAL LIBERALISM OF EARLY PROTESTANTISM
V. THE IMMEDIATE ILL EFFECTS OF PROTESTANTISM ON MORALITY
VI. EARLY PROTESTANTISM AND THE DECLINE OF EDUCATION
VII. THE EARLY PROTESTANT ANTIPATHY TO ART AND TENDENCY TOWARDS ICONOCLASM
VIII. THE LARGELY POLITICAL BASIS OF THE PROTESTANT REVOLT
IX. PROTESTANTISM AND CAPITALISM
X. HENRY VIII AND THE SO-CALLED ENGLISH "REFORMATION"
XI. CONCLUSION: THE SINS AND FOLLY OF THE REVOLUTIONARIES
BIBLIOGRAPHY
BRIEF DESCRIPTIONS OF THE LEADING PROTESTANT FOUNDERS
Casi estoy tentado de proponerte que no pierdas tu tiempo y tu capacidad en estas batallas con semejantes interlocutores, pero tu esfuerzo y el servicio que proporcionas es valioso, pues ante la mentira, siempre hay que oponer la verdad, aunque a aquélla la lean miles de personas y la verdad sólo la conozca un puñado. No debemos medir nuestras acciones por los éxitos humanos, como bien sabemos.
Así que gracias por esta excelente entrega y por tu infinita paciencia.
Cervantes, en efecto, fue excomulgado pero desde luego su excomunión no debió ser excesivamente problemática para la salvación de su alma porque al final de su vida lo vemos profesando en la Venerable Orden Tercera franciscana, y recibió -según cuenta en la entrañable dedicatoria del Persiles- la extremaunción. Sin duda las excomuniones católicas son bastante más suaves y reversibles que las que imponen las iglesias protestantes.
Fuenteovejuna no es un drama de defensa del pueblo como dice equivocadamente Don César sino de la institución monárquica y del orden antiguo. Al final del drama, se tortura a los pueblerinos que se niegan a dar detalles del crimen del comendador, y el rey acaba perdonándolos a todos ante la imposibilidad de concretar a los culpables, y para evitar ejecutar a un pueblo entero. El rey no hace lo que "le sale de la corona" (como dice Don César). Aplica estrictamente la ley -investiga el crimen incluso acudiendo al tormento-, decide que existe el delito pero indulta la pena, lo que puede en derecho hacer, faltaría más.
El alcalde de Zalamea es sencillamente un maravilloso drama, donde el sentido de la justicia es de una belleza estremecedora. No se viola la ley -pese al defecto de competencia de don Pedro-, pues como maravillosamente indica éste, "Toda la justicia del rey es un solo cuerpo y e importa MENOS sea ejecutada por uno o por otro". Lo importante es que se haga y Don Pedro Crespo ES autoridad, no lo olvidemos. El defecto de jurisdicción de Pedro Crespo está más que compensado por el hecho cierto de que Don Álvaro -como indica él mismo en uno de los versos de la obra- estaba convencido (dado su categoría como caballero) de que en un juicio militar sería favorecido y saldría libre o con una condena menor, con lo que se haría una injusticia si se le dejase libre por un defecto de jurisdicción. Y la pena por violación de mujeres en tiempo de guerra era la muerte, no lo olvidemos.
Y Don Pedro agota todas las posibilidades antes de ejecutarle, incluido ofrecerle la mano de su hija violada.
Pedro, como sanciona el rey, "erró en lo menos y acertó en lo más".
Te recomendaría que les enviaras tus respuestas a César Vidal por correo (electrónico u ordinario).
Necesita saber que hay Verdad ahí fuera y no solo los vítores que sus sectarios amigos evangélicos le puedan dar por esta sarta de mentiras.
Dedicar tanto esfuerzo a rebatir insustancialidades y panfletos de este individuo es una pérdida de tiempo. A mí el señor Vidal no me merece ningún respeto.
Valdría más dedicarse a rebatir a otros elementos más peligrosos.
Ay, que me parto... ¡Qué bueno Bruno!
Mira que leer estas cosas y dedicar tiempo a rebatirlas, para defender ni más ni menos que la más simple verdad. La histórica y la de fe.
Y los comentario de LF son una batería de misiles. Excelentes. No es tan malo haber conocido a fondo ese mundillo. Chapeau.
No entiendo como Vidal no se queda callado, sino que continúa con sus tristes e innecesarias arremetidas.
Aparte de "estar contra" al más puro estilo beligerante del protestantismo original, y del sectarismo evangélico fanático de hoy, ¿no tiene nada que ofrecer de positivo desde su casi nueva fe? ¿Por qué no habla de Cristo, que es lo esencial? ¿Por qué no habla de la salvación escatológica? ¿Por qué remitirlo todo a éxitos de este mundo, para argumentar que su fe protestante es mejor que la católica en orden a la RIQUEZA (económica) de una nación, o a la manera en que trata a los judíos, o como se comporta ante la ley?
