(Teletica/LaNación) La exposición del tema ayer en el plenario partió en dos la posición del oficialista Partido Liberación Nacional, lo que refleja en mucho la situación sobre el tema en el plenario. El Partido Accesibilidad Sin Exclusión, lo mismo que las bancadas de Restauración Nacional y Renovación Costarricense se mantienen en contra del plan. Por otro lado está un sector del PLN que sí favorece el plan, y los diputados de la Unidad Social Cristiana, de Acción Ciudadana y del Frente Amplio, que abogan por aprobar la ley.
No podemos estar dispuestos a permitir la muerte de muchos niños
El senador liberacionista Luis Antonio Aiza Campos se manifestó en contra de la iniciativa asegurando que el país se ha caracterizado por la protección de los derechos humanos. Para el congresista la aplicación de la técnica contraviene el derecho a la vida por lo que no puede ser autorizada en el país mientras signifique el daño a vidas humanas.
Para el legislador el Estado hizo bien cuando prohibió la aplicación de este tipo de prácticas para asegurar la reproducción humana pues sostiene que ninguna razón puede justificar la muerte anticipada de vidas humanas. “Aunque esas vidas apenas se inicien y su objetivo sea tan loable como conseguir el nacimiento de un hijo a una pareja que padece infertilidad, para conseguir un niño nacido no podemos estar dispuestos a permitir la muerte de muchos” aseguró.
Aiza Campos aseguró que es inconcebible que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le recomiende a un país cambiar su legislación con respecto a la tutela de la vida humana.
A favor aunque con severas restricciones
Annie Saborío Mora, del mismo partido, defendió la técnica de reproducción humana siempre y cuando, advirtió, se concilien los derechos a la salud, a fundar una familia y procrear respetando el valor absoluto de la vida y la dignidad humana. Destacó que de esta manera se resuelve la problemática de muchas parejas que no pueden concebir sus hijos y se les brinda la posibilidad de acceder a tener descendencia como todo ser humano.
Además, afirmó que la técnica solo debe ser realizada por equipos profesionales interdisciplinarios y acreditados por cada colegio profesional, con procedimientos rigurosos y en establecimientos de salud autorizados por el Ministerio de Salud. Para asegurar la salud de la mujer y de los óvulos fertilizados, manifestó se debe exigir la aplicación de los protocolos de las prácticas médica vigentes y el número de embriones que se transfiera a la mujer deberá basarse en el criterio médico y no puede ser superior a tres.
Enfatizó que se debe prohibir la reducción o destrucción de óvulos fertilizados, así como la experimentación o cualquier otro acto que atente contra la vida y la dignidad humana. La legisladora considera que se debe dar a la Caja de Seguro Social un plazo para adaptar la infraestructura y su personal para aplicar la técnica.