(Agencias/InfoCatólica) Benedicto XVI ha proclamado beato a su predecesor, Juan Pablo II, ante alrededor de un millón de personas congregadas en la Plaza de San Pedro y que ocupaban también la Vía de la Conciliación y las calles adyacentes, según estimaciones del Vaticano. Se convierte así en el décimo papa beato proclamado por la Iglesia católica y el primero proclamado por su inmediato predecesor en los últimos 1.000 años.
La ceremonia ha comenzado con una procesión encabezada por Benedicto XVI desde la derecha de la Basílica y posteriormente, el Vicario para la diócesis de Roma, el cardenal Agostino Vallini ha recordado la biografía del Papa polaco, a la cual los peregrinos han respondido con grandes aplausos, sobre todo cuando se ha referido a las Jornadas Mundiales de la Juventud y la relación de Juan Pablo II con los jóvenes. El cardenal Vallini ha sido el encargado de pedir oficialmente a Benedicto XVI incluir a Juan Pablo II en la lista de los beatos de la Iglesia Católica.
La fórmula de beatificación
“Acogiendo el deseo del cardenal Agostino Vallini, nuestro vicario general para la diócesis de Roma, de otros hermanos en el episcopado y de muchos fieles y después de haber obtenido el parecer de la Congregación para la Causa de los Santos, con Nuestra Autoridad Apostólica concedemos que el venerable siervo de Dios Juan Pablo II, papa, de ahora en adelante sea llamado beato”, fue la fórmula de beatificación pronunciada por Benedicto XVI.
Tras dar el Papa su permiso, poco después de las 10.30 horas, se ha descubierto el tapiz que muestra una imagen de Juan Pablo II realizada por un fotógrafo polaco, mientras se cantaba el himno del beato, inspirado en las palabras de Karol Wojtyla ¡Abrid las puertas a Cristo!, pronunciadas el 22 de octubre de 1978 en la ceremonia de inicio de su Pontificado.
Posteriormente, la hermana Marie Simon Pierre, cuya curación del Párkinson permitió la beatificación de Juan Pablo II, junto con la religiosa polaca Sor Tobiana, superiora de la comunidad que cuidó durante 27 años el apartamento papal, han llevado al altar el relicario de plata que contiene la ampolla con una muestra de sangre del Papa polaco.
El Papa estipuló que la fiesta litúrgica del nuevo beato se celebrará el 22 de octubre, aniversario del comienzo de su pontificado. Tras la proclamación, las cámaras de televisión enfocaron el féretro del papa Wojtyla, colocado ante el Altar Mayor de la basílica de San Pedro. Sobre el ataúd fue colocado el Evangeliario de Lorsch, de época medieval, uno de los más preciados evangeliarios custodiados en la Biblioteca Apostólica Vaticana, que contiene los evangelios de Lucas y Juan. La casulla y la mitra utilizada por Benedicto XVI durante la ceremonia pertenecieron a Juan Pablo II, así como el cáliz, que fue el que utilizó el Papa polaco los últimos años de su vida.
Según fuentes de la policía son más de un millón las personas congregadas en la plaza vaticana y calles adyacentes. Delegaciones de 87 países asisten a la ceremonia. Cinco casas reales, entre ellas la de España, 16 jefes de Estado, entre ellos el de México y el de Honduras, y siete primeros ministros están presentes en el Vaticano.