Y vapulear con su verbo a Isabel la Católica... ¿¿¿¿para cantar en algún momento las glorias de la conquista inglesa????? Ese hombre vive en el planeta de Avatar.
En segundo lugar, me gustaría contestar a Don César en un punto que Don Bruno ha pasado por alto, bien sea por ignorancia o por falta de tiempo. Cuando Don César habla de "un régimen que algunos encuentran tan idílico como para que los liberales, supuestamente, tengamos que reivindicarlo" se está refiriendo a una controversia que sostuvo con Pío Moa relativa a la valoración del régimen franquista. Dicha controversia empezó con un artículo de Pío Moa, contestado por José Carlos Rodríguez. Pío Moa le dio oportuna réplica, que no obtuvo respuesta. Pero el primer artículo fue contestado asimismo por Jorge Vilches, iniciándose un corto (reglas de Libertad Digital) intercambio saldado, en mi opinión, con la reivindicación de Pío Moa.
Finalizado este debate de forma prematura, Don César terció con una serie de tres artículos (conforme a las normas de LD, aunque en realidad hubo un cuarto de propina), oportunamente respondido por Don Pío. Baste decir que Don César no entró en materia hasta casi acabar el segundo artículo, dedicándose hasta ese momento a denigrar a Don Pío (más o menos nueve de cada diez comentarios a los artículos de Don César manifestaban su decepción ante las malas artes de éste), y cuando entró en materia, fue rebatido "sin compasión" por Don Pío... en lo que había que rebatir, porque Don Pío no es franquista.
Para quien tenga curiosidad, no puedo recordar los términos concretos del debate, pero sí puedo decir que Pío Moa defiende: 1) que la victoria de Franco era preferible a la del Frente Popular; 2) que hubo muchos aspectos positivos en la España franquista; y 3) que el franquismo permitió el advenimiento de la democracia frente a una oposición que era antidemocrática.
Primer artículo de Pío Moa: http://www.libertaddigital.com/opinion/pio-moa/defender-el-franquismo-60023/
Primer artículo de Jorge Vilches: http://www.libertaddigital.com/opinion/jorge-vilches/criticar-el-franquismo-60057/
Un seguimiento del debate con César Vidal: http://layijadeneurabia.com/2011/07/04/cesar-vidal-y-pio-moa-la-polemica-sobre-el-franquismo-continua/
En ocasiones me resultaba divertido.
Magnífica refutación, enriquecida con las aportaciones eruditas del Excelentísimo y Eminentísimo Señor Director de InfoCatólica.
¿Sería mucho pedir que cuando encuentres tiempo en tu apretada agenda (no te sientes encima de ella), nos hagas una crítica al capítulo IV?
Ah, y una ideílla. A lo mejor estaría bien publicar en Vita Brevis estas refutaciones enriquecidas con los comentarios de los lectores. Seria un folleto como los de los polemistas del siglo XVIII, por ejemplo, los que impugnaban las ideas de Feijoo, y sus respuestas.
Ahí lo dejo. Ya sé que es difícil, pero a vuestra merced no le faltan cualidades para hacer ese libriello.
Saludos y la Paz.
Haría bien en escribirles a los de http://www.holocaustresearchproject.org, para decirles que el jefe de la Gestapo Karl Werner Best, en realidad no colaboró con los judíos para evitarles la deportación, como esta pagina dice http://www.holocaustresearchproject.org/nazioccupation/danishjews.html (seguramente serán unos iletrados en estos temas).
Espero haber hecho notar el sarcasmo.
Ahora es por casualidad: Alguno de los que, según CV, no hicieron caso a Lutero en este tema, lo hicieron aduciendo la razón que esgrime CV, la fidelidad a la Biblia? Porque lo podrían haber hecho por otras razones, no se, por motivos políticos, o económicos. Algun elemento que apoye su tesis (la de CV)
En fin parece como otro Cesar, el de ahora no sé, no sé lo que le ha entrado ¿a causa de la soberbia? o simplemente un nuevo caso de memoria histórica... pues eso, no sé, algo debe ser contagioso pues parece que además, muestra tener tanta animadversión a España, como ZP.
Os equivocáis si creéis que esta campaña de Cesar Vidal es de raíz teológica (protestantes, católicos).
Es de raíz revanchista, de venganza tras su paso por la Cope.
Se ve muy claro en la última entrevista de César a Federico.
