La vuelta al curso le ha sentado muy mal al sacerdote secularizado José Manuel Vidal. El negocio, Religión Digital, no va bien. Como español entiendo perfectamente lo que debe estar pasando. Necesita que la sección de religión de Periodista Digital reciba más visitas y recupere la influencia de la que un día disfrutó para no seguir perdiendo anunciantes.
El timo piramidal con los obispos ha tocado fondo. Sus intervenciones, análisis y predicciones van de ridículo en ridículo, y tiro porque me toca. La capacidad de utilizar el palo y la zanahoria del diario El Mundo o de Público por J. Bastante, no tiene ya más recorrido. Han comprobado no sólo que hay obispos que no se les ponen al teléfono, es que se ponen y les dicen que no les dan entrevistas y exclusivas. Para un mafioso no hay nada peor que comprobar que no infunde temor; y él, por otra parte, autoridad profesional nunca tuvo.
Eso sí, yo me equivoqué. El diseño de la página está dando los frutos previstos: una columna derecha presidida por la viñeta habitualmente blasfema y llena de odio de Cortés, también sacerdote secularizado, orlada por los rostros sonrientes y complacientes de algunos prelados (Sistach, Osoro, Pujol, Madariaga, Tettamanzi, B. Porras, Casaldáliga… ) Es normal que ante lo que parece una ‘aprobación’ episcopal a la ignominia (al menos por omisión), el sacerdote secularizado José Manuel Vidal se crezca y pida la hoguera para quienes no piensan como él; ésos que aman a la Iglesia y quieren servirla y no servirse de ella.
Su inquina está especialmente dirigida a exitosos comunicadores que abandonaron su proyecto o rehusaron participar en él a pesar de su insistencia, como Germinans. Vidal no pediría la lapidación de Luis Fernando, Paco Pepe o Germinans Germinabit si hubiesen sido buenos chicos y contribuyesen a engordar su bolsillo. Cuando estuvieron no hubo petición de piras.
Leer más... »
Últimos comentarios