(Agencias/InfoCatólica) El prelado de Toowoomba (Queensland), Mons. William Morris, ha comunicado que su jubilación anticipada se debe a que el Papa Benedicto XVI ha decidido que sus fieles estarían mejor “bajo el liderazgo de un nuevo obispo”, según el diario The Australian.
Los obispos se retiran, generalmente, a los 75 años, pero Morris, que ha estado al frente de esta diócesis, casi 900 kilómetros al norte de Sídney durante casi dos décadas, sólo tiene 67.
En su misiva, leída esta fin de semana en las misas de la diócesis de Toowoomba, el prelado dijo que la decisión del Vaticano responde a un mensaje pastoral que publicó en Adviento de 2006 y provocó una investigación interna dentro de la Iglesia.
Mons. Morris se pronunció en ese polémico texto a favor de ordenar como sacerdotes a mujeres y a hombres casados, así como reconocer la validez de las órdenes anglicanas y luteranas, entre otras propuestas. Antes de esa carta, habían llegado al Vaticano otras quejas sobre el material para los programas de educación sexual difundidos en la diócesis y sobre la práctica de dar absoluciones generales, así como por el freno puesto por el obispo a la promoción de las vocaciones sacerdotales.
Investigación por el Vaticano
Tras la carta de Adviento de 2006, el Vaticano ordenó una investigación, que fue realizada por el arzobispo estadounidense Mons. Charles Chaput, quien visitó la diócesis de Toowoomba para hablar con sacerdotes y fieles, encontrándose también con otros obispos australianos. En la carta que se leyó ayer, el obispo Morris dijo que tras la visita se había abierto “un diálogo” entre él mismo y “las Congregaciones de los Obispos, de Culto Divino y de Doctrina de la Fe y, tal vez, el Papa Benedicto”.
Se quejó el obispo de que no había visto el informe del arzobispo Chaput y que él no había enviado una carta de dimisión, y aseguró que recibía la retirada anticipada “con profunda tristeza, sabiendo que cuento con el apoyo de la gran mayoría de fieles y sacerdotes de la diócesis”. No obstante, reconoció que sus posturas habían llegado a ser insostenibles y que la decisión era una vía para afrontar “este dilema moral”.