Escuchad toda la entrevista hasta el final porque cada 5 minutos ambos ponen a la iglesia católica en españa a caer de un burro. Con nombres y apellidos (Rouco, Bertone, Cañizares, Bru)
http://fonoteca.esradio.fm/2011-12-01/entrevista-de-cesar-a-federico-jimenez-losantos-36813.html
Últimamente tb está a vueltas cada dos por tres con Pio Moa porque no le dió la razón en alguna de sus afirmaciones, y desde entonces, raro es el día que no lo insulta más o menos veladamente. Un auténtico coñazo.
Es capaz de decir cualquier cosa, tb la contraria que ayer, si eso le sirve para lamer sus heridas.Si esos son sus principios inamovibles...
Yo creo que Cesar vidal, ha demostrado con esta serie de "artículos" que no es historiador. No dijo Jesus que la verdad nos hará libres. Pues el telepredicador es reo de sus mentiras y tergiversaciones.
Lo de FJL, ya clama el cielo. Amigo de ese fraude de PJ ramirez. Ya ha perdido todo el norte. Para saber toda la verdad del caso, habria que contrastar su versión de los hechos con la de la COPE.
PEro sabiendo que los "acusados" por ellos no les van a replicar, juegan con ventaja. Estan haciendo demagogia de algo que a la gente le importa bien poco.
-Porque FJL no explica como es posible que siendo aun empleado de la COPE, licitó en un concurso de licencia de radio de la comunidad de madrid, en contra de su propia empresa en ese momento,
A todo el mundo, le fastidia que en algun momento de la vida dejen de contar con él.
Si estan tan dolidos porque no les renovaron, que pregunten a los 5 millones de parados que están donde estan sin tener culpa alguna. Podrian escribir todos ellos su libro "que hago yo en un sitio como este. vease inem".
Sin duda meten al saco Sistach, Cañizares, Fortea...
Menuda poca vergüenza, y maldad.
Dice el Gran Sabio que Fortea de exorcista nada de nada, parrafeando, dijo el Cesar que a Cañizares Dios le descargará con Su Venganza pues a Él sólo pertenece... Wow... y añade "solo digo". ¡Que forma de libre interpretación de la Biblia
Bueno hicieron su fiero trabajo contra ZP y sus minions. Y pensar que muchos les oímos con aprobación. Mea culpa.
Pero además del horror que me da por tanto odio y venganza, sobre todo con la Iglesia en España, llega en cierto modo a ser comedia... bueno tragicomedia.
Y pensar que muchos católicos harán cola para comprar sus libros. Eso es peor.
juan, asi es. Puse la entrevista para que el bloguer y los demás se dieran cuenta que estaban haciéndole el juego porque esta serie de "articulos" de Cesar Vidal es producto de la venganza a la CEE y la Cope (confirmado por Cesar y FJL en esa entrevista).
La excusa de católico-protestantes-españoles malos-holandeses luteranos-calvinistas buenos- ha sido una excusa para tapar el verdadero motivo publicitario.
Yo me retiré de este debate desde el primer articulo porque vi la trampa: dar pábulo a quien estaba preparando el terreno para el lanzamiento del libro de FJL y sus ataques a la iglesia en esa entrevista.
Bastante más daño ha hecho esa entrevista y ese libro de FJL a los católicos que los articuletes de Cesar que han servido de reclamo.
Pero no te niego que todo caiga bajo un "master plan" dirigid, coreografiado y manipulado por el protestón aunque FJL ni se percate. Un día Federico cuenta se dará.
Nada que temer nosotros con Dios y nuestra Santa Iglesia.
Saludos.
juan: Federico no está engañado. Si has escuchado la entrevista él es el mayor detractor de la iglesia hasta el punto de decir que "no iba a Roma a verse con Cañizares por si le envenenaban en el vaticano"
10 días antes de la salida de este libro de Federico empiezan los artículos de César Vidal sobre la influencia (mala) de la iglesia católica en españa. (no en otros países sino en la idiosincrasia de españa)
Se lanza el libro de FJL y el 70% de su contenido y entrevista es contra la iglesia.
No está engañado por César Vidal. Es su amigo y toda acción la llevan en equipo.
Ni siquiera se cortan a la hora de afirmar "la venganza ha sido nuestra"
Saludos
http://www.youtube.com/watch?v=0BxegagTIVI
Alguien debería decirle que está dejando su fe protestante en muy mal lugar. Le animaría a que siguiera, pero no lo hago porque no quiero que Bruno se siga cansando de desmontar sus falacias y colosales manipulaciones.
Después de "moar" fuera de tiesto, quedando "como Cagancho en Almagro", Bruno Moreno nos muestra de manera transparente que el "miles gloriosus" del protestantismo hispano, tiene, intelectualmente hablando, más agujeros que un gruyere.
Yo no sé si a este hombre lo ciega la soberbia, o es que nadie le quiere bien y no le dice que pare, pero puedo asegurar que el descrédito en que está cayendo es tremendo.
