(LSN/InfoCatólica) La muchacha de 16 años, embarazada de 13 semanas, confirmó su intención de no abortar después de recibir información de una persona provida que estaba rezando al lado de la clínica abortista a la que la madre la llevó. A pesar de la negativa tanto de la joven como del padre de la criatura, los padres aseguraron que finalmente la forzarían a practicarse el aborto, acudiendo a los tribunales.
Para el abogado de la Alliance Defense Fund, Stephen Casey, "no se puede permitir a nadie decidir que una vida inocente, especialmente si pertenece a otra persona, no tiene valor alguno. El derecho a no abortar está protegido por la ley y ese derecho no puede ser anulado porque alguien considere la llegada de un hijo como una carga insoportable".
Tanto Casey como otro de los abogados de la ADF, Gregory R. Terra, han sido los encargados de conseguir la orden judicial para evitar la presión de los padres de la joven. "Lo ocurrido ilustra lo mucho que pueden cambiar las cosas cuando una mujer es informada adecuadamente sobre la naturaleza del aborto", aseguró Matt Bowman, asesor legal de la ADF. "Nuestra intención es apoyar plentamente a la joven para que pueda tener a su hijo".
Aunque a menudo se mantiene en secreto, los grupos de oración provida asegura que son multitud las jóvenes que son forzadas a abortar por sus propios familiares. El Centro contra los Abortos Forzados, un proyectos de la Fundación Justicia, está ayudando a jóvenes y adolescentes a evitar la tragedia de someterse forzadamente a un aborto distribuyendo una carta en la que se explican sus derechos contra quienes les fuerzan a hacer lo que no quieren