(Agencias/InfoCatólica) Como cada año desde la sentencia del caso Roe v. Wade, militantes de grupos provida se movilizaron ayer para defender el derecho de los no nacidos y el derecho de las madres a tener a sus hijos.
El caso Roe v. Wade fue presentado en nombre de una mujer que retó una ley estatal de Texas que permitía el aborto sólo para salvar la vida de la mujer. En aquella ocasión, 30 de los 50 estados tenían leyes similares a la de Texas. Por 7-2 votos, el Supremo sentenció que esa ley violaba el debido proceso establecido en la 14 enmienda de la Constitución, y que la decisión de una mujer a abortar estába protegida por su derecho a la vida privada.
El presidente de EEUU, Barack Obama, que ganó en 2008 con amplio apoyo de los grupos abortistas, los llamados pro-choice, subrayó ayer que el fallo de 1973 "afirma un principio fundamental: que el Gobierno no debe meterse en asuntos familiares privados". Obama dijo estar "comprometido a proteger este derecho constitucional", y reiteró su respaldo a iniciativas "que ayuden a prevenir embarazos no deseados, apoyen a madres y mujeres embarazadas, alienten relaciones saludables, y promuevan la adopción".
El Supremo determinó que el Estado no puede prohibir el aborto en el primer trimestre, pero dejó abierta la puerta a que los estados impusieran ciertas regulaciones a partir del segundo trimestre, o incluso prohibir el aborto en el último trimestre, cuando el feto es viable fuera del útero. Según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, buena parte de los estados tiene leyes que exigen servicios de consejería sobre el aborto, restringen el uso de fondos públicos para financiarlo, o exigen el permiso de los padres en caso de menores.
Según el Instituto Guttmacher, grupo también a favor del aborto, entre 1973 y 2008, en EEUU se realizaron cerca de 50 millones de abortos legales.
Un cambio cultural y legislativo
Cada año, grupos en contra del aborto siguen presionando al Congreso y a las legislaturas estatales para restringirlo. "Estamos viendo un cambio cultural hacia la protección de la vida y para revertir la ola de abortos sin restricción", dijo en un comunicado Charmaine Yoest, presidenta del grupo "Estadounidenses Unidos por la Vida".
El número de gobernadores opuestos al aborto aumentó de 21 a 29, mientras que el número de estados que tienen simultáneamente gobernadores y legislaturas opuestos a esa práctica subió de 10 a 15, ha indicado NARAL Pro-Choice, que defiende ese derecho. El Guttmacher señala que se han presentado en 2010, en los distintos estados, 370 medidas para regular el aborto, una veintena más que en cada uno de los últimos cinco años. Al menos 34 leyes en contra del aborto fueron aprobadas.
Yoest respaldó el viernes una medida presentada en la legislatura estatal de Nebraska que exige el consentimiento de los padres si una menor de edad solicita un aborto. Ese estado ya prohíbe el aborto más allá de las 20 semanas de gestación. En la Cámara de Representantes, el legislador republicano de Nueva Jersey, Chris Smith, promueve una iniciativa que, con raras excepciones, prohibirá el uso de fondos federales, subsidios o créditos tributarios para financiar un aborto dentro de los planes de seguro establecidos por la reforma sanitaria de 2010 y que cubran ese servicio.
Los grupos pro-vida realizarán mañana su "Marcha por la Vida" en el "Mall" de Washington, en el que miles de activistas y estudiantes recorrerán las calles hasta llegar al Tribunal Supremo con imágenes gráficas de fetos abortados y slogans en favor del derecho a la vida de los no nacidos.
La historia del reconocimiento del derecho al aborto libre en EE.UU.
En 1957 Bernard Nathanson considerado el mayor abortista de la historia, reunió en una Asociación nacional a todas las organizaciones pro abortistas. Como él mismo narró tras su arrepentimiento, “inventamos y pusimos en marcha toda una telaraña de mentiras e intrigas hasta obtener la abolición del aborto”, propagaron entre la gente que cada año morían de 10.000 a 15.000 mujeres en abortos clandestinos, difundieron el slogan “la mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo”, y atacaron a la Iglesia, salvaguarda del derecho a la vida desde su concepción hasta su fin natural.
El primer resquicio legal fue la invención del “aborto terapéutico”, que primero sólo se refería al peligro de vida de la madre, y luego incorporó el riesgo para la salud, física y, posteriormente también psicológica, de la misma. A comienzo de 1970 construyeron una mentira más. Las abogadas Sarah y Linda, recién graduadas en Texas se aprovecharon de Norma McCorvery que acudió a ellas porque estaba embarazada. Alegaron que había sido violada por una pandilla y litigaron contra el estado para atacar la ley que desde hacía 100 años prohibía el aborto. La convirtieron en Jane Roe. Norma no había sido violada, dijo que no quería abortar y de hecho llegó a tener a su hijo, aunque fue dado en adopción. Pero la sentencia cambió la ley y legalizó el aborto en 50 estados.
Durante el proceso de Roe v. Wade un nuevo caso dio la puntilla a la negativa al aborto permitiéndolo durante los 9 meses de gestación. Esta vez la ocasión judicial se la proporcionó Sandra Cano, que pidió ayuda legal, porque tenía 3 hijos, estaba embarazada y en trámite de divorcio. Los servicios sociales le quitaron los hijos y los abogados le dijeron que si quería recuperarlos debía abortar. Ella misma dijo posteriormente que “en verdad nunca pensé que ellos usarían mis angustias personales por recuperar a mis hijos para un plan de legalizar el aborto a petición”. De hecho su hijo nació. Pero el caso Doe vs. Bolton permitió el aborto en cualquier momento del embarazo. Y a su amparo se establecieron más de 2.200 abortorios.