PAX CHRISTI,
-Eduardo I de Inglaterra expulsó a los judíos de la isla ¡en 1290!
-Felipe IV siguió su ejemplo en Francia en 1306
-En Austria, les expulsaron en 1421
-etc, etc
Sería de desear un poquito más de honradez intelectual y un poco menos de cara dura. De paso, le vendría bien leer "La Construcción de la Cristiandad Europea", de un historiador especializado en la Baja Edad Media de la talla de Luis Suárez (Ed. Homolegens, 2008).
Muchas gracias, Bruno, por toda la información. Merece la pena el esfuerzo.
La entrevista de Cesar a JFL y el libro de este, es bien clarificadora. Sin duda meten al saco Sistach, Cañizares, Fortea...
Menuda poca vergüenza, y maldad.
Más bien, menuda verdad. Al menos en relación a su salida de Cope. No hay una sola palabra en ese libro que no sea cierta sobre ellos. Ni una. Es más, sé que Losantos no lo ha contado todo.
Otra cosa es que se haya buscado hacer pupa. Pero la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero.
Quiero aclarar que a Federico a diario oía en La Mañana. Su despedida bastante me incomodó. Detesto lo que él detesta como a Gallardón y su prima fiscal, me enfurece lo que a él enfurece del 11 M y del caos que nos trajo. Pero aunque su ´pujante´ forma de hablar me encanta, me produce escrúpulos, por expresarlo de alguna forma.
Creo que existiera linchamiento, pero nunca oí a los contendientes, y me siento ´muy lejos´. para inmiscuirme cuando tengo tantas otras prioridades además de guardar mi fe.
Pero aun recuerdo que hasta tú mismo LF, decías más o menos que FJ. Había acusado al cardenal de corrupción…
En cierto modo disculpo a Federico, mas no hago lo mismo con tu amigo el que con toda caradura interpreta que eso de la Venganza es mía dice el Señor, le cuadra naturalmente a Cañizares y le vi en vídeo su carita de recochineo cuando lo decía.
No creo, tal como David arriba, que los panfletos de CV sean para defender al libro de revancha. Mas bien el libro le haya servido a C. para destapar sin tapujos su raíz hereje.
Yo las verdades si lo son están siendo usadas contra el catolicismo.
Pasando ya a la materia, colocar en el mismo plano la política nazi con los judíos y la expulsión de éstos por los RR CC como sugiere CV es del todo inaceptable. No sólo son medidas totalmente distintas (exterminio/expulsión) sino que no tiene en cuenta la situación excepcional que se vivía en España a finales del siglo XV en relación con lo que ya se había dado en países como Inglaterra y Francia. Por otro lado existía el riesgo de volver a los disturbios y progroms del siglo anterior, así como el peligro de proselitismo entre algunos potentados del sur (cf. Caro Baroja, Los judíos en la Esp. moderna y contemporánea). Además, hay que añadir que la tradición legal visigoda tuvo también cierto peso en la decisión de expulsarlos (medida sin duda mucho más humana que algunos decretos de los reyes visigodos)y que, en cualquier caso, los judíos fueron bien recibidos por la Santa Sede. CV debería saberlo y no sé qué pensar: si peca de ignorancia o mala fe. Dado que son datos bien conocidos por todos, supongo que más bien es lo segundo. De todas formas, estoy con la mayoría en que esta serie le descalifica como historiador serio (si es que alguna vez lo fue) y lo encumbra en el género literario del panfleto puro y duro.
En mi opinión es un converso protestante de nueva planta. Pongo la mano en el fuego, y este tipo, ataca todo lo que huela a Iglesia católica, desde el tema de la financiación en España, hasta el nacionalismo vasco, catalán.
Y cuando se le menciona lo de Sábana Santa de Turín, la Escuela de exorcistas del Vaticano, imagino su enorme desprecio, pensando que es todo una farsa.
En el fondo, padece del pecado de la soberbia, del orgullo intelectual, de creerse que no puede aprender nada de los mal llamados pigs del sur.
Sin olvidarse de las notas que ocupan una tercera o cuarte parte del libro.
jacquesmaritain.com/pdf/08_HUM/01_H_Lute.pdf
ó
jacquesmaritain.com/pdf/00_EE/002.pdf
ó buscar en Google por: jacques maritain tres reformadores pdf
Pero es mucho mejor el libro en físico ya que las notas al final no tienen pierde y son muchas y muy extensas.
sin desmerecer al blogger:
¡Eso si es desmentir de manera profunda y veraz!
jacquesmaritain.com/pdf/08_HUM/01_H_Lute.pdf
o buscar por: jacques maritain "tres reformadores"
Allí encontramos y hasta de sobra argumentación cristiana, católica bien pensada y gratis sobre esa 4ta. parte: IV que quedó faltando.
De todas maneras gracias por aportar.